Disclaimer

Los personajes no me pertecenen, son propiedad de Joss Whedon, Mutant Enemy, la W.B, UPN y FOX, solo los uso para entretenimiento. No persigo ningún fin comercial.

martes, 24 de junio de 2008

"Darkening of the light" de addie logan

“Darkening of the Light”
De Addie Logan


Título: Darkening of the Light
Autora: Addie_logan addie_logan@yahoo.com http://dark-desire.org/blood/main.htm
Traductora: Yo, i_am_spuffy o zo.
Parejas: Spuffy.
Rating: NC –17
Resumen: Buffy se encuentra con la que era su peor pesadilla. La Cazadora es convertida en vampiro y quiere vengarse de quien lo hizo. En el proceso se encuentra con un improbable aliado y entra en un viaje que hace que cambie su entendimiento del bien y del mal, del odio y el amor.
Tiempo: Durante la segunda temporada.

ADVERTENCIA: ESTE ES UN FIC OSCURO. Hay violencia gráfica y muerte de algunos personajes (además de que Buffy es convertida en vampiro)


“El mal no es ni sufrimiento ni pecado; Es a la vez, al mismo tiempo, algo común a ambos. Para los que están vinculados entre sí; El pecado nos hace sufrir y el sufrimiento nos produce malestar, y este complejo indisoluble de sufrimiento y pecado es el Mal en el que estamos sumergidos en contra de nuestra voluntad, y para nuestro horror. "
- Simone Weil, "Some Thoughts on the Love of God"


Cuando las nubes
Se apartan
Cuando la luna cambia
Tranquilos
Lugares secretos
¿Estás ahí? ¿Estás ahí?

Brilla, amigo
Buenas noches
¿Por qué entonces se oscurece la luz?
– Concrete Blonde, "The Darkening of the Light"


1

Habían pasado unos días desde que el griterío había empezado. Ella había sido estoica, fuerte, pero finalmente él la había destrozado.

Él al final siempre las destrozaba…

Los gritos y el llanto ahora eran constantes. Su mente consciente al final se había retirado, incapaz de resistir la tortura del demonio que llevaba el rostro del hombre que amaba.

Aquellos sonidos inquietaban a Spike haciendo que se cambiara de postura incómodo en la silla en la que estaba obligado a permanecer. Él sabía, siendo como era, lo que aquellos gritos revelaban, o por lo menos, lo que significaban en el mejor de los casos. Pero él no podía. Los sonidos que ella hacía ahora lo estaban volviendo loco, esto lo ponía enfermo de una forma en que no había estado en todo un siglo.

Ella era la Cazadora, un guerrero. Merecía algo mejor que esto.

Spike por su parte, había luchado contra dos Cazadoras y las había matado, pero nunca pensó en torturarlas. No era así como esa lucha debía terminar. La batalla entre la Cazadora y el vampiro era algo mítica, algo sagrada.

O tan sagrada como algo tan maldito podía ser.

Lo que el ruin de Angelus le hacía a la chica era un insulto a eso. Él posiblemente no habría podido vencerla en una batalla, en lugar de eso la había encadenado, la había destrozado hasta tal punto que al final ella no podía controlarse. Y finalmente él tomaría la vida de la Cazadora, otorgándose el honor como si realmente se lo hubiera ganado.

Eso ponía enfermo a Spike.

Parte de él, también lo sentía por la chica, aunque se detestaba así mismo por admitir esto. Una cazadora debía morir en batalla, ella merecía luchar hasta el final.

Cuando Angelus finalmente decidiera terminar con su vida, no habría gloria para ella. ¿Y qué queda de una Cazadora que no ha tenido una muerte gloriosa?

Nada.

“¿Por qué estás enfuruñado, mi dulce Spike?”

Spike se giró hacia la voz de Drusilla mirándola mientras que ella bailaba desnuda bajo la luz pálida de la luna que se filtraba a través de las altas ventanas de la mansión. Su piel de marfil estaba cubierta de sangre – de la Cazadora – y esto tenía un efecto decididamente diferente en Spike que la última vez que pasó algo así.

Él se giró alejándose de ella.

Drusilla no pilló la indirecta. Por la forma en que ella intuía todo, Spike sabía que no le podía ocultar las cosas que sentía, aunque si era intencionado o no, él nunca lo sabría con certeza. Ella paseaba tranquilamente alrededor de él, colocándole las manos firmemente sobre sus piernas inútiles. “¿Te sientes mal ahora, mi poeta? ¿Es porque no puedes jugar con el nuevo juguete?”

Ella no podría estar más equivocada... Spike suspiró “Dru…”

Drusilla le acarició suavemente la cara, dejándole un rastro de sangre en su mejilla. “No tienes que preocuparte, cielo. Papá va a hacer que todo vuelva a ir bien. Él va a convertir a nuestra familia en cuatro otra vez, como debe ser”

Esas palabras hicieron que Spike levantara la vista bruscamente. Drusilla no podía querer decir lo que aquellas palabras parecían decir…”¿Qué es lo que va a hacer Angelus, luv?” preguntó temiendo la respuesta tanto como necesitaba confirmarla.

Drusilla saltó y giró sobre si misma una vez, aplaudiendo como ella solía hacer “¡Él va a hacerla como nosotros! Va a hacerme una hermana, y me ha prometido que podré jugar con ella todo lo que quiera”

La sensación de malestar creció en Spike. Drusilla obviamente estaba ciega con la idea de tener un nuevo juguete para añadir a su colección, pero Spike tenía la sensación de que las cosas no iban a salir como Angelus esperaba. Convertir a la Cazadora… nadie lo había hecho, estaba mal. Alteraba el orden natural de las cosas.

El vampiro lucha contra la Cazadora. El vampiro mata a la Cazadora. Así debía ser y cambiar esto solo traería problemas.

“Dru, no creo…”

Ella no dejó que terminara. El juego era demasiado divertido como para que William lo estropeara con su amargo humor. “Ven conmigo. Quiero que veas como papá la hace uno de los nuestros”

Lo último que Spike tenía en mente era ver algo como eso. Él había evitado el dormitorio de Angelus solo porque odiara ver las manos del viejo vampiro sobre el cuerpo de Drusilla sino también porque no soportaba mirar como profanaba a la Cazadora. No le emocionaba, no hacía que su demonio gritara de alegría.

Su demonio gruñía por el ultraje.

Pero Drusilla calló la protesta sellando sus labios y moviendo la silla detrás de él, llevándolo hasta que estuvieron junto a Angelus. Spike giró su cabeza para echar un vistazo a la Cazadora a la que Angelus había tomado.

Las cadenas ahora colgaban inútiles. La Cazadora había pasado ya el punto en el cual debía luchar por lo que le estaba pasando. En vez de eso, ella miraba fijamente a la distancia con su mente en alguna otra parte mientras Angelus se movía brutalmente sobre ella, violando el cuerpo que ella parecía querer desocupar.

Drusilla saltó sobre la cama arrastrándose hasta quedarse de rodillas junto a la Cazadora, sus ojos se abrieron de par en par por el placer “Hazlo ahora, papi”

Angelus miró hacia Dru y una sonrisa se dibujó en su cara antes de que se transformara dejando salir a su demonio. Spike miró con horror. El hombre y el demonio dentro de él estaban de acuerdo.

Estaba mal… nada bueno podría venir de esto…

Él no sabía porqué se veía obligado y no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde, Spike simplemente se acercó con su silla de ruedas tomando la mano de la Cazadora que sobresalía por el borde de la cama.

Ella la cerró al notar el contacto…

Y cuando su mano apretó la de ella, Buffy giró la cabeza y lo que vio en sus ojos le provocó una sacudida en el estómago.

Reconocimiento…

Parte de la chica aún estaba allí, sabía lo que le sucedía.

Sus ojos se cerraron y Spike dijo lo único que podía decir cuando cualquier persona era convertida en vampiro.

“Lo siento...”

La Cazadora sonrío suavemente, con tristeza en sus ojos, dando a entender que ella también.

Entonces los colmillos de Ángelus entraron en su garganta y ella se agitó, sus ojos se pusieron en blanco mientras que él se alimentaba de ella una última vez.

Spike apretó su mano aún más y no la dejó ir hasta que cayó lejos de él, sin vida.


2


Cuando ella despertó, todo lo que tenía era hambre. Intenso, quemándole. Esto hizo que ella gritara hundiendo sus garras en las sábanas.

Hasta que bruscamente alguien la sujetó por el pecho sujetándola hacia abajo.

“Buffy, para”

Ella se transformó, con sus ojos amarillos brillando mientras miraba a Angelus. Ella se calmó por un momento sintiendo a su alrededor. Todo lo que la rodeaba olía a viejo y a sangre seca.

Su sangre…

Recordó lo que había sucedido. Lo que había conseguido ponerla en ese estado. Angelus… Él la había arrinconado, aprovechando un momento de debilidad, y entonces la trajo a este lugar. Allí él la había destrozado.

Entonces él le hizo aquello que siempre había temido.

Ella lo recordaba. Ella lo recordaba todo.

Y nunca podría olvidarlo…

Una sonrisa se cruzó en su rostro, sus colmillos brillaban a la pálida luz “Tengo hambre, sire”

Angelus le dedicó una sonrisa malvada.


*** *** ***


Su primera matanza había sido demasiado fácil. La muchacha gritó, suplicando por su vida, pero no había alma dentro de la nueva vampiresa para oír sus súplicas. En vez de eso, hundió los colmillos en el fresco cuello de ella, incapaz de contener un gemido de placer por probar la sangre humana por primera vez. Era lo mejor que había probado nunca, mejor que cualquier cosa que ella habría podido imaginar. Cuando el corazón de la muchacha se detuvo, la vampiresa la lanzó al sucio suelo del callejón y se relamió los labios.

Angelus entonces se acercó a ella por detrás envolviéndola con sus brazos por la cintura “¿Ves, baby? Esto no era tan duro ¿verdad?”

Buffy se giró, la sonrisa en su cara esa bochornosa. “No. Esto es…magnífico”

Angelus recorrió con su dedo los labios de ella, entonces lamió los restos de sangre que él había recolectado “Sabía que amarías esto, Buff” sonrió fríamente “Además era la mejor manera de agradecerte el que solucionaras el pequeño problema que tenía con mi alma”

Buffy rió hasta que el sonido se tornó malvado “No te preocupes, baby. Voy a hacer todo lo que pueda para agradecerte esto”

“Mmm… esa es mi chica” Angelus cogió a Buffy por la cintura levantándola y ella lo abrazó con sus piernas. Él pateó el cuerpo de la chica muerta y empujó a Buffy contra el muro de ladrillos, pegándose a ella.

*** *** ***

Casi había amanecido cuando Buffy se arrastró fuera de la cama, con cuidado de no despertar ni a Angelus ni a Drusilla. La otra mujer vampiro se había molestado porque no le permitieron ir con su nueva hermana en su primera cacería, pero Angelus la había recompensado permitiendo que Drusilla jugara con ellos todo cuanto quisiera.

Buffy caminaba por el pasillo masajeando sus hombros con despreocupación. Sabía que no hace mucho tiempo se habría perturbado por su desnudez, pero ahora le parecía algo trivial.

Se detuvo cuando se encontró con Spike. Su cabeza se ladeó al ver como él dormía en su silla de ruedas. Estaba pálido y demacrado. Sus nuevos instintos le hacían saber que él no debía haberse alimentado durante algún tiempo.

Lo observó durante un momento, intentando decidir que hacer. Su primer pensamiento fue no confiar en nadie, especialmente en alguien que, en otro tiempo fue su enemigo mortal.

Sin embargo, un recuerdo permanecía en su mente. Borroso, pero sin embargo ahí estaba.

Una mano agarrándose a la suya…

Caminó hacia él y se puso de cuclillas delante de su silla de ruedas. “Spike” susurró agitándolo ligeramente. Como él no respondió, lo intentó un poco más fuerte “¡Spike!”

Spike sacudió su cabeza, parpadeando. Frunció el ceño al ver a la chica desnuda a sus pies “¿Cazadora?” preguntó aturdido.

“Mas o menos” contestó “vamos, voy a llevarte a la cama. Estarás más cómodo así”

La frente de Spike se arrugó, la situación le parecía absurda. Quizás el cansancio y el hambre habían afectado a su cerebro. “¿Por qué te preocupa donde yo duerma?”

Buffy acarició su mejilla, era el primer gesto de cariño que hacía desde que fue convertida “Porque tu has sido la única persona en esta casa que me ha demostrado amabilidad”

Algo iba mal, Spike lo sabía, pero permitió que ella arrastrara la silla hasta uno de los dormitorios, entonces lo ayudó a meterse en la cama. Él esperaba que ella se diera la vuelta y regresara con Angelus, sin embargo ella lo sorprendió escalando sobre él. Ella se deslizó hasta el final del cama para quitarle las botas y luego llegar a sus pantalones.

La mano de Spike salió disparada hacia la de ella “¿Qué estás haciendo?”

“Es para que estés más cómodo” respondió Buffy con una sonrisa amplia, sus ojos verdes mostraban una inocencia que Spike sabía que no era de fiar.

“Pet. No deberías. Angelus…”

Ella sonrió con malicia “Sabes, no creo que te importe mucho lo que Angelus piense”

Spike suspiró. En parte ella tenía razón. Pero como estaban ahora las cosas, tan débil como estaba no quería correr el riesgo de jugar con el nuevo juguete de su abuelo vampiro antes de que éste se hubiera cansado de ella. Tal vez, más adelante, el propio Angelus permitiría que el propio Spike jugara con la rubia y haciéndolo por su propia cuenta estaba corriendo un riesgo que actualmente no podía permitirse.

“A mi no, pero…”

Buffy colocó su dedo frío contra sus labios. “Shh… solo quiero cuidar de ti, baby”

La situación era difícil y Spike estaba demasiado débil para oponerse. Dejó que Buffy lo desnudara y cuando sus manos se acercaron a su flácido miembro, agarrándolo, suspiró.

“Ni siquiera lo intentes, pet. No puedo sentir ninguna maldita cosa de cintura para abajo gracias a tu truquito del órgano”

Buffy hizo pucheros, con una mirada que sin duda habría devuelto la vida a su miembro si tuviera alguna posibilidad. “Mala, Buffy mala” dijo dándose un golpecito en la cabeza “Una vez que recuperes tus fuerzas tendrás que castigarme”

La única respuesta de Spike fue levantar sus cejas.

“Mientras tanto… tienes que alimentarte” Buffy se retiró el pelo de su cuello e inclinó su carne contra la boca de Spike “Aquí. Me alimenté lo suficiente como para los dos esta noche”

Spike echó su cabeza hacia un lado “No”

Buffy se sentó, frunciendo el ceño “¿Qué? ¿Por qué? Vamos, Spike. Sé que siempre quisiste morderme”

Ella tenía razón, por supuesto pero ahora las cosas eran diferentes. Algo iba mal aquí y no era solo porque la Cazadora ahora fuera un vampiro.

Ella querría algo a cambio y esto hacía que Spike estuviera demasiado nervioso para preguntarle qué.

Buffy no iba a aceptar un no como respuesta. “Spike, necesitas alimentarte y mi sangre te ayudará. Aún podría tener las propiedades de la sangre de la Cazadora ¿Eso no hace que os curéis más rápido?”

Considerándolo por un momento, Spike seguía apartando su cabeza. Quería lo que le ofrecía ¿pero debía tomarlo?

Buffy no dejó que se decidiera. Lo agarró por la nuca haciendo caso omiso de su protesta y puso su boca contra su cuello.

“Bebe de mi, Spike. Vamos baby, se que lo deseas”

Spike sentía la carne fría en sus labios pero se negaba a abrir la boca.

Buffy se sentó a horcajadas sobre la parte inferior de su cuerpo, restregándose contra él dejando escapar un gemido. “Por favor Spike… necesito tus colmillos”

Trató de luchar contra ella, resistirse a algo que quería hacer, pero ella seguía moviéndose contra él. Su zona íntima se había humedecido y el olor de su excitación llegaba hasta él. Un dulce aroma que nunca había conocido. Hacer cosas para él incluso si su miembro no podía responder.

Entonces sus colmillos laceraron su piel, gruñendo por el hambre, tomando su sangre que aún tenía un rastro de calor. Buffy se quedó sin aliento y gimió, su cuerpo estaba lleno de placer hasta que Spike salió con un gruñido.

Buffy sonrió, recuperando una respiración que no necesitaba. Se inclinó y lamió su propia sangre de la boca de él antes de que sus labios se reunieran en un inesperado beso.

“Tengo que volver” dijo ella poniéndose en pie “No puedo correr el riesgo de que Angelus se moleste conmigo ahora. Pero las cosas serán diferentes conmigo aquí, Spike. Voy a cuidar de ti”

Spike sabía que Angelus no le gustaría eso. Él era mucho más fácil de mantener bajo control mientras estuviera debilitado “Buffy, no tienes que…”

“Quiero hacerlo” insistió Buffy.

“Pet…” se estiró agarrando su mano, se quedó helado de inmediato al recordar la última vez que él había hecho eso. Buffy también debió pensar lo mismo porque una mirada de horror cruzó por su cara y retiró la mano bruscamente.

Spike no pudo protestar por esto. A pesar de que el demonio que estaba en ella estaba seguro que lo que había sufrido en manos de Angelus era lo mejor que podría haberle pasado, era evidente que parte de ella aún no lo tenía tan claro.

“Gracias Buffy”

Ella buscó sus ojos lentamente, parpadeando cuando lo hizo. ¿Él la había llamado por su nombre antes? No podía recordarlo…

“De nada” respondió con un susurro apenas audible incluso para sus oídos antes de deslizarse fuera de la habitación y volver a la cama de su sire.

*** *** ***

La primera sugerencia de Angelus sobre lo que Buffy debía hacer ahora que era un vampiro había sido que matara a su madre, pero algo dentro de ella se había resistido a dicha sugerencia. Ella no se sentía especialmente necesitada de ver a la mujer de nuevo, pero al mismo tiempo, asesinarla no le parecía bien.

Era algo que a ella le resultaría demasiado duro.

Lo que no significaba, sin embargo, que le fuera a pasar con todo el mundo que ella había conocido siendo humana.

Ella esperaba en la puerta de Xander, envolviéndose con sus brazos lo que le daba un aspecto de estar más asustada. En el momento en que ella levantó su cabeza dejó ver unas lágrimas.

“¡Buffy!” exclamó él entre emocionado y conmocionado “¡Oh, Dios, Buffy! ¡Todos pensábamos que habías muerto!”

“Xander, por favor, tienes que dejarme entrar” suplicó Buffy mirando hacia atrás en un gesto simulado de pánico. “Acabo de escaparme y creo que Angelus me está siguiendo. Por favor… no puedo volver allí, después de… ¡Oh Dios Xander!¡Las cosas que él me hizo…!”

Xander echó un vistazo rápido buscando al propio Angelus “Sí, pasa. Él no podrá cogerte si estás dentro”

De repente la expresión de miedo de Buffy cambió a una maliciosa sonrisa mientras cruzaba el umbral. “De verdad, Xander, eres muy amable”

Ese instante Xander supo que algo iba mal, pero su cerebro no parecía darse cuenta de qué era. Entonces vio como las hermosas facciones de Buffy cambiaban revelando lo que ella era ahora y él gritó.

“Shh… voy a hacerlo rápido” le dijo Buffy “Además, siempre quisiste mi boca en ti ¿no?”

“No así” respondió Xander temblando de miedo. Miró alrededor de la habitación buscando desesperadamente algún tipo de arma pero no había nada.

Buffy agarró a Xander con su sobrenatural fuerza y lo empujó contra la pared “Vamos a ver qué podemos conseguir” le dijo con un gruñido antes de que los colmillos rasgaran su cuello.

Después, el cuerpo sin vida de Xander golpeó el suelo y Buffy salió de la casa lamiéndose los labios. Angelus la esperaba fuera, con una gran sonrisa en su rostro.

“¿Te gustó, baby?” preguntó, pasando el brazo por su cintura.

“Estaba delicioso” contestó Buffy arrimándose a él. Miró hacia arriba “Quiero otro”

Angelus rió entre dientes, orgulloso de su chica “Tú primero”


3

Willow no podía dormir. En realidad, ella no había podido dormir durante días, ya que Buffy había desaparecido.

No había ninguna duda de lo que le había sucedido, no con Angelus suelto. A Willow le desgarraba por dentro pensar en Buffy a manos de ese monstruo, y lo que él le podría haber hecho mientras la hubiera tenido con él.

La antigua fábrica estaba en ruinas, la destruyó Giles en su intento de obtener venganza por la muerte de su amada Jenny Calendar. Willow no dudaba de que Angelus había escapado de la hoguera, y desde entonces había tenido a Buffy, pero no había ninguna señal de ninguno de ellos.

Buffy, su mejor amiga, se había ido. Willow no pudo ayudar, pero sentía que de alguna manera le había fallado a ella.

Un extraño ruido fuera de su habitación hizo que Willow se sentara en la cama, y buscó bajo su almohada para apoderarse de la gran cruz de madera que usaría si se diera el caso. Temía el día en que tuviera que intentar explicar a Ira y Sheila Rosenberg por qué su única hija dormía con una cruz, pero con todo lo que estaba sucediendo, se sentía segura con ella.

Otro ruido, en esta ocasión unos claros golpes en los cristales de la puerta. Provisionalmente, se deslizó de la cama y, llegó hasta ella, jadeando cuando ella corrió las cortinas y vio fuera a Buffy aterrorizada.

Inmediatamente, tiró la cruz al suelo y abrió la puerta. "¡Buffy! ¡Estás viva! ¡Pensé que seguramente Angelus te habría matado!" Willow exclamó con lágrimas en sus ojos.

Buffy afirmó con su cabeza, sus brazos se agarraban fuertemente alrededor de su cuerpo. "... Él quería jugar conmigo primero. Oh, Dios, las cosas que él me hizo" Buffy miró sobre su hombro, como si tuviera pánico. "Me escapé en la primera oportunidad que pude, pero creo que viene detrás de mí. Tienes que dejarme entrar, Willow. Por favor. "

Willow abrió su boca, las palabras casi habían salido. Pero entonces, se congelaron… Algo iba mal. Ella estaba todavía de pie fuera de la casa, pero la puerta estaba abierta. Si Angelus la estaba persiguiendo ¿por qué no había entrado Buffy ya?

Ella no quería que la preocupación que sentía en su estómago fuera cierta, pero Willow sabía que había al menos debía asegurarse. Si ella se equivocaba, y por dios que no fuera así, entonces Buffy lo entendería.

Si no... bueno, ella no quería pensar en eso, porque tenía que estar equivocada.

Willow dio algunos pasos hacia atrás. "Um, sólo un momento, Buffy."

"¡Willow, por favor, date prisa! Él podría estar aquí en segundos!”

Tan pronto como pudo, Willow cogió la cruz del suelo y la estiró hacia Buffy. Llena de horror cuando obtuvo la respuesta que había temido.

Buffy se había asustado y su rostro cambió de forma mientras se echaba hacia atrás, lejos de la cruz “¡Puta!” le gritó a Willow.

Ver a su amiga como un vampiro era más de lo que Willow podía soportar. Cerró la puerta de su casa antes de volver a su habitación. Se dejó caer al suelo con la cruz en su pecho mientras comenzaba a sollozar oscilando hacia delante y hacia atrás.

Había perdido toda esperanza.

Buffy estaba muerta…

*** *** ***

“No me dejó entrar” dijo Buffy molesta dándole una patada a una pequeña piedra “Estúpida Willow”

“No, no, Buffy” dijo Angelus envolviéndola con su brazo por encima del hombro “¿Quieres que quemamos la casa?¿Esto haría que te sintieras mejor?”

Buffy negó con la cabeza, firme en su lugar “Yo quería comer”

“Baby, ya te has comido a Xander y a aquel vagabundo. Sólo porque estés muerta no significa que no puedas acumular grasa”

“Pero quiero comerme a otra persona. Le mostré mis colmillos como una principiante y entonces ella no me dejó entrar” Buffy se giró hacia Angelus buscando su mirada y movió sus pestañas “¿Me llevas al Bronze?”

Angelus suspiró “Bien, pero solo porque a mi también me apetece”

Buffy saltó de placer, rebotando ligeramente “¡Sí! Vamos ahora” ella se agarró a su brazo y comenzaron a caminar.

Una sonrisa se dibujó en su cara cuando se dio cuenta de lo fácil que era manipular a su sire. Sólo un poco más de sangre y ella tendría la suficiente para llevarle a Spike…

*** *** ***


Spike despertó al sentir a Buffy lamiéndole el cuello. Gimió, su brazo la rodeó por la cintura por instinto pegándola a él.

“Te traje la cena” dijo Buffy mordiéndolo en el cuello suavemente con sus dientes humanos.

Él no dudó esta vez mientras Buffy se colocaba sentada sobre él que clavaba sus colmillos a su cuello. La sangre que le había dado la noche anterior estaba teniendo su efecto y él fue capaz de pasarse de la silla a la cama, aunque con dificultad.

Buffy gimió y se contorsionó en su regazo. Y por primera vez en lo que a Spike le pareció una eternidad su miembro reaccionó. Gimió de placer ya que seguía bebiendo la sangre que le estaba proporcionando una nueva fuerza.

Cuando tomó lo suficiente para pasar la noche salió del cuello de Buffy y lo lamió. “Joder, que bien sabes, pet” murmuró contra su piel.

Buffy rió “apuesto a que tu también”

Spike sonrió con malicia “Bueno, no me voy a quejar pero ¿no se pierde el propósito de alimentarme si luego tomas la sangre de nuevo?”

“No quise decir eso” dijo Buffy sacudiendo su cabeza. Ella se deslizó quedándose de rodillas entre sus piernas, las manos fueron a los botones de su pantalón vaquero. “Me refería a esto…”

Spike gimió cuando ella abrió la cremallera y sacó su miembro agarrándolo con su manos “Buffy, Angelus no…”

“No me importa Angelus” dijo ella pronunciando el nombre de su sire con disgusto antes de sacar la lengua y lamer la cabeza de su miembro.

“Debería, pet” dijo Spike al mismo tiempo que empujaba sus caderas hacia arriba lo mejor que pudo “tú solo eres un polluelo y yo no estoy en condiciones de protegerte”

“¿Lo harías si pudieras?”

La pregunta no llegó con claridad a su mente a causa de la lujuria “¿Podría qué, Buffy?”

“Protegerme” aclaró con ojos salvajes, fascinada “de Angelus”

Antes de que Spike pudiera contestar ella lamió su miembro añadiendo esta vez un rápido bocado en la punta. Spike gimió de placer “Joder, pet…sí…”

“Por tanto…¿tú me protegerías si yo lo necesitara?” preguntó una vez más y luego lamió el eje.

“Sí. Todo…todo lo que necesites” dijo Spike lleno del placer que le proporcionaba con su boca después de haberle sido negada la estimulación sexual durante tanto tiempo.

“Parece que Spikey va recobrando un poco de su fuerza” bromeó Buffy con otro lametón.

Spike miró hacia abajo con una ceja arqueada “No solo un poco, Cazadora”

Buffy rió “Nop, nada de poco. Me pregunto cuanto puede caber en mi boca” ella resbaló hacia abajo, sus ojos se abrieron al máximo cuando se dio cuenta de la respuesta a esa pregunta. Se echó hacia atrás con una sonrisa “Vale, estoy totalmente encantada de no tener que respirar”

Spike la agarró por la nuca y la empujó hacia abajo “Sí, yo también. Ahora deja de hablar y chupa”

Buffy buscó su mirada y rodó los ojos pero sin levantarse. En vez de eso se lo metió todo en la boca, manteniendo su largo eje en el fondo de su garganta mientras ella tragaba alrededor de él.

“Joder, sí” Spike gimió, sintió drásticos escalofríos cuando Buffy rozaba con sus dientes la base de su miembro. El agarró con sus manos su largo y rubio pelo y comenzó a mover la cabeza arriba y abajo, follando su boca.

En vida, Buffy no creía que ella pudiera haber disfrutado con algo así, ni siquiera con Spike. Pero ahora, en este momento, en este lugar, le encantaba. Todo lo que tenía que hacer era mover un poco su lengua y Spike era total y completamente suyo.

Realmente era otra perspectiva del mundo.

“Todo, Cazadora. Trágate mi polla” dijo Spike con ironía apretando sus manos contra su cabello “Trágatelo todo”

Buffy lo complacía feliz.

Cuando Spike se corrió en su boca fue brusco y rápido pero ella lo ingirió todo, dispuesta a llegar hasta el final. Finalmente Spike se desplomó.

Buffy subió su cuerpo, sintiendo las vibraciones de ronroneo en su pecho “Tan delicioso como pensaba” dijo girando el cuello.

Spike no podía hacer otra cosa que jadear, su cuerpo todavía temblaba por el orgasmo. ¿Esta era la mujer que Angelus había añadido a su cama?

Odiaba a ese gilipollas aún más…

“De verdad, de verdad que no te quiero dejar” dijo Buffy sentándose “Pero no quiero hacer que Angelus se inquiete, él dice que tengo que dormir allí con él porque soy suya, pero ¿te puedo decir un secreto?”

“¿De qué se trata, pet?”

Buffy se inclinó y con los labios en su oído susurró “Yo no quiero ser suya. Quiero ser tuya”

Entonces ella se levantó y se fue, dejando a Spike perplejo.

*** *** ***

Angelus esperaba a Buffy cuando esta regresó a la habitación. Se sentó en el borde de la cama con sus brazos cruzados sobre su pecho desnudo. Drusilla dormía junto a él ajena a lo que ocurría a su alrededor.

“¿Dónde has estado?” preguntó Angelus enarcando una ceja.

Buffy lo miró a sus ojos desafiantemente “Jugando con Spike” respondió.

En un abrir y cerrar de ojos Angelus se puso en pie y agarró a Buffy por el pelo “¿He dicho yo que puedas jugar con Spike?”

“Solo fue un pequeño bocado” dijo Buffy mirando a Angelus con sus mejores ojos “Puedo compensarte”

“Más te vale” dijo Angelus con un gruñido, arrojándola al suelo “A cuatro patas, perra”

Buffy hizo lo que le dijo, rodando sus ojos en cuanto Angelus se puso detrás.

Tenía la esperanza de que Spike se recuperara pronto…

*** *** ***

Willow no se había movido de su lugar en el suelo hasta que el sol comenzó a salir. Ella dejó de llorar horas antes y ahora simplemente estaba mirando a la pared.

La posibilidad de que Buffy muriera siempre había estado en su mente, sobre todo desde lo que había pasado con el Maestro, pero Willow aun seguía aferrándose a la idea de que Buffy era invencible. A la Cazadora rubia le había ido bien, incluso consiguió engañar a la muerte. Entonces ¿cómo había podido pasar esto?

Willow no pudo evitar preguntarse si había sido culpa suya. Buffy había salido sola a patrullar cuando fue capturada. ¿Habría sido diferente si Willow hubiera dejado la sesión de estudio para el examen y hubiera ido con ella, habría muerto ella también? ¿Se rindió demasiado pronto de buscar a Buffy cuando desapareció? ¿Ella no había buscado bien, tenía demasiado miedo de hacer frente a una situación en que no podía ayudar a su amiga?

Se suponía que nada de eso importaba ahora. Buffy se había ido. Ella era como Jesse había sido, un demonio había tomado el cuerpo de su amiga. La parte que había sido realmente de Buffy, su alma, la había abandonado en el momento en que ella murió.

Giles le había dicho esto tantas veces sobre los vampiros, que ahora Willow sabía que era como un evangelio.

Giles… Por mucho que le desagradara hacerlo, Willow tenía que levantarse ahora. Necesitaba ir al instituto para darle la noticia. Ella tembló al pensar eso, no sabía como se lo iba a tomar el vigilante. Willow sabía que él había querido a Buffy como a una hija, y la muerte de Jenny aún era tan reciente…

Sería suficiente para acabar con él, ella lo sabía.

Sin embargo, aún quedaba mucho por hacer.

Con una determinación que ella no sabía que poseía, Willow se puso en pie, decidió que podía hacerle frente a este día.

Y a todo lo que viniera después…

4


Giles supo en el momento en que Willow entró en la biblioteca que algo andaba mal. El rojo de sus ojos le decía que ella había estado llorando, y su rostro… ella estaba desolada. Se apoyó sobre el mostrador, esperando lo peor.

Por su parte, Willow había ensayado una y otra vez en su cabeza lo que iba a decir para darle la noticia a Giles. Tenía que ponérselo fácil, quizás si le decía que se sentara como hacían en las películas…

Pero cuando llegó el momento todo lo que pudo hacer fue desembuchar, su voz se quebró por el llanto “¡Buffy está muerta!”

Giles había sabido de alguna manera lo que ella iba a decir, incluso si su corazón no quería creerlo “… ¿estás segura? Willow ¿qué ha pasado?”

“La vi anoche” hizo una pausa para sorber por la nariz “¡Giles, ella es un vampiro!”

Era incluso peor de lo que había pensado, Giles se tambaleó, apenas pudo sostenerse apoyándose con su mano en el mostrador “No… por favor, no”

“Ella… ella vino a mi casa” continuó Willow “trató de que la invitara pero supe que algo iba mal y lo confirmé con la cruz. Y entonces ella… vi su cara, Giles” la pelirroja se detuvo un momento y añadió “entonces se fue”

“No puedo..:” Giles sacudió su cabeza, quitándose las gafas para poder limpiarse mejor las lágrimas “ella no”

Willow abrió su boca para responder, para intentar decirle a Giles que no había sido culpa de él, pero no tuvo la oportunidad. Cordelia irrumpió en la biblioteca.

“¡Xander está muerto!”

Tanto Willow como Giles miraron a Cordelia, con idénticas miradas en shock hacia la morena que sollozaba. “¿Qué dijiste?” preguntó Willow, su cerebro no pudo procesar la noticia de que ella había perdido a sus dos mejores amigos en el mismo día.

“Xander ha muerto, yo…” Cordelia se detuvo adquiriendo su típica posición de estar totalmente ida “Fui a por él en el coche para ir al instituto y había policías por todas partes. No me dijeron mucho pero cuando les expliqué que era su novia, me contaron que su madre se lo había encontrado muerto esta mañana”

Willow se hundió en el suelo, con su cabeza enterrada en sus manos “Todo es culpa mía”

“No, Willow, no lo es” insistió Giles.

“Lo es. Fue Buffy quien lo mató, Giles, lo sé… simplemente tuvo que ser ella. ¡Él debió invitarla, pero él no lo habría hecho si yo se lo hubiera advertido!”

Cordelia dio un paso atrás “Espera, que está pasando aquí. ¿Hemos encontrado a Buffy?”

Willow miró a la animadora “Buffy es un vampiro. Intentó… intentó entrar en mi casa anoche. Debió haberlo conseguido con Xander” se quedó mirando en la distancia “Sólo que ella no lo habría hecho si yo lo hubiera avisado en vez de quedarme toda la noche llorando como una completa idiota”

Giles dio un paso provisional y puso una mano sobre el hombro de Willow “No te puedes culpar por eso. Por un lado no sabes si fue Buffy la que lo hizo y si así fuera no sabes si Xander estaba muerto antes de que fuera a tu casa”

Willow sacudió su cabeza, doblándose sobre sí misma.

El mundo se derrumbaba a su alrededor y la única persona a la que podía culpar era ella misma.

*** *** ***

Buffy estaba aburrida.

Miró hacia Drusilla y Angelus.

Dolorosamente aburrida

No le había hecho falta mucho tiempo para darse cuenta de que no le gustaba ir de caza con Dru. Ella estaba malhumorada e inestable, y toda la noche había girado en torno a ella desde el principio. Buffy además sabía que ella manipulaba a Angelus moviendo sus pestañas de forma estratégica, y sinceramente… empezaba a estar harta de Drusilla.

Y si ella llamaba a Angelus “papi” una vez más Buffy iba a poner fin a su miseria y acabar con el juego ella misma.

“papi ¿podemos encontrar algo agradable para jugar con los niños? Me encanta la forma en que ellos sonríen en mi vientre”

De acuerdo, ya era oficial. Buffy decidió que se buscaría a otra persona para comer por su cuenta.

“¿Por qué no van ustedes dos? Yo me regreso a la mansión” anunció Buffy.

“¿Tú sola?” preguntó Angelus rápidamente “¿Tú estás…?”

“Ya hice la noche” ella sonrió dulcemente a su sire “Tú realmente me dejaste agotada”

Angelus hinchó su pecho con orgullo “¿yo?”

“Sip. Demasiado movimiento para mi. Vosotros dos se van, masacran un orfanato o lo que sea”

“Aún eres joven, Buffy.” Señaló Angelus “Estás segura de que puedes…”

“Papi, quiero ir a jugar ahora” dijo Drusilla enfadada dando un golpe en el suelo con el pie “Deja que el juguete se vaya por su cuenta. No me importa”

“A mi me parece bien. Además creo que Dru quiere estar a solas con su ‘papi’” Buffy guiñó un ojo antes de girarse y desaparecer entre las sombras, agradecida cuando escuchó que Angelus y Dru se iban en otra dirección. No estaba segura de cuanto más podría aguantar con ellos dos.

Al menos Spike era sensato, en términos relativos en cualquier caso.

Buffy se transformó en Clawford street, manteniendo sus ojos en las posibles victimas, cuando divisó una chica de aproximadamente la misma edad que ella en una esquina, sus ojos se agrandaron cuando la chica tembló. Miró hacia la mansión, estaba cerca de donde la chica estaba y un plan se formó en su cabeza.

Spike podría conseguir comida caliente esta noche…

“¿Te has perdido?” preguntó Buffy a la muchacha. Su rostro de demonio se había esfumado, ella simplemente parecía la estudiante de secundaria que solía ser.

La chica se giró, alertada, pero inmediatamente se tranquilizó cuando vio a Buffy. Después de todo, aunque a ella le habían enseñado a no hablar con extraños, una pequeña rubia adolescente no era una amenaza.

“Sí, eso creo. Soy nueva en Sunnydale, estaba intentando encontrar a unos amigos con los que se suponía debía encontrarme y debí haberme confundido” ella se encogió de hombros “no tengo ni idea de donde me encuentro”

“Mi casa está justo al final de la calle” dijo Buffy con una sonrisa “¿Quieres venir y usar mi teléfono?”

“¿Me dejarías?” preguntó la chica “Gracias, eres muy amable”

“Claro, no será un problema” dijo Buffy tratando de contener un baile por lo facil que había sido “sígueme”

Sin protestar la chica siguió a Buffy y en ningún momento pasó por su mente que la estaba conduciendo a su muerte.

“El teléfono está por aquí” dijo Buffy al entrar en la mansión.

“No veo nada” dijo la chica tratando de ver en la oscuridad.

“Lo siento, la bombilla se fundió justo antes de que me marchara y estos techos son demasiado altos. Pero el teléfono está por aquí. Ven” Ella colocó su mano sobre el brazo de la chica y la llevó hacia la habitación.

Le llevó un momento que sus ojos se acostumbraran a la tenue luz de las velas, pero cuando lo hicieron, ella jadeó. Estaba en un dormitorio y un hombre vestido de negro estaba reclinado sobre la cama.

El hombre sonrió and the girl's earlier ease was gone. Quien sea que fuera este hombre, una Mirada suya, había conseguido aterrorizarla.

“Bueno, bueno ¿qué tenemos aquí? ¿Comida a domicilio, pet?”

“Sip, claro que sí” respondió Buffy, obviamente satisfecha consigo misma “Pensé que querrías algo fresco”

Pero la chica se giró, solo para gritar cuando vio el rostro vampírico de Buffy, se tropezó y se giró de nuevo y entonces vio que la cara de Spike había cambiado también.

Buffy agarró a la chica y la empujó sobre la cama obligándola a caer sobre el regazo de Spike. La chica luchó pero ella no era rival para la fuerza del vampiro, y pronto los colmillos de Spike se hincaron en su cuello.

Buffy observaba como Spike se alimentaba, esa visión la hacía temblar de deseo. Mientras que ella lo encontraba atractivo antes – a pesar de que no lo quisiera admitir – saber que él no la rechazaría bastaba para no poder apartar la vista de él. Pero ahora… él era cruel, sanguinario, asesino…

Y esto realmente la excitaba…

Cuando la chica fue desecada, Spike se levantó, su lengua salió a por el exceso de sangre que había en su cara. Buffy agarró el cuerpo muerto y lo arrojó a un lado de la cama antes de saltar sobre el regazo de Spike, atrapando su boca y besándolo, gimiendo de gusto por él y por tanta sangre humana fresca.

“Fóllame, Spike” suplicó frotándose sobre su regazo “te deseo…”

“¿Dónde está Angelus?” preguntó Spike, Buffy's kisses making him pant.

“Él y Dru aún están fuera. Estamos solos”

Era todo lo que Spike necesitaba saber. Con un gruñido la trajo más hacia él, haciendo que Buffy chillara de satisfacción por sus acciones. La deseaba – desde el momento en que la vio, realmente – y no iba a dejar pasar la oportunidad que se le presentaba. La Cazadora era una cosita tan caliente, incluso si era más figurado que literal ahora y con sangre caliente en sus propias venas y con Dru negándole la cama durante tanto tiempo, él deseaba más que nada un buen polvo.

No hubo ninguna caricia, ninguna delicadeza cuando Spike empujó a Buffy, levantándole la falda por las caderas, bajó la cremallera de sus pantalones y se introdujo en su cuerpo. Ella gritó de placer y lo rodeó con sus piernas celebrando la unión mientras él empujaba con un ritmo rápido y constante.

Los ojos de Buffy se pusieron en blanco con una gran sonrisa en su cara, Ángel nunca había sido capaz de darle a ella algo como esto – con o sin alma. Spike la tenía tan grande, tan gruesa, la llenaba por completo.

Cuando el orgasmo se acercaba los empujes se hicieron más violentos e hicieron gritar a Buffy. A ella le llegó de forma cegadora, buscó algo a lo que aferrarse y encontró a la chica muerta, sus frágiles huesos crujieron debido a su aplastante fuerza.

Después él sintió sus músculos vibrar alrededor de él, haciendo que Spike llegara a clímax también liberando un sincero grito.

Él se derrumbó dentro de ella pero Buffy no lo empujó fuera. En vez de eso lo acercó más a ella haciendo que enterrara su cabeza en el hueco de su cuello. Había sido…

Bueno, decir que él había sacudido su mundo, sin duda, no era una exageración.

Sin embargo, su verdadera felicidad radicaba en lo mucho que Spike parecía haber disfrutado con ella. Ella quería que él la deseara – que la deseara lo suficiente para querer más.

Buffy suspiró “Ojalá pudiera estar así siempre. Soy tan feliz cuando estoy contigo…”

Spike la miró, sacando su miembro hacia un lado “¿No te gusta Angelus?”

Buffy sacudió su cabeza, arrugando sus labios “Angelus realmente no me satisface” ella acarició su mejilla “no como tú, Spike”

Spike tenía que admitir que se sentía menos hombre, había caído en las redes que había tejido con sus pequeñas manos. Sin embargo era lo suficientemente listo como para saber cuando estaban jugando con él – incluso aunque su miembro le gritara que quería más sexo como el que acababa de tener.

Se levantó, poniéndose bien sus pantalones, para darle después una patada a la chica muerta del suelo y ocupar el lugar donde ella había estado “Está bien, Buffy, dime ¿a qué extraño juego estás jugando?”

Buffy parpadeó y se arreglo su falda “¿Juego?” preguntó.

“Quieres algo de mi, y estás jugando conmigo ahora que Angelus no está, así que corta el rollo y ve directa al grano”

Buffy estuvo en silencio un momento decidiendo que hacer. Ella había buscado a Spike al principio porque era él único aliado disponible y esperaba que él no se diera cuenta. Finalmente ella habló, dándole la tajante respuesta que él quería.

“Quiero matarlo”

Spike arqueó su ceja, la respuesta de Buffy no era exactamente lo que él esperaba “Tú quieres… yo pensé que estabas enamorada de él o algo”

“Lo odio” respondió resoplando “Recuerdo mi último día como humana, Spike. Me acuerdo de todas las cosas enfermizas que me hizo, y… duele. Y esto que soy ahora…él lo hizo para que me doliera también” Hizo una pausa encogiéndose de hombros “por supuesto, yo no tengo el mismo miedo a esto que cuando estaba viva, por todo eso de ser ahora un vampiro malvado, pero Angelus sabía cuando lo estaba haciendo que me estaba obligando a vivir mi peor pesadilla. Él quería destrozarme, pero no lo consiguió, y ahora solo quiero mi venganza”

Spike la miró durante un momento, procesando su pequeño discurso. No es común que una apadrinada sea tan decidida en el hecho de matar a su sire, independientemente de las circunstancias de su conversión. Tal vez quedaba un poco de la Cazadora en ella, Spike no lo sabía.

“¿Quieres que lo mate por ti?” preguntó.

Buffy negó con la cabeza “No, cuando tenga la oportunidad yo misma lo mataré. Pero yo…” se detuvo y miró hacia abajo, con miedo a admitir toda la verdad pero sabiendo que no tenía más remedio que poner todas las cartas sobre la mesa si quería conseguir de él lo que necesitaba “Este mundo es nuevo para mí, Spike. No quiero estar sola en él”

Spike buscó en su voz cualquier signo de mentira en ese momento pero no encontró ninguno. Él sabía lo que ella estaba sintiendo, recordaba sus primeros días como vampiro y el malestar que venía al descubrir que todo era diferente. Por una parte, todo era increíble, pero por otra, era abrumador.

“¿Entonces solo quieres mi promesa de que no te voy a abandonar?”

Buffy asintió “Y… y quiero que seas como mi sire. Quiero que me enseñes lo que tengo que hacer”

“¿Quieres que sea como tu sire cuando tu sire actual desaparezca?” preguntó Spike queriéndose aclarar él mismo sobre la petición tan particular que le estaba haciendo.

“Sí”

Él se tomó un momento y reflexionó sobre su petición. Acabar con Angelus no entraba dentro de la lista de cosas que a él le gustaría ver, pero esto podría causar tensiones en su pequeña macabra familia.

Grandes tensiones.

“Vas a hacerlo independientemente de mi respuesta ¿verdad?” preguntó.

“Sí, y honestamente, si te interpones en mi camino te convertiré en polvo también”

Spike echó un rápido vistazo apreciando la veracidad de su respuesta “Nunca me cayó bien ese gilipollas pero el hecho es que Dru sigue estando muy encariñado con él. El que él sea polvo no la va a hacer feliz”

Buffy estrechó sus ojos “¿Así que qué, lo dejas vivir para que la loca de tu novia no de el coñazo?”

En un instante, Spike abandonó la postura relajada que había tenido, y agarró a Buffy por el cuello, empujándola sobre la cama con fuerza “Nunca más hables así de Drusilla ¿me oyes, niña? Tú no eres nada comparada con ella”

Buffy asintió, moviéndose con dificultad debajo de él “Sí, está bien. Déjame”

Spike la agarró por sus muñecas, provocando en ella una mueca de dolor, pero la dejó recuperarse “Yo nunca dije que no me gustara deshacerme de él por ella, solo digo que ella no sería feliz. Ella formará un gran alboroto. Lo que quiero es que me prometas que no le harás daño de ninguna manera. No voy a perder a Dru”

A Buffy realmente no le gustaba la modificación de su plan. Ella tenía la esperanza de deshacerse también de Drusilla al final del juego. Supuso que podría soportarlo mientras Angelus se fuera – y mientras Spike siguiera prestándole atención.

Y demonios, quizás Buffy pudiera convencerlo de que ella era mejor mujer de alguna manera y él dejara plantada a su sire loca.

“Claro” contestó Buffy “Sólo Angelus me interesa”

“Entonces tienes mi apoyo”

Buffy sonrió brillantemente y se acercó a sellar el acuerdo con un beso “Voy a lavarme antes de que Angelus llegue a casa. Tú deberías también. Él no estará feliz si nos huele el uno al otro y no quiero pasar otra noche aterrorizada. Hola, aquí vampiro, como voy a disfrutar ante la perspectiva de las cadenas y los látigos”

Spike se permitió así mismo un momento feliz al visualizar aquella imagen en su cabeza antes de que se sacudiera la cabeza “Claro, limpieza. Y probablemente deberías sacar la basura también” añadió mirando hacia el cadáver.

“Sí, eso. Volveré a por ella en breve”

Le guiñó un ojo a Spike antes de abandonar el dormitorio.


5

Spike podría decir que cuando comenzó a despertarse a la puesta de sol aún le quedaban horas, entonces… ¿por qué aún no estaba dormido? De acuerdo, él aún tenía por sus venas la primera comida verdadera que había tenido en semanas, pero con su cuerpo todavía curándose, ahora no debería hacer otra cosa que dormir profundamente.

Luego se dio cuenta de otra cosa que no había sucedido en semanas.

Drusilla se encontraba en su cama.

Ella estaba lamiendo y chupando su cuello, sus uñas arañaban su pecho desnudo dejando senderos de sangre a su paso.

“¿Dru?” él frunció el ceño, sintiendo que sus caricias no le afectaban en la forma en que solían hacerlo. De todas formas, estaba enfadado con ella. Ella era su sire, la mujer que se suponía que lo amaba y sin embargo ella lo había dejado sufrir, venirse abajo y deshacerse.

De acuerdo, Spike conocía a Dru como para saber que no se le podía confiar ni el cuidado de un pez, no le importaba, pero al mismo tiempo, el trato que ella tenía con Angelus una vez que este había vuelto lo hería profundamente. Después de más de un siglo concediéndole todos los caprichos, que se dedicara a ella por completo después del incidente de Praga, le dolía que no fuera recíproco y que en vez de eso, le devolviera el favor al otro vampiro.

Ella nunca le había traído una chica para que se alimentara como hizo Buffy la noche anterior, en vez de eso ella le tomaba el pelo con pequeños perros que ni siquiera servían como aperitivo.

Parte de él le decía que solo estaba malhumorado y que simplemente podría deleitarse en sus brazos, agradecido porque una vez más su princesa oscura se dignara a tocarlo. Pero al parecer esta parte de él no era la que predominaba.

Por otro lado Drusilla aún apestaba a su sire.

En el pasado, antes de que “Ángel” apareciera, Spike había sido capaz de hacer frente al hecho de tener que compartir a Drusilla, a él no le gustaba, pero entendía su lugar dentro de la jerarquía del grupo y lo aceptaba.

Sin embargo, las cosas eran diferentes ahora, él había matado a dos Cazadoras – de la forma adecuada en que había que hacerlo – se había ganado el rango más superior por propio derecho. No importaba quien era el sire, él no era inferior a Angelus, no lo era y no lo sería nunca más.

“Dru, no” dijo empujándola.

Drusilla se sentó, sorprendida, nunca antes Spike la había rechazado. Ella hizo pucheros, haciendo un suave y sugerente sonido “Mi Spike ¿por qué estás haciendo esto? ¿No quieres jugar con mami?”

“No, no” Spike se calló de golpe sorprendido por lo sinceras que sonaban sus palabras.

Drusilla lo consideró durante un momento, se golpeó ligeramente la cabeza “¡Es ella! ¡La trajiste a tu cama! ¡Tú eres mío! ¡Mío! ¡La muñeca mala no puede jugar!” Ella misma se lanzó hacia Spike que gritó cuando ella clavó los dientes en su carne.

Spike la agarró por los brazos y la tiró de la cama, sus brazos bloqueaban los ataques de Drusilla. Sin embargo ella no se detuvo, de mala gana Spike le dio un golpe para que se detuviera.

“¡Tú eres mío! ¡Sólo mío!” gritó Drusilla una y otra vez, hasta que, finalmente, Spike se detuvo y pasó a un modo de defensa. Se levantó de la cama y agarró a Drusilla aproximándola, acorralándola contra la pared.

“¿De eso se trata entonces? ¿Soy tuyo pero tú nunca serás mía? ¿Así funciona esto?”

“¡Te hice para mí!” gritó Drusilla.

“¡Me hiciste para ser tu juguete!” gritó Spike de nuevo, aunque tan pronto como dijo aquellas palabras entró en shock, aquella era la verdad – él siempre lo había sabido – y finalmente la verdad acaba de salir a la superficie.

Dejó ir a Drusilla y cayó al suelo “No puedo hacer esto. No puedo…”

Drusilla resbaló hasta el suelo, con lágrimas en los ojos “Olvídate de ella, Spike. Tú eres mío, eres para mí”

Spike se giró y buscó su mirada, sosteniéndola durante un momento. Él quería ser sólo para Drusilla. Siempre. Ella era su princesa oscura y él quería ser su caballero. Pero después de lo que había sentido con Buffy la noche anterior, sabía que no podría prometerle que no la volvería a tocar. Él no sería capaz de controlarse.

“Drusilla, lo siento. No puedo darte eso”

“¡Os odio!” gritó Drusilla haciendo que él se estremeciera mientras ella saltaba del suelo para golpearlo de nuevo. Spike trató de mantener la lucha a distancia, mantener las manos quietas mientras ella intentaba arañarle la cara. Durante el jaleo se tambalearon hacia atrás y chocaron con la puerta del dormitorio.

“¿Qué diablos está pasando aquí?” dijo Angelus furioso saliendo de su habitación y entrando en la de Drusilla y Spike. Agarró a Spike y lo apartó de Drusilla, que inmediatamente se encorvó y comenzó a lloriquear.

“Él trató de… me dolió, papi” refugiándose en su propio cuerpo.

Angelus se giró hacia Spike, con cara de desprecio “¿Has olvidado tu lugar, Willie?”

Spike le hizo frente, con la esperanza de que sus piernas estuvieran lo suficientemente fuertes como para que ahora no lo dejaran tirado. Se limpió la sangre de su cara y fijó sus ojos en Angelus “Que te jodan”

Angelus arqueó su ceja “Así que lo has olvidado” se inclinó y recogió uno de los trozos de madera que se habían roto con la pelea “Tal vez debería recordártelo entonces”

Casi tan pronto como Angelus se movió, él fue abordado hasta caer al suelo y Spike se tomó un momento para procesar lo que la pequeña rubia había hecho “¡Mantente alejado de él!” gruñó Buffy dando a Angelus una buena bofetada.

Angelus parpadeó, sorprendido, pero solo un momento “¡Tú, pequeña puta!” gruñó “no puedes desafiarme”

Buffy sabía que tendría que jugar su mano antes de tiempo, pero ella ya estaba harta de estar con Angelus. Nunca en su existencia había estado tan llena de odio por alguien. Levantó su cabeza y lo miró desafiante.

“Puedo y lo haré”

Angelus alcanzó a Buffy y la agarró, la sacudió bruscamente y de una patada la mandó al otro lado de la habitación. Ella se golpeó contra la pared con un gruñido.

Él chasqueó su lengua “realmente no deberías haber hecho eso, Buff. Ahora voy a tener que castigarte” dijo en tono burlón.

Buffy se incorporó apoyándose en la pared cambiando a sus facciones demoníacas “nunca más volverás a tocarme”

Spike observaba, como si estuviera congelado a los dos vampiros que se hacían frente. Sabía que ella trataría de desafiar a Angelus en algún momento, pero no había previsto que fuera tan pronto. La noche anterior ella parecía que se iba a tomar su tiempo hasta que tuviera la ventaja definitiva.

Este no era ese momento.

Sin embargo, ella estaba decidida a cambiar este hecho, a menos que Drusilla se interpusiera en su camino, y Spike supo que eso era lo que su sire estaba a punto de hacer. Dru se lanzó al ataque, pero antes de que pudiera hacer nada, Spike fue tras ella. La agarró por la cintura sujetando sus brazos a ambos lados del cuerpo.

Drusilla gritó tan pronto como Spike la agarró y Angelus se giró rápidamente, distraído por el sonido. Buffy aprovechó el momento.

Con todas sus fuerzas ella agarró a Angelus por detrás y lo lanzó a través de la gran ventana. Las cortinas cayeron al suelo y el cayó al otro lado del cristal gritando cuando los rayos del sol golpearon su carne. Buffy se echó hacia atrás, jadeando mientras se ocultaba en las sombras.

Spike volteó los ojos tan pronto como se dio cuenta de lo que Buffy estaba a punto de hacer y trató de llevarse a Drusilla consigo fuera de la luz. Sin embargo, al moverse, perdió el control sobre ella y Drusilla dio un salto, solo para ser tocada por la luz del sol que ahora inundaba el cuarto oscuro. Ella se miró sus brazos y gritó, y Spike se vio obligado a ver impotente como ella era convertida en llamas, entonces se hizo polvo.

La habitación entonces se agrandó, él único sonido que había era el de los pájaros piando al otro lado de la ventana. Spike se encogió en las sombras incapaz de contener las lágrimas que se formaban en sus ojos mientras empezaba a comprender lo que pasaba a su alrededor.

Buffy permanecía de pie, con las piernas temblorosas y observándolo. El haz de luz dividía la habitación manteniéndola alejada de él, y aunque parte de ella le decía que era lo mejor ya que realmente ella era la responsable de la muerte de Drusilla, otra parte de ella quería ir con él, para intentar aliviar un poco su dolor.

En lugar de ello, sin embargo, regresó al dormitorio, entrando en la oscuridad.


*** *** ***


Spike se sentó, acurrucado y solo, mientras esperaba a que el sol se fuera y le permitiera moverse sin temor a ser quemado. Drusilla había sido más que su amante, más que la mujer a la que pertenecía su corazón. Ella había sido su sire, ella fue su salvación ¿Qué sería de él sin ella?

Tan pronto como el sol se puso Spike recogió la pila las cenizas de Drusilla, derramando sus lágrimas en ella. “¿Por qué lo hiciste, baby?” susurró con un nudo en su garganta “Nosotros fuimos felices sin él, podríamos haber vuelto a ser felices sin él”

Sin embargo, debido a su corazón roto, parte de él seguía enfadado. Drusilla lo había abandonado, lo dejó lisiado y hambriento para que ella pudiera jugar con su querido “papá” Ella lo había dejado solo y él había sido lo suficientemente tonto como para dejar que eso ocurriera.

Pero él no quería estar enfadado con Dru, todo lo que le quedaba de ella era un montón de polvo humedecido. Levantó la cabeza y sus ojos brillaron como el oro mirando hacia el dormitorio principal. Todo… todo había sido por su culpa...

Con un gruñido Spike se puso en pie e irrumpió en la habitación. Agarró a Buffy con fuerza por el brazo sacándola de la cama.

“¡Tú, perra estúpida!” rugió él agitado “¡todo esto es por tu culpa! ¡Todo es por tu jodida culpa! ¡Me has arruinado la vida desde que entré en Sunnydale! ¡Y ahora vas y acabas con Dru también!”

“Spike, yo no quise…” dijo Buffy con autentico miedo en sus ojos por primera vez desde que era vampiro. No tenía ninguna duda de que Spike era perfectamente capaz de hacerle daño, sobre todo en ese estado “Yo ni siquiera lo pensé cuando empujé a Angelus, solo actué. Recordaba nuestro trato, no quise romperlo a propósito”

La única respuesta de Spike fue otro gruñido, se negaba a que las palabras de Buffy tranquilizaran su ira. Racionalmente sabía que ella decía la verdad, pero en ese momento él no razonaba. La tiró al suelo y su cuerpo hizo un ruido sordo al caer.

“Voy a hacer que sufras” le dijo con ojos y voz crueles “te haré más daño del que tú le hiciste a ella”

Buffy no se movió de su lugar ni protestó contra las palabras de Spike. Si él necesitaba marcar su carne para compensar la muerte de su sire, entonces ella se lo permitiría.

Después de todo, ella le dijo que cuando Angelus desapareciera él podría ponerse en el lugar del vampiro de más edad. Esperaba que si así él podía obtener lo que necesitaba de ella por lo que le había pasado a Drusilla, entonces se quedaría con ella.

Ella no quería estar sola…

Esperaba a que la golpeara. Angelus había dejado las cadenas así como una gran variedad de dispositivos de tortura, Buffy estaba segura de que Spike sabía utilizar cualquiera de ellos. En lugar de eso, sin embargo, él la levantó y la arrojó sobre la cama. Solo llevaba puestos sus pantalones vaqueros y se los quitó rápidamente antes de abalanzarse sobre ella destrozando su ropa con sus manos.

Cuando de un empuje entró en ella, Buffy trató de llegar hasta él y tocarlo pero Spike gruñó y la apartó. Ella bajó sus brazos a los lados, dándole lo que él necesitaba.

Él la folló despiadadamente, su demonio tenía el control. Durante horas estuvo entrando en ella, descansando solo para endurecerse de nuevo y volver a empezar. Durante todo el tiempo Buffy se quedó en su lugar, ofreciendole voluntariamente todo lo que él necesitara tomar de su cuerpo.

Finalmente, él se corrió por última vez con un sonido que sonó como un quejido antes de derrumbarse y echarse a un lado. Buffy permaneció en silencio en la oscuridad y lo escuchó llorar.


6


Cuando cayó la noche al día siguiente, Spike aún seguía en la cama. Sus ojos permanecían abiertos. Incluso cuando Buffy hablaba con él, no mostraba ningún tipo de respuesta.

Ella sabía que él estaba mal. Incluso con el odio que ella sentía por Angelus por lo que le había hecho siendo humana, a una parte de ella todavía le dolía la pérdida de su sire. Si a ella le dolía tanto entonces el dolor de Spike sería insoportable.

Se preguntaba si un vampiro podría convertirse en polvo simplemente a fuerza de quererlo. Además, el no mostraba ningún interés en alimentarse ¿Cuánto tiempo podía un vampiro pasar sin sangre? Era una pregunta de la que no sabía la respuesta, y quizás nunca la sabría si Spike no se recuperaba y la dejaba sola.

La idea de perder a Spike ahora, le aterrorizaba. Era extraño, ya que parte de ella aún seguía siendo Buffy Summers, el demonio lo reconocía a él como su familia – y la única familia que tenía la iba a perder. Si él también se iba, entonces nunca nadie podría llenar ese vacío.

Buffy se vistió y abandonó la mansión observando con una extraña punzada en su corazón como Spike ni siquiera parecía darse cuenta de que ella se iba. No le gustaba eso. Spike se suponía que debía ser, bueno, Spike. Sin su mordacidad y sus andares chulescos, él no estaba bien.

Caminó hasta el Bronze segura de que allí encontraría algo dulce que le abriera el apetito a Spike. Quizás con una comida con una bonita y firme delantera él empezaría a sentirse como su antiguo yo de nuevo.

Una sonrisa se propagó por su cara cuando divisó a su presa de esa noche. Debido a que ella había sido un poco zorra, Buffy disfrutaría viendo como Spike la hacía gritar.

“Hey Harmony” dijo Buffy alegremente, deleitándose con la mirada de desprecio que consiguió como respuesta. Sería una de las últimas que Harmony Kendall le daría, después de todo.

“Uh ¿Cómo si alguien hubiera muerto y le hubieran dado permiso para hablar conmigo?” respondió Harmony, rodando sus ojos.

Buffy se encogió de hombros “Sí, ya sé que no somos buenas amigas ni nada, simplemente, bueno, oi algo sobre una fiesta universitaria impresionante esta noche con chicos y cerveza, y pensé que tal vez me dejarían entrar si iba con una tia tan buena como tú, ya que si no, no creo que pudiera conseguirlo” contestó Buffy luchando con su impulso por reír.

Harmony se quedó callada, sus ojos brillaron durante un momento ante la perspectiva de ir con Buffy “¿Hay una fiesta impresionante esta noche?”

“Sip, en Clawford Street. He oído que algunos chicos del equipo de futbol de la USC vendrán a la ciudad por eso. Será genial”

Harmony se echó hacia atrás su pelo “Oh, eso. Ya lo sabía, por supuesto, es solo que no creo que deba ir con alguien tan inútil como tú a esa fiesta” encogió sus ojos de manera dramática y suspiró “pero creo que podría hacerlo, mi buena acción del día será dejarte venir conmigo”

“¡Oh, gracias Harmony!” respondió Buffy, contenta porque Harmony era tan tonta como para notar su falta de sinceridad “Te debo una”

Buffy luchó por no volver a sonreír con malicia “Está bien, entonces. Vamos”

*** *** ***

“¿Estás segura de que están dando una fiesta aquí?” preguntó Harmony cuando entró con Buffy en la mansión “Todo está oscuro y huele mal”

“Oh, hay una fiesta aquí” dijo Buffy mientras sonreía detrás de ella “justo detrás de esa puerta”

Buffy la llevó al dormitorio, pero Harmony se detuvo cuando vio a Spike en la cama “¿qué demonios…? ¿Estás tratando de secuestrarme por la fuerza para hacer un trío? Porque solo lo hago si es chico, chico, chica, y yo soy la chica, por supuesto”

“Oh, no, Harmony, esto no va de ningún trío. Te traje para que él te matara”

Harmony suspiró de alivio “Oh, eso es bueno… espera ¿qué?”

Buffy escogió aquel momento para mostrarle su cara y Harmony gritó liberando todo el aire de sus pulmones. Trató de escapar pero Buffy se movió demasiado rápido y pronto la detuvo. Continuó gritando mientras la arrojaba sobre la cama, sosteniéndola cerca de Spike.

“Aquí, está fresca… ni siquiera le di un mordisco, aunque he tenido que escucharla durante todo el camino hacia aquí. Vamos, baby, come algo”

Spike no movió la cabeza ni siquiera para mirar a la rubia que tenía en su cama y Buffy suspiró “Mira, sé que te encuentras mal por lo que le pasó a Dru, lo siento por eso, de verdad que lo hago. Pero tienes que comer. Eso hará que te sientas mejor. ¿Un mordisco al menos?”

Seguía sin reaccionar y Buffy suspiró profundamente. Necesitaba conseguir llamar su atención, haría lo que fuera necesario. Sabía que él podía escucharla, solo estaba siendo terco.

Conociendo a Harmony estaba segura de que intentaría huir en cuanto tuviera la oportunidad, pero tenía que mantenerla con vida por Spike. Buffy tiró de ella y le rompió las dos piernas, deleitándose tanto en los gritos de la chica como en el sonido de sus huesos cuando se partieron. Se trataba de música para sus malvados oídos.

Harmony gimoteaba y lloraba, boqueando como un pez mientras Buffy se subía a horcajadas sobre Spike. Se acercó y mordisqueó su cuello, luego lo lamió lentamente, con largos lametones.

“Todo irá bien, baby” ronroneó en su oído mientras comenzó a restregarse contra su miembro “tú y yo, vamos a estar bien juntos, ya verás. Podemos poner esta ciudad a nuestros pies, Spike, solos nosotros dos, pero te tienes que poner bien primero”

Spike gruñó y Buffy estuvo encantada por la primera respuesta que obtuvo en todo el día.

“Eso es, baby. Muéstrame lo que eres. Eres un demonio, Spike. Despiadado. Y hay una chica gritando y llorando en tu cama. Mátala. Quiero ver como destrozas su garganta”

Spike gruñó de nuevo, esta vez empujando y echando a Buffy a un lado sobre el colchón. Sonrió de placer al ver como miraba a Harmony y tiraba de su cuerpo hacia él.

“Por favor, no me matéis” suplicó Harmony intentando no ver la cara de demonio de Spike “Yo... yo haré algo”

Buffy se inclinó hacia delante, con la alegría del mal en sus ojos “Mátala Spike. Me pone caliente ver como te alimentas”

Spike tembló por las palabras de Buffy, el tono en que las dijo era suficiente como para volverlo salvaje. Su demonio tomó el control y empujó fuera el dolor del hombre. Su mundo se centró en dos cosas, en el sonido de la sangre bombeando por las venas de su victima y en el dulce aroma de la excitación de la vampiro que tenía a su lado.

Abrió su boca dispuesto a rasgar el cuello de Harmony pero Buffy lo detuvo. Él la miró con suspicacia.

“No. No quiero que bebas de ahí. Bebe de aquí” la mano de Buffy bajó lentamente hacia el pecho de Harmony, entonces lo apretó lo suficiente como para que la chica gritara. Necesitaba sacar al demonio por completo, recordarle lo que era.

Spike buscó los ojos de Buffy y una lenta sonrisa apareció en su cara… Dios, ella era una pequeña jodida cosa retorcida… le encantaba.

“Compártela conmigo, pet” dijo Spike, su voz áspera consiguió atrapar el momento, sentirlo “toma de aquí” su mano se posó sobre el interior del muslo de Harmony.

La sonrisa de Buffy se amplió, entusiasmada. Compartiendo la mirada, Buffy y Spike desgarraron las ropas de Harmony, para poder saborearla mejor.

Al unísono hundieron sus colmillos en la carne flexible. Buffy desde su lugar entre los muslos de la chica como Spike miraba con lujuria como sus pechos se llenaban de sangre. Era la cosa más erótica que ella nunca había visto y sabía que no estaría en condiciones de mantener sus manos fuera de él una vez que su presa estuviera muerta.

Aún así, bebió lentamente, saboreando el sabor de la sangre de Harmony y con el sonido de su llanto. Llegó a estar demasiado débil como para gritar y sin embargo sus lamentables gritos aún eran bastantes como para satisfacer a los vampiros.

Cuando su cuerpo finalmente dejó de temblar y se quedó sin fuerzas, Buffy y Spike se levantaron y se miraron con sus fieros y amarillos ojos. Spike la agarró y empujó a Harmony antes de acercar a Buffy y penetrarla bruscamente.

Buffy estaba a punto, la horripilante versión de sus juegos preliminares la había preparado lo suficiente, Spike siguió entrando en ella, gruñendo ferozmente concentrándose en sus movimientos hasta que Buffy gimió por el orgasmo.

Él se inclinó hacia abajo y la mordió cuando se corrió, clavando sus colmillos en su hombro lo que sirvió para que Buffy llegara de nuevo al éxtasis, sus ojos se pusieron en blanco y tembló, finalmente se derrumbó, situándose entre Spike y el cuerpo de Harmony.

Un momento después llegó hasta Spike y Buffy se giró buscando su cara. Sus labios aún estaban cubiertos de sangre, y ella lo agarró por la cabeza, robándole un beso. Lamió su boca, compartiendo parte de su última comida y gimiendo de placer.

Cuando se separaron Spike buscó los ojos de Buffy y acarició su mejilla con su mano “Gracias”

Ella miró hacia abajo, con repentina timidez por lo que había hecho “No podía perderte. Te necesito conmigo, Spike”

Spike sacó su miembro hacia un lado, tenía una pregunta que hacerle, una pregunta importante “¿Me necesitas a mi o es solo que no quieres estar sola?”

Buffy hizo una pausa, buscando la respuesta, entonces se sintió un poco sorprendida cuando la encontró “Te necesito a ti”

Sabía que podría ser solo porque no conocía a ningún otro vampiro, pero de alguna manera estaba convencida de que ese no era el caso. Desde el primer momento en este nuevo oscuro mundo Spike se había portado bien con ella. Quizás tenía que ver con sus últimos momentos de vida, cuando Spike había estado dispuesto a llegar hasta ella, para darle un último momento de paz.

Fuera lo que fuera, no quería analizarlo. Agonizaba por cada pequeña emoción que había tenido siendo humana. Ella estaba libre ahora, libre de todo.

No más sagrados deberes, se acabó el tener que ser fuerte por los demás. Aunque dudaba que esa fuera su intención, Angelus le había hecho un favor. La había liberado. Y ahora, en la muerte, ella quería experimentar la felicidad que no se le había permitido en vida.

Y quería experimentarlo con Spike.

“La noche todavía es joven, sabes” dijo Buffy con una lenta sonrisa “Estoy segura de que podríamos encontrar más caos que causar” miró a su alrededor “además, realmente me pone enferma este lugar”

Spike asintió lentamente, las cosas zumbaban en su mente y no conseguía sacar las palabras “Sí, a mi también”

Buffy bajó de la cama y se puso bien su falda, con todos sus músculos doloridos. Spike la miraba, inclinando la cabeza hacia un lado. Ella era tan diferente de Drusilla. Incluso en muerte ella era como una bola de fuego y su piel dorada aún no había palidecido por la falta de sol. Su cabello rubio caía haciendo ondas por su cara, tan diferente de la melena oscura de Dru, y sin embargo, no menos atractiva para Spike.

De hecho, incluso puede que lo fuera más, hecho que le sorprendió.

La pérdida de su sire aún le dolía pero quizás si él se entregaba a Buffy, encontraría la manera de seguir adelante. Ella era aún un polluelo, y por tanto, aún era imprudente a la hora de matar. Si la dejaba, ella le obligaría a tomar un camino infernal, y Spike quería dejarla.

“Voy a vestirme” dijo Spike mientras se ponía en pie “espérame, pet”

“Lo haré” dijo Buffy dejando que Spike se marchara de la habitación.

Una vez sola se giró hacia Harmony y empujó su cadáver con un solo dedo de su mano. Hace menos de una hora ella aún estaba viva, brillante. Habría estado bailando con sus amigos, disfrutando de una noche de fiesta, pero Buffy lo había cambiado todo. Con un rápido movimiento ella llevó a la chica hasta su muerte.

El poder que esto le proporcionaba era increíble.

Una cosa era matar algo que ya estaba muerto pero quitar una verdadera vida… era una sensación compleja. Era como jugar a ser Dios, y le encantaba.

Buffy miró hacia abajo, hacia Harmony que yacía sin vida, con los ojos vidriosos y una mirada de terror en su cara congelada para siempre, y sonrío.

“¿Algo divertido, luv?”

Buffy vio como Spike regresaba a la habitación, un escalofrío la recorrió cuando volvió a verlo con su duster de cuero negro. A ella siempre le había encantado verlo con ese abrigo…

“Sí, esa mirada en su cara” respondió Buffy “Ven aquí, no te lo pierdas”

Spike caminó hasta ella y la envolvió desde atrás con sus brazos por la cintura antes de fijarse en Harmony. Él rió “Sí, es muy buena”

Buffy giró su cuello hasta mirarlo “¿Todo listo? ¿Tienes todo lo que necesitas?”

“Sí, está todo aquí” respondió apretándola por la cintura.

Buffy sonrió ante la respuesta, aliviada porque Spike no parecía culparla más por la muerte de Drusilla. Personalmente ella pensaba que estaban mejor sin esa psicópata rondando por allí, y esperaba, que Spike lo pensara con el tiempo, también.

Salieron de la habitación, Spike se detuvo cuando vio la pequeña pila de cenizas de Drusilla. Buffy le dio una mano y la apretó, mirando a Spike. Él miró de nuevo las cenizas antes de mirar a Buffy.

Aún cogidos de las manos, salieron de la mansión.









7

Buffy se detuvo de repente, continuaba de la mano de Spike lo que hizo que este tropezara. Para su sorpresa ella entonces empezó a dar pequeños saltitos “¡Spike! ¡Sé de quien es esa casa! ¡Xander me lo dijo una vez que estábamos patrullando por el barrio!”

“¿Y por qué es tan fantástica, pet?” preguntó Spike incapaz de evitar una sonrisa al verla tan ilusionada, pese a todo lo demás.

“¡Es la casa del director Snyder! Él me está diciendo todo el tiempo que yo soy una pequeña rata bastarda. Me hizo parecer estúpida la noche de la reunión de padres y profesores cuando tú nos atacaste” Buffy se giró hacia Spike, implorando con sus ojos “¿Podemos matarlo, por favor?”

“Por supuesto, pet. No tengo ningún problema con eso. Vamos”

Buffy se arrojó a sus brazos “¡Gracias! ¡Eres el mejor! ¿Sabes? ¡Me encanta matar contigo!” su sonrisa creció “Podríamos corrernos alguna clase de… de juerga. Podríamos ser como unos no-muertos Bonny & Clyde”

Incluso aunque los acontecimientos del día anterior aún pesaban sobre él Spike no podía evitar contagiarse de la alegría de Buffy en su nuevo estado como si fuera algo infeccioso. Desde que llegó a Sunnydale parecía como si toda la diversión de su no-vida hubiera desaparecido. Añoraba los días cuando solo se dedicaba a atacar, derramar sangre y destruirlo todo, como un demonio que era.

Tal vez con Buffy volvería a tener eso.

Él se rió entre dientes “Creo que también me gustaría”

“Lo primero, Snyder tiene que morir” Buffy corrió escaleras arriba por el porche, riendo todo el camino. Spike fue dando saltos hasta llegar detrás de ella.

Golpeó la puerta, su excitación era palpable mientras esperaba. Al final Snyder respondió, frunciendo el ceño mientras se apretaba el nudo de su corbata.

“Bueno, si es mi estudiante delincuente favorita, Buffy Summers” Synder miró a Spike y añadió “No me sorprende verla con alguien como él ¿Qué estás haciendo en mi casa a estas horas de la noche? ¿Quieres que llame a la policía? Porque lo haré.

Buffy sacudió su cabeza “No, verás, Spike y yo estábamos a punto de ir a destrozar el instituto, pero nos falta un bote de pintura de spray ¿no tendrá uno por ahí?” dijo ella mirándolo inocentemente.

Synder salió de la casa “Descarada. Salgan de esta casa ahora mismo y esperen fuera mientras llamo a la policía. Vas a ir a la cárcel a la que perteneces, señorita”

“¿Nos dejarías entrar mientras esperamos a la policía?” preguntó Buffy con una sonrisa.

“¡Sí! Estarán aquí en un momento. Pequeña gamberra te voy a enseñar una o dos cosas”

Snyder irrumpió en la casa, con los dos rubios detrás de él mientras sus rostros se transformaban

“Fue demasiado fácil” dijo Spike mientras cerraba la puerta.

Sí, lo sé. Él es estúpido. Y al parecer piensa que tiene el poder de provocar miedo en la gente”

Spike echó la cabeza hacia atrás y se rió “¡Oh, me encantan esos!”

Snyder se giró “¿Qué están haciendo…?” se detuvo, con su cara pálida, al darse cuenta de lo que tenía frente a él “Sois… sois… ¡conozco al alcalde!”

“Creo que vas a conocer a Dios también, porque estás a punto de encontrarte con él” dijo Buffy. Ella miró hacia Spike “¿Sabes? Hay algo que me gustaría probar”

“A por ello, pet”

Buffy le dio un puñetazo a Snyder atravesándole el pecho, sintiendo como rompía su piel y su caja torácica con su increíble fuerza. Agarró el corazón y lo sacó del pecho y se lo mostró a los ojos de él, que miraron con sorpresa antes de perder la vida.

Synder se desplomó al suelo y Buffy rió entre dientes. El corazón todavía latió unos segundos más en su mano antes de detenerse. “Vale, eso fue realmente impresionante”

Spike asintió acercándose a ella con la cabeza inclinada “Muérdelo, cariño”

Buffy lo hizo, gimiendo cuando la sangre se derramó en su boca llenándola “¡Es como un caramelo!” dijo emocionada.

“Sip. Nada mejor que un corazón fresco”

“Aquí, toma tu también un poco” dijo Buffy entregándole el corazón a Spike “Yo voy a hacer algo”

Buffy se puso de rodillas delante del cuerpo de Snyder, introdujo el dedo en uno de sus ojos y lo sacó. Cuando ella volvió a hacer lo mismo con el otro, Spike preguntó “¿Qué estás haciendo?”

“Siempre decía que podía ver lo que ocurría detrás de él” contestó Buffy mientras volvía a meter los ojos en su sitio pero dados la vuelta “Ahora puede” se rió con alegría por su obra.

“Brillante, pet” la felicitó Spike.

“Vamos a registrar sus cosas” dijo Buffy poniéndose en pie de un salto “Quiero ver que tipo de cosas enfermizas tiene. Un hombre como él debe tener un esqueleto guardado en su armario”

Se fue hacia las escaleras arriba, aún riendo cuando lo hizo. Spike dejó que el corazón se deslizara por su mano hasta caer al suelo. Lamió la sangre de sus dedos y la siguió.

*** *** ***

“Vale, soy un vampiro y estoy preocupado por la cantidad de porno que él tiene aquí”

La cabeza de Spike se giró echando un vistazo al rincón del armario de Snyder “Bloody hell ¿Estaba pensando en montar su propio videoclub?”

“Xander estaría celoso” Buffy se encogió de hombros “O lo estaría si no lo hubiera matado”

“¿Acabaste con tus compañeros, entonces?” preguntó Spike.

“Sólo con él. Lo intenté con Willow pero averiguó lo que soy y me persiguió con una cruz”

“¿Vas a volver a intentarlo más tarde?”

“Tal vez” Buffy arrugó su nariz “La mayor parte del material es sobre animadoras putillas. No me extraña que sea el director del instituto. Ew”

“¿Así que no sientes la necesidad de ir tras las personas que conociste en vida?” preguntó Spike, evidentemente más interesado en el tema que Buffy. Cuando él fue convertido en vampiro quiso vengarse de la gente que lo había tratado mal, pero no quiso hacer daño a la gente que se había preocupado por él. Por lo que él había escuchado eso era muy raro en los vampiros y se preguntaba si Buffy también sería así. Si ella lo era, entonces él no sería tan extraño como pensaba, y compartir esto con su nueva compañía era reconfortante.

“No especialmente. Probablemente yo no hubiera matado a Xander, pero Angelus quería que acabara con mi mamá y tenía que distraerlo” arrugó su nariz mientras pasaba otra página de la revista que observaba “Vale, es realmente preocupante ver que se puede hacer eso con un pom pom”

“¿Tú no quisiste matar a tu madre?” preguntó Spike sorprendido.

“No” dijo Buffy encogiéndose de hombros “No, pienso que no me gustaría mucho hacerlo. Tampoco querría matar a Giles” pasó otra pagina y estrechó sus ojos “Oh, por favor, yo tengo más curvas que ella”

Spike se arrodillo a su lado y le acarició el pelo “¿Parte de ti aún los ama?”

Buffy se puso rígida “Los vampiros no aman, Spike”

“Pet, he sido un vampiro durante un poco más que tú, así que creo que puedo hablar por nuestra raza mejor que tú. Algunos de nosotros podemos amar. Puede ser un tipo de amor diferente al de los humanos, pero todavía se puede amar. Yo amaba a Drusilla, y…” él hizo una pausa un momento para tragar “y quería a mi madre después de que fuera convertido”

Finalmente Buffy dejó la revista a un lado y le prestó atención a Spike “¿Tú… las querías?”

“Claro. Angelus es solo un tipo de vampiro. Él fue un bastardo en vida y siguió siendo un bastardo cuando murió. Pero los vampiros como nosotros somos diferentes ¿si? Podemos ser malos y seguir preocupándonos por los demás, al menos un poco”

Buffy sonrió, su expresión era más suave ahora que la que malvada que había tenido estos días “Entonces… ¿eso significa que te preocupas por mi?”

Sus ojos se agrandaron, expectantes ¿Cómo podría él no hacerlo? “Sí, baby. Lo hago”

Con un movimiento que él le sorprendió Buffy arrojó sus brazos a su alrededor “Me preocupo por ti, también. Pensaba que era algo rara porque somos vampiros, y cuando no lo era, tú eras mi enemigo y esas cosas, pero me gusta estar contigo y tú me haces feliz. Así que si tu dices que los vampiros podemos pensar en los demás un poco, quizás tengas razón”

Spike le devolvió el abrazo “Sí, está bien” él se echó hacia atrás y acarició la mejilla “pero tenemos que tener cuidado a quien se lo mostramos, pet. Algunos podrían verlo como una debilidad”

“Yo no soy débil” contestó Buffy, su espalda se puso de repente rígida.

“No, no lo eres. Pero los vampiros somos depredadores, siempre buscando una ¿si? Pero sé lo que estás sintiendo y eso no significa que puedas llegar a ser un buen Big Bad” él guiñó un ojo.

“Lo seré” dijo Buffy “nunca me he sentido libre en mi vida y ahora voy a disfrutar haciendo todo lo que mi corazón desea”

Spike sonrío “esa es mi chica”

Mientras Buffy sonreía Spike no podía evitar sentirse desleal con Drusilla. Nunca, en todos los años que habían estado juntos, habían tenido un momento como este. Dru nunca sintió el amor de su misma forma. De acuerdo, ella conservaba cierta capacidad de amar, pero nunca como la de Spike, ni siquiera aunque él había intentado convencerse así mismo de que ella le correspondía con la misma intensidad.

Pero ella, Buffy ¿podría ser diferente? ¿Podría la pérdida de su sire haber sido de alguna manera una bendición, dándole a conocer el verdadero amor que durante más de un siglo se le había negado?

Su muerto corazón suspiraba de esperanza. Esa pequeña rubia, podría ser la respuesta a sus… bueno, no oraciones exactamente, pero a lo que él buscaba, en cualquier caso.

Antes ella le había dicho que podían ser como Bonnie & Clyde y Spike se dio cuenta de que era lo que él quería más que nada. Él solo pensamiento de que podían estar juntos era suficiente para hacerlo temblar.

“Él sol va a salir en breve, gatita” dijo besándola en la frente “tenemos que buscarnos un sitio donde pasar el día”

“¿Podemos dejar a Snyder en una posición embarazosa antes de irnos?” Buffy preguntó.

Spike rió entre dientes “Por supuesto, pichón”

*** *** ***

Ella corría a través del cementerio, riendo y Spike no podía evitar darle persecución. Había pasado mucho tiempo desde que él consideraba que estaba despreocupado, desde antes del incidente de Praga.

Estar con Buffy era como volver a encontrarse de nuevo consigo mismo.

Por mucho que lo odiaba, pensaba que perder a Drusilla había sido, en cierta forma un alivio. Recientemente las cosas no habían ido como eran antes, y honestamente dudaba de que hubieran vuelto a ser así, no después de cómo ella lo había tratado. Sabía que no podía preguntarse sobre si la habría perdonado o no, aunque incluso con Angelus fuera de sus vidas las cosas no volverían a ser como antes.

Pero ahora, era como empezar de nuevo. Buffy comenzaba su existencia como vampiro y esta noche él había podido verlo todo a través de sus ojos. Todo era fresco para ella, todo nuevo, ella se deleitaba con cada sensación. Ver la mirada de su cara cuando hundió los colmillos en el corazón de Snyder no tenía precio.

Sin embargo, Spike no había jugado al rollo del sire antes. En su único intento de convertir a alguien había obtenido resultados desastrosos así que nunca más volvió a intentarlo.

Se detuvo, algo llamó su atención “¡Pet! ¿Qué te parece esto?”

Buffy se detuvo, girándose, hasta que llegó hasta Spike “¿Pequeña cripta para dos?” dijo ella dando una vuelta alrededor de él.

“Eso es en lo que estoy pensando” respondió Spike con una sonrisa “¿Vamos dentro y lo comprobamos?”

Buffy asintió con entusiasmo y llevó dentro a Spike de la mano.

“Un par de alfombras, algunos cojines y podría ser un hogar” dijo Buffy echando un vistazo a la cripta polvorienta.

“Podemos arreglarlo después. Ahora…”

Antes de que Spike pudiera terminar su frase, Buffy ya lo había arrojado al suelo. Sin decir nada, le agarró la cara y lo besó con rudeza.



8

Buffy se estiraba mientras se despertaba, con una sonrisa feliz en su cara, incluso antes de que ella abriera los ojos. Podía sentir el firme pecho de Spike bajo ella, podía oler su aroma por todo su alrededor, y le encantaba.

Se arrastró a su lado, aprovechando la oportunidad para observarlo mientras dormía. Su piel pálida estaba cubierta por las pequeñas marcas de sus dientes y sus uñas, mientras que sus rizos oxigenados estaban despeinados, sus manos se enredaron en ellos dándoles un estilo informal.

Buffy se preguntaba si podría convencerlo de que se dejara su pelo así de ahora en adelante…

Pero lo que más le encantaba eran las marcas, en especial las muy señaladas marcas en un lado de su garganta, él parecía como suyo… y eso le encantaba.

Dudaba que él se hubiera olvidado completamente de su sire y amante, pero Buffy supuso que con el tiempo Drusilla sería solo un recuerdo lejano. Quería a Spike solo para ella, quería que fuera suyo y de nadie más.

Era un poco como una zorra egoísta pero ¡hey! Eso era parte de ser vampiro.

Se acercó y lamió su cuello, pasando su lengua por encima de la mordida. Spike gimió en sueños. Su miembro crecía cada vez más y más con cada paso de su lengua.

El efecto que ella podía tener en él de forma tan fácil le encantaba, Buffy decidió darle un empujoncito extra. Se arrastró de nuevo, pasando sus piernas por su cintura. Entonces se levantó e introdujo su miembro dentro de ella. El sentir como la llenaba fue suficiente para que ella soltara un gemido y se tomó un momento para dejar que su cuerpo se ajustara antes de comenzar a moverse, cabalgando sobre él con un ritmo lento.

Spike gimió, las acciones de Buffy comenzaban a penetrar en su cerebro a través de la bruma del sueño. Las sensaciones que rodeaban a su miembro tiraban de él hacia la consciencia y cuando abrió los ojos y la vio allí, gimió y empujó.

“Buenas tardes, bello durmiente” dijo Buffy con una sonrisa maliciosa “estaba tratando de despertarte”

Spike llevó sus manos a sus caderas guiando los movimientos para ganar velocidad “¿Sí? Bueno, has escogido una buena forma de hacerlo, pet”

“Eso creo” ella movió sus caderas y gimió “Me siento tan bien teniéndote dentro de mi, Spike”

“Me siento bien estando dentro” Spike jadeó cuando ella empezó a moverse con más intensidad sosteniendo la mirada.

Ella adoraba poder hacerle olvidar que no necesitaba respirar.

“Más, Spike” suplicó ella “que duela, baby”

Con una sonrisa malvada como respuesta, Spike le dio a entender a Buffy que era más que fácil satisfacerla. Ella aceleró sus caderas aún más con un ritmo que solo un superhumano podría aguantar apretando los músculos de su interior mientras lo hacia. Ella dejó salir a su vampiro viendo a través de los ojos de color ámbar como hincaba sus fuertes dientes en su pecho, destrozando su cuerpo y haciendo brotar senderos de sangre. Spike gimió y llevó su mano hasta el mango del sarcófago que estaban usando como cama, rompiéndolo en pedazos.

La sangre de su pecho era más de lo que Buffy podía resistir y sumergió la cabeza, lamiéndolo con gemidos de puro placer. Spike sacudió y balanceó su cuerpo, al borde del orgasmo cuando Buffy movió su boca por su pecho y hundió sus colmillos alrededor de su pezón.

Las caderas de Spike se dispararon con un grito gutural cuando le llegó. Sentir como él la llenaba por completo provocó en Buffy una espiral de sensaciones, gritando su nombre mientras se sacudía violentamente.

Finalmente se desplomaron sobre el sarcófago, ambos jadeando fuertemente. Spike levantó su mano y sus dedos temblorosos acariciaron el cabello de Buffy. Maldita sea, ella era…

“Increíble”

Buffy alzó su cara cuando lo oyó y lo miró con sus ojos verdes confusos “¿Hmm?”

“Increíble, eso es lo que eres, Buffy. Malditamente increíble”

Ella sonrió, con una expresión extrañamente tímida, dadas las circunstancias “¿Lo soy?”

“Sí, lo eres” le echó el pelo a un lado de su cara, metiéndolo detrás de la oreja para poder acariciarle la mejilla con los nudillos “Eres tan… salvaje. Das todo lo que sientes, sin dejar pasar el momento. No hay pretensión ni juegos cuando estás conmigo, simplemente es… sexo, baby, y es tan intenso”

“Angelus me dijo que yo no era lo suficientemente buena como para satisfacerlo”

Spike encajó su mandíbula “Angelus es un jodido gilipollas. Si él no era lo suficientemente inteligente como para apreciar el tesoro que tenía en su cama, entonces el problema era suyo, Buffy, no tuyo. Y el mamón se merece lo que le hiciste. Lo único que podría haber sido mejor es que no hubiera sido tan malditamente rápido”

Buffy le dedicó una sonrisa agradecida mientras oía aquello “Quiero satisfacerte, Spike. Tú haces que quiera con lo que me haces a mí. Cuando estás dentro de mi todo lo que yo soy eres tú”

Sus palabras iban directamente a su muerto corazón, y por un segundo Spike habría jurado que había sentido un latido. Temía despertar y encontrarse de nuevo en esa silla, destrozado, mientras escuchaba a Drusilla gritar y gemir en la cama con su sire. Esto era todo lo que él siempre quiso, una mujer que lo mirara con ojos brillantes y le dijera que lo quería a él como a ningún otro.

Él quiso a Buffy desde el primer momento en que la vio. No había razón para negarlo, y menos ahora. Sin embargo nunca esperó tener algo como esto o algo que pudiera ser tan maravilloso. Dudaba de haberlo podido tener si ella no hubiera sido convertida y por esto él le estaría, a regañadientes, agradecido a Angelus aunque no aprobaba la forma en que lo había hecho.

Sin embargo, el pasado no podía cambiarse y él no quería hacerlo de todos modos, no ahora. Valía la pena pasar por cualquier cosa con tal de tener a esta oscura diosa para él.

Spike buscó en su mente una respuesta para su suave admisión pero no encontró ninguna. Para un hombre que una vez había tenido una vida de palabras se extrañó de no poder encontrar nada que expresara lo que sintiera ahora, pero lo hizo con un beso, capturando la boca de Buffy, degustándola, hasta que su miembro volvió a endurecerse, creciendo en el interior de ella mientras ambos comenzaban a moverse de nuevo.

*** *** ***


A veces, se separaban del otro, sabiendo que si no lo hacían, no tendrían cena para esa noche

Buffy le había dicho a Spike que quería ir de compras, argumentando que ella no quería tener la misma ropa todo el tiempo. Él insistió en el hecho de que se cambiara de ropa solo cuando las viejas estuvieran gastadas, sin embargo, la única respuesta de Buffy fue cruzarse de brazos y arquear una ceja. Spike se rió de ella y le dijo que sería un placer ir de compras.

Ahora ella estaba en una tienda de la calle principal de Sunnydale, sosteniendo un vestido rosa en alto. Le gustaba el corte pero el color le hacía gritar ‘¡mal!’

“Hey chica ¿tienes algo de esto en rojo?” preguntó, por encima de su hombro.

“N…No, solo lo tenemos de ese color” respondió la muchacha temblando de miedo cuando ella la agarró por el cuello.

“Bien. Maldición. Cariño ¿te gusta esto?” preguntó Buffy a Spike mientras movía el vestido rosa en alto.

“Hará que parezcas un algodón de azúcar” respondió Spike arrugando su nariz. Él buscó otra cosa “¿Qué hay de esto?”

“Se trata de un sujetador de cuero”

“¿y qué?”

Buffy estrechó los ojos “Como se nota que eres un tío. Mételo en la bolsa”

Con la lengua entre los dientes Spike lo arrojó con las demás prendas para después volver su atención hacia el estante de ropa interior.

“Oh, esto es bonito” dijo Buffy sacando un mini–vestido rojo sangre del perchero “¿qué te parece?”

Spike se giró hacia ella y sus ojos brillaron por un momento imaginándose a Buffy con aquel vestido.

“Me voy a tomar eso como un sí” dijo Buffy, la mirada de Spike bastaba para contestar a su pregunta. Ella colocó el vestido sobre su brazo y se puso a buscar más ropas en el perchero “¿sabes? Ir de compras así es mucho mejor. Antes tenia que preocuparme por lo que podía permitirme o por lo que a mi madre le parecía bien que llevara. Ahora simplemente tomo lo que quiero y obtengo una deliciosa comida en el proceso” se giró hacia la dependienta y le enseñó sus colmillos disfrutando del modo en que la chica intensificaba su llanto.

“Ser un vampiro definitivamente tiene sus privilegios” contestó Spike deslizando su dedo por la tira de un tanga rojo. Él no podía esperar a que los jugos de Buffy lo empaparan, con su embriagador aroma.

Cuando Buffy encontró todo lo que quería, Spike arrastró a la dependienta e hizo que doblara sus rodillas delante de él “Ven aquí, baby” dijo Spike haciendo una seña “bebe conmigo”

Buffy se apresuró en ir con él, observando como él derribaba a la chica lo suficiente como para que ella pudiera llegar a su cuello sin tener que estirarse.

Ambos drenaron a la chica, cada uno por un lado del cuello hasta que se desplomó sin vida.

Spike recogió las cosas de Buffy y salieron juntos de la tienda paseando calle abajo donde habían dejado el De Soto. Buffy se detuvo delante de una tienda de Antigüedades y dio un paso hacia el escaparate.

“¿Ves algo que te guste, pet?”

“Oh, no realmente. Quiero decir, nada que quiera llevar con nosotros” respondió “solo admiraba la cama”

Spike se fijó en la cama en cuestión viendo que era una gran cama de dosel de hierro forjado “es bonita” le dijo.

“Siempre quise una cama así cuando era una niña pero mi madre siempre decía que no cabía en mi habitación” Buffy se apartó del escaparate “Vamos. Quiero volver a la cripta y probarme alguna de las cosas que has escogido para mi” ella guiñó un ojo.

Sus palabras hicieron que la mente de Spike regresara inmediatamente a uno de sus lugares favoritos, y la siguió de vuelta al coche.

*** *** ***

A Spike le encantaba como se ponía ella después de una buena matanza. Caliente, con sangre fresca por sus ardientes venas, hacía que ella estuviera desesperada por un buen polvo, y él se desesperaba por dárselo.

Ella era algo salvaje, completamente indómita y no quería ser domada. Ella quería tocar, experimentar, sentir. Su mundo era uno de intensidad, brillante y con vibrantes colores y sonidos.

Ella le había traído una nueva luz.

El ansiaba tocarla, probarla. Cada vez había menos espacio para Drusilla en su mente. Él siempre había pensado que lo que ellos tenían era especial, pero eso era antes de haber pasado una noche con Buffy. Ella tenía una intensa pasión muy distinta a la que su sire había tenido, le daba sensualidad en la forma en que Spike quería íntimamente. Dru siempre había tomado el control, hacía cualquier cosa en el juego con tal de que las cosas fueran de su manera.

Buffy simplemente existía en el momento, dejaba que la pasión y el deseo la envolvieran.

Justamente igual que él.

A su juicio es como si hubiera encontrado agua al final de un duro viaje por el desierto, su corazón de poeta la describía con metáforas y poesías elogiadoras. Sin embargo cuando estaba dentro de ella no podía hablar salvo para gritar desesperadamente su nombre dejándose llevar por el ritmo de sus caderas.

Finalmente, cuando el sol comenzaba a salir por el horizonte, se derrumbaron unos en brazos del otro, saciados. Spike la apretó contra su pecho, acariciando su cuerpo como si estuviera en un sueño, un sueño del que nunca quería despertar.


9


Buffy frunció el ceño cuando se despertó y se dio cuenta de que estaba sola. Sabía que Spike andaba cerca ya que su olor aun era intenso y no era solo el que venía de su abrigo, que él le había echado por encima antes de marcharse.

Su ceño se convirtió en una sonrisa mientras sentía la suavidad de la piel sobre ella. Le encantaba lo atento que él era, siempre tenía un momento para tener pequeños detalles como aquel. Y cuando se alimentaban juntos, siempre le dejaba el último sorbo de sangre.

Realmente era el novio perfecto.

Se bajó del sarcófago dejando caer cuidadosamente el duster para recoger del suelo la camisa roja de él y ponérsela “¿Spike?” lo llamó mirando alrededor de la cripta frunciendo el ceño cuando no lo vio.

“Aquí abajo, luv” escuchó que el dijo “existe una trampilla”

Buffy se guió por su voz para encontrar la puerta que él había mencionado, saltó hacia abajo dándose cuenta que había un nivel inferior bajo la cripta.

Spike la había llenado de velas, la luz perfecta para sus ojos de demonio.

Y no era la única cosa que él había añadido.

Su boca se abrió cuando vio como Spike estaba terminando de montar la cama.

Una gran cama de dosel de hierro forjado.

Él levantó la vista hacia ella “No es la misma de anoche, pero vi esta en un almacén no hace mucho y pensé que era como la que siempre quisiste. La traje por los túneles de las alcantarillas hasta aquí, me encontré con un demonio X'arluug que me ayudó a traerla hasta aquí” mostraba una expresión de nerviosismo “¿Es lo suficientemente buena para ti, Buffy? Porque si no, puedo buscar otra, una como la que tú querías, solo dime”

“Spike, es perfecta” dijo Buffy sinceramente emocionada porque hubiera hecho algo así por ella “Gracias”

Spike aún estaba asimilando sus palabras con una expresión de miedo en su cara. Drusilla pocas veces le había agradecido algo que hubiera hecho por ella, por no decir nunca. La mayoría de las veces a ella le entraba un ataque porque él no había hecho lo correcto o ella estaba harta de cualquier cosa y exigía algo nuevo “Quería hacer algo por ti” le dijo con una mirada infantil.

Buffy caminó hacia Spike y se arrodilló a su lado “Realmente aprecio esto, baby. Has sido muy bueno conmigo estos días, me has hecho más feliz de lo que he sido nunca. Estoy muy agradecida por estar contigo en vez de con Angelus. Tú, bueno, tú me dijiste anoche que Angelus era un idiota por no saber tratarme como un tesoro en su cama, y esa es exactamente la forma en que tú me tratas a mi, como un tesoro”

“Es lo que eres para mi, Buffy” dijo suavemente, acariciándole la mejilla.

Ella se acercó y lo besó, sintiéndose más que agradecida por tenerlo a él en su vida. Los pocos días que pasó con Angelus habían sido menos agradables, haciéndole sentir temor de lo que era ser un vampiro. Ella tenía que contenerse cuando la trataba solo como a una mascota. Pero con Spike se sentía como un igual, un compañero, y le agradecía el respeto que le demostraba.

Torturar humanos, ella lo entendía. Eran comida y divertidos de destrozar. Pero esto podría convertirse en una solitaria existencia si ella pasaba la eternidad sin nada de afecto ¿No tenía sentido crear lazos con los de su propias especie?

Buffy se separó con una sonrisa en su cara “Date prisa y termina la cama, Spike. Quiero estrenarla”

Sonriendo ampliamente, Spike volvió al trabajo.

*** *** ***

La multitud del bronce se separaba ante la pareja de rubios vestidos de cuero que caminaron hasta el balcón irradiando una peligrosa belleza. Una vez arriba Buffy miró por el borde de la baranda, con Spike rodeándola por la cintura, pegándola a su firme cuerpo.

“¿Ves a alguien que te guste, pet?” preguntó con su suave voz al oído.

“Ella” dijo Buffy apuntando a una chica de pelo oscuro que salía por la puerta de atrás “Quiero llevarla a casa con nosotros”

“Cualquier cosa que mi chica quiera” respondió Spike antes de llevarla hacia abajo detrás de su presa.

*** *** ***

Spike tenía que admitir que definitivamente la cama había sido un buen hallazgo. Las barras del cabecero eran perfectas para enganchar las cadenas mientras que su cena de esa noche lo descubría de la peor manera.

Él había querido que Buffy tomara el control, quería darle la libertad de explorar de su nuevo lado oscuro. Había demostrado ser tan creativa como sensual, nunca le había defraudado.

Cuando ella le pidió si podían follar mientras se alimentaban de la chica, la simple sugerencia había hecho que se le hiciera la boca agua.

Debajo de ellos la muchacha encadenada luchaba mientras Buffy bebía de su cuello. La mujer vampiro dominaba a su presa a cuatro patas permitiendo a Spike tomarla desde atrás mientras veía como se alimentaba.

La chica lloraba, rogaba misericordia, pero ninguno de los vampiros estaba dispuesto a dársela.

Spike se acordó cuando Buffy le animó a alimentarse de Harmony y se inclinó hacia abajo para susurrarle al oído “bebe de su pecho, luv. Quiero ver tu boca alrededor de su teta”

Supo que la idea la excitó cuando sintió sus músculos internos apretarse alrededor de él mientras sacaba su cabeza de su cuello y se dirigía hacía abajo. La chica gritó cuando Buffy perforó su pecho desgarrando tanto su montículo como su pezón.

Spike gimió estimulado por la vista y empujó más fuerte. Buffy se mantuvo alrededor del pecho de la chica hasta que el orgasmo le llegó y levantó la cabeza para gritar el nombre de Spike. Él la siguió sintiéndola a ella a su alrededor de forma tan intensa que no pudo contenerse.

Le dio la vuelta haciendo que quedara entre sus brazos. Junto a ellos la chica lloraba todavía aunque ahora estaba demasiado débil como para luchar “termina con ella, baby” dijo Buffy acariciando con una mano el pecho de Spike “Dejé algo para ti. Quiero ver como te alimentas”

“Eres tan buena conmigo” dijo Spike besándola tiernamente en la frente antes de trasladarse hasta la chica y beber.

*** *** ***

“Realmente me gusta esta cama” dijo Buffy mientras se tapaba con las sábanas de satén y se acurrucaba junto al cuerpo de Spike.

“Mmm a mi también” dijo Spike tocando perezosamente con su nariz su pelo. Una vez acabaron con su cena Spike arrojó el cadáver por las alcantarillas antes de volver con Buffy a la cama. Ahora el sol había comenzado a salir y sentía la atracción del sueño.

“Me gusta esta cripta, mucho” le dijo Buffy “Me siento como… en casa ¿Podemos quedarnos aquí un tiempo?”

“¿No tienes ganas de salir de Sunnyhell?”

“No realmente. Ahora veo porqué los vampiros siempre se quedan aquí, incluso siendo el sitio donde está La Cazadora. Quiero decir, que no quiero quedarme aquí para siempre, me gustaría ver más mundo, pero por el momento esto está bien”

“Entonces nos quedaremos” dijo Spike recorriendo con su mano su brazo “Cualquier cosa que mi chica quiera, la tendrá”

Buffy sonrió estrechando sus ojos “Me gusta ser tu chica”

Spike presionó un beso sobre su cabeza “A mi también me gusta, pet. Más de lo que puedo decir”

*** *** ***

Willow se sentía extrañamente inútil desde que había visto a Buffy. Durante casi dos años su vida había girado en torno a ayudar a La Cazadora, pero ahora ¿qué es lo que iba a hacer?

Sus mejores amigos estaban muertos; estaba sola. Giles había conservado su puesto de bibliotecario en el instituto, sin embargo Willow sabía que estaba esperando a que acabara el año escolar para regresar a Inglaterra. Parecía, al menos en parte, reacio a marchare y Willow se preguntaba si era porque quería ver con sus propios ojos lo que ella le había contado.

O quizás, el esperaba darle caza, y poner fin al demonio que se había apoderado del cuerpo de su Cazadora. No había dicho nada sobre ello, pero en cualquier caso él decía muy poco sobre cualquier cosa.

Habían enterrado a Xander y Willow había estado visitando su tumba durante todos los días desde entonces. Le parecía extraño que no pudiera hacer lo mismo con Buffy también. Su amiga estaba muerta pero su cuerpo seguía en pie animado por el demonio que tenía dentro.

Oficialmente Buffy figuraba como ‘desaparecida’ y Willow sabía que era un caso que el departamento de policía nunca podría resolver oficialmente, aunque estaba segura que su caso no era él único en Sunnydale. En la boca del infierno la policía probablemente había aprendido a cerrar los ojos en cuanto a gente desaparecida y que nunca se volvía a ver.

El director Snyder había sido encontrado muerto en su casa y aunque había resultado ser motivo de un poco de alegría por todos los estudiantes del instituto Sunnydale, Willow no pudo evitar sentirse enferma al pensar quien era la que probablemente lo había hecho. Ella fue en contra de su propio juicio y hackeo la pagina web del médico forense, y las fotos que vio hicieron que tuviera que ir al baño para vomitar.

Debía seguir recordándose así misma que no era Buffy la que hacía esas cosas. Buffy no era capaz de hacer algo así, no la chica que se reía con ella, que lloraba con ella, con la que compartía sus más profundos secretos. No, no era Buffy. Era un demonio. Solo un demonio.

Un demonio en la piel de su amiga.

No la había visto desde la noche que fue a su casa, ni tampoco a Angelus. Willow se preguntaba si tal vez habían dejado la ciudad. Los negocios de Angelus en Sunnydale ya habían concluido, ya había llevado a cabo sus planes para Buffy. Esperaba a que fueran tras ella, que la atormentaran como Angelus había atormentado a Buffy cuando estaba con vida, pero no ocurría nada.

Incluso se iba a casa antes de que se hiciera de noche, como Oz y Cordelia.

Al parecer también habían encontrado a Harmony en la mansión de Crawford Street cruelmente asesinada. Esos dos habían tardado muy poco en volver a actuar tras el asesinato de Xander, matando a la animadora retirada.

Willow no fue más al Bronze, ni siquiera para ver a Oz tocar. En parte se debía a que los recuerdos que tenía de estar allí con Buffy y Xander aún eran muy fuertes, pero también se debía a su miedo de que ella estuviera allí, de ver a Buffy. Sabía que era un sitio popular para que los vampiros buscaran comida y si Buffy se había quedado en la ciudad ella seguramente habría estado allí una o dos veces.

Si Willow la veía no estaba segura de lo que tendría que hacer. Incluso con la ira por la muerte de Xander y sabiendo lo que su mejor amiga era, lo que había hecho, no estaba segura de poder clavarle una estaca a algo que se parecía a Buffy.

Su única felicidad ahora consistía en seguir con las clases de informática de la Srta Calendar. El nuevo director que había sustituido a Snyder había dejado que Willow siguiera con las clases ya que parecía estar yendo bien y no había profesores candidatos para ese puesto en Sunnydale, habría que buscarlos en otros institutos, por tanto lo mejor era dejar que Willow siguiera con ello.

A ella solo le quedaban algunas asignaturas para graduarse, con todas las clases en las que se había matriculado ese año. Ser una empollona tenía sus privilegios.

Así que ella se quedaba, hacía su trabajo, planificaba sus lecciones. Era su vida como antes de Buffy solo que solitaria ahora, fría.

Daría cualquier cosa para que todo fuera bien de nuevo.


10



A Spike le gustaba despertarse con Buffy entre sus brazos. Le parecía extraño que hasta hace muy poco no había sido capaz de imaginarse durmiendo con alguien que no fuera Drusilla. Pero ahora, después de estar poco más que dos semanas con Buffy, no entendía como podía haber sido feliz sin ella.

Cada noche, ella encontraba una nueva forma de excitarlo. Se alimentaba y follaba con exuberancia, deleitándose en cada cosa que experimentaba. Él encontraba placer en su disfrute, cosas que una vez parecieron mundanas ahora brillaban. Y la huella que sus actos habían provocado en Sunnydale se había corrido por la ciudad como un reguero de pólvora.

En pocos días todo el mundo sabía que La Cazadora había sido convertida.

Y no mucho después de eso, todo el mundo la temía.

Ellos se estaban convirtiendo rápidamente en unos no–muertos Bonnie & Clyde justo como Buffy había querido.

Buffy se restregó contra su cuerpo, indicándole que ya se estaba despertando. A Spike le encantaba la forma en que lo hacía, amaba la forma en que ella se frotaba contra él, de esa manera tan deliciosa.

“Buenas noches, mi guapísima chica” le dijo mientras sus ojos se abrían “¿Dormiste bien?”

“Como un muerto” respondió, riendo tontamente por su mal chiste.

Spike sacudió su cabeza y no pudo evitar soltar una risita “¿Aún te dura el estado de ánimo de anoche, pet?”

“Sé que nos comimos a una estudiante anoche, pero ¿podríamos conseguir otra? Son muy jóvenes y sabrosas. Además, la mayoría de ellas son tan idiotas que no es difícil atraerlas hasta su perdición.

“Sería más que feliz concediéndote ese capricho, baby”

“Tú me concedes cada capricho que tengo” dijo Buffy “eres uno de esos tipos consentidores de caprichos. Es una de las cosas por las que te amo”

Buffy no se dio cuenta de lo que había dicho hasta que Spike fijó su vista en ella aflojando su mandíbula. El pánico la invadió preguntándose si había hecho algo mal. Spike le había dicho que los vampiros podían preocuparse por los demás pero ¿estaba el manifestar amor prohibido en el mundo de los demonios? ¿Le habría ofendido? ¿Había estropeado lo que había entre ellos?

Ella sabía que en parte aún seguía siendo una chica de diecisiete años cuando fue convertida, y esa parte de ella llegaba a estar muy revuelta en lo concerniente a Spike. Su demonio había redefinido el romanticismo para ella, pero incluso así Spike cumplía con los requisitos. Era un asesino despiadado, un vampiro y eso sólo lo hacía más atractivo.

“¿Me amas?” preguntó, su mirada tenía algo que Buffy no sabía definir.

“Yo…” dijo ella volviéndose, nerviosa y preguntó suavemente “¿Eso está bien?”

“¿Bien? Baby, eso es malditamente maravilloso”

Ello lo miró entonces, buscando en su rostro la sinceridad y sonrió cuando la encontró “¿De verdad?”

“Tú… no te haces una idea, Buffy. He querido encontrar a alguien que me amara durante tanto tiempo, y tú, chica, tú eres jodidamente perfecta, eso es lo que eres”

A Buffy se le iluminó la cara “Así que… ¿eso significa que tú también me amas?”

“Cariño, te adoro”

Con un grito de placer Buffy lo abordó decidiendo que su sabrosa y joven cena podría esperar.

*** *** ***

A ella le gustaban las cadenas.

Después de haberse alimentado, Spike llevó a Buffy a casa, donde ella pronto le suplicó que la encadenara. Él, por supuesto, ni siquiera se había planteado el negarse.

Ahora ella estaba boca abajo en su cama, extendida, y con grilletes alrededor de sus muñecas y tobillos. Se trataba de una vista gloriosa.

“Dime que quieres ahora, baby” dijo con su voz profunda y ronca mientras recorría con sus dedos su columna vertebral.

Buffy tembló “Hazme gritar, Spike. Eres tan bueno en eso”

A su chica le encantaba la rudeza y a él le encantaba complacerla.

A Drusilla también, le suplicaba para que usara látigos y cadenas y aunque él la complacía sabía que en el fondo lo quería porque era lo que Angelus le había enseñado y nunca pudo quitárselo de la cabeza. Drusilla quería que él la lastimara porque su sire no estaba allí para hacerlo.

Buffy quería que le hiciera daño porque así él conseguía que ella llegara a las estrellas. De alguna manera a él le gustaba más esto.

Spike se sentó en el borde de la cama y recorrió sus manos por sus nalgas desnudas, disfrutando de la forma de su cuerpo, el cual ya estaba temblando. Ella había estado húmeda toda la noche – se había mojado mientras se alimentaban – y Spike había estado deseando llegar a casa para llenarla con su polla.

Pero cuando ella le pidió lo de las cadenas, entonces él estuvo dispuesto a posponer su gratificación un poco más, ya que esto podría hacerlo incluso más dulce.

Él le dio una palmada sobre su trasero haciendo que ella diera un salto y gritara por la sorpresa. A él le gustaba cuando podía asustarla con la primera. Hacía que ella se pusiera de puntillas, figurativamente hablando, por supuesto.

Spike siguió con las nalgadas, sabiendo que apenas la estaba lastimando. Pero era suficiente para enrojecerla y empezar a frustrarla. El picor hacía que quisiera más y sin embargo eso no era suficiente para satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, cuanto él más la golpeaba solo con su mano, más gemía ella.

Se detuvo y se inclinó hacia delante atrapando entre sus dientes el lóbulo de su oreja un instante antes de susurrarle “¿Quieres algo más que un mordisco, pet?”

“Por favor” respondió Buffy gimiendo mientras alzaba su parte inferior “Sabes lo que me gusta…”

“Sí, pero quizás a mi me guste dejarte esperando” dijo Spike mientras le recorría su espalda con su mano “tal vez me guste ver como te retuerces desesperada por conseguir satisfacción”

Ella gimoteó lastimosamente y el sonido hizo que Spike se riera “Eres como una perra en celo, baby. Me lo vas a poner malditamente difícil”

Él se bajó de la cama yendo al armario donde guardaban su colección de juguetes y eligió un pequeño látigo multicola. De nuevo sabía que los golpes solo harían que le doliera un poco, lo suficiente para atormentar a la chica.

Ella quería que él la hiciera gritar. Quería suplicar para él.

Spike llevó su mano hasta la parte inferior de ella, antes de empezar con el látigo, zurrándola justo encima de donde se unen los muslos. Ella se arqueó hacia él, jadeando.

“Quiero más” le dijo con su cuerpo tenso.

“Tendrás más cuando yo quiera dártelo” respondió Spike, arqueando su ceja “ahora cierra el pico y deja que zurre en condiciones”

Buffy respondió girando la cabeza hacia atrás y sacando la lengua.

Spike negó con su dedo “Esto no funciona así, gatita. No me importa lo mucho que intentes enfadarme, no te voy a dar lo que quieres hasta que yo no esté listo. Personalmente me gusta hacer que tu bonito culo se ponga lentamente todo rojo, me encanta en realidad”

Ella puso pucheros “Pero Spike…”

“Sigue así, pet y voy a hacértelo tan suave y lento como pueda ¿Es eso lo que quieres?”

“Por favor, no… no Spike. Esta noche no”

“Entonces tranquilízate y deja que me divierta”

Buffy giró la cara hacia el cabezal. Spike se dio cuenta de que todavía estaba poniendo pucheros, pero lo dejaría pasar ahora que ella había dejado de quejarse.

“Como una mandona de mierda” dijo mientras volvía a darle con el látigo y luego lo arrastraba lentamente por su piel “Encadenada y aún piensa que puede salirse con la suya”

Buffy gimoteó. Spike la golpeó de nuevo.

Spike mantuvo constantes sus golpes, nunca variaba el ritmo o la velocidad. Su piel se hinchó y se enrojeció. Él sabía que le picaba pero también sabía que no era bastante para satisfacer a su demonio.

Buffy jadeó y se retorció, con su cuerpo tenso por la frustración. Sin embargo sus jugos empaparon la cama y Spike supo que a pesar de todas sus quejas, esto la ponía caliente.

Sólo un poco más.

Continuó con el pequeño látigo pero ahora él aceleró sus movimientos, el látigo silbaba por el aire antes de impactar sobre su piel con un satisfactorio sonido. Buffy gritaba en cada golpe. Su cuerpo resistía a ser marcado pero su carne cada vez estaba más oscura.

Sin embargo el podría ser capaz de romperle la piel y Buffy había llegado a un punto de desesperación. “¡Spike, por favor!” gritó ella agitando todo su cuerpo.

“¿Qué quieres, Buffy?” preguntó mientras seguía pegándole “suplica por lo que quieres”

“La vara… golpéame con la vara. Por favor, Spike. ¡Por favor!”

¿Cómo podía rechazar semejante solicitud? Soltó el látigo y agarró la vara usándola para golpear a la vampira rubia duramente. Ella gritaba mientras él le provocaba heridas en su culo, espalda y muslos. Su cuerpo resistía violentamente.

“¿Es eso lo que querías?” preguntó Spike cuando hizo una pausa “Es eso lo que necesitabas que te hiciera?”

“¡Sí!” gritó Buffy “¡Oh, Spike, sí!”

Le pegó unas cuantas veces más antes de tirar la vara al suelo y saltar sobre ella introduciéndose en su interior de una sola vez con una dura acometida. Su piel se frotaba contra la de ella, irritando los cortes de su carne y ella se quejaba disfrutando del dolor.

Ella fue estrangulando su miembro con espasmos debidos a la intensidad del orgasmo que estaba teniendo. Spike sabía que el no duraría mucho más, no así, y la agarró por el cabello tirando lo máximo que pudo, entonces empezó a hundir sus colmillos en su cuello, degustando su sangre mientras la llenaba con su semilla.

Ella encadenó su orgasmo con otro y luego otro más, hasta que finalmente el la dejó ir y se derrumbó sobre su cuerpo, lamiendo sus heridas suavemente. Ella siguió agitándose, jadeando respirando con dificultad con sus inútiles pulmones.

“Te quiero” murmuró Spike contra su piel desgarrada “Te quiero mucho, Buffy”

Ella suspiró de placer, aflojando sus extremidades en las cadenas “Yo también te quiero”

*** *** ***

Giles no estaba seguro de porqué se había sorprendido cuando El Consejo había enviado a Kendra a Sunnydale. Después de todo era el Hellmouth más activo y por tanto seguía siendo necesaria una Cazadora allí, pero no obstante, le sorprendía.

Y ahora la entrenaría como su Vigilante, usando métodos y armas que una vez usó para entrenar a Buffy, bueno, esto era lo que más le afectaba, su cazadora se había ido.

Se supone que debía tomarlo como una señal de que había llegado el momento de volver a Inglaterra. Buffy estaba muerta, no había nada para él aquí. Era la hora de aceptar que había cumplido con su deber y sin embargo algo no lo dejaba marcharse.

Además, tras la llegada de Kendra su vigilante había informado a Giles que el consejo había ordenado que la primera misión que Kendra llevaría a cabo sería la de eliminar a la Cazadora mala.

Aquellas palabras le pusieron el vello de punta. Una parte de él gritaba ante el hecho de destruir lo que quedaba de Buffy pero se había obligado así mismo a desechar esos pensamientos.

Buffy estaba muerta. No quedaba nada de ella salvo el vampiro que ocupaba su cuerpo y que pronto sería polvo. Su Cazadora – la chica que amaba como a una hija – realmente estaba muerta. Si Kendra conseguía llevar a cabo su misión, quizás así Buffy pudiera descansar en paz.

Aún tenia que verla una vez más, aunque lo hiciera fuera de horas de trabajo. Aunque en sus sueños la veía todas las noches. Su cara marcada por los rasgos demoniacos bailaba ante él cada noche.

Giles le había fallado y ahora no podía perdonarse así mismo. Ella se había marchado esa noche por él, buscando a Angelus por el. Ella le había dejado una carta antes de que se fuera explicándole que quería justicia para Jenny y que iba a corregir los problemas que había causado por ser una adolescente apasionada.

Por eso su Cazadora había muerto y era por eso por lo que Rupert Giles no podía perdonarse a sí mismo.



11

Acababan de marcharse juntos de la cripta para la cacería nocturna cuando Spike sintió que Buffy lo agarraba del brazo y tiraba de él llevándolo detrás de un mausoleo “¿Qué?” preguntó.

Buffy puso el dedo en sus labios, indicándole que estuviera quieto antes de que ella susurrara “Cazadora”

Spike abrió los ojos sorprendido “¿Aquí?” susurró.

Buffy asintió y luego señaló, Spike se asomó discretamente por una esquina del mausoleo, allí atravesando el cementerio reconocieron a la chica que había sido la segunda cazadora contra la que él había luchado cuando lo del ritual para curar a Drusilla.

Nunca había entendido porqué habían dos cazadoras y supuso que aquel no era el momento para preguntar. Después, mas tarde, cuando ya la cazadora no fuera una amenaza.

Buffy se puso de puntillas y le susurró a Spike en el oído “Mátala para mi, baby. Haz que sea la tercera”

Spike sonrió con malicia ante esa petición, tan fácil de cumplir. Después de hacer rodar sus hombros y su cuello, aflojándose así mismo antes de empezar a salir de detrás del mausoleo, con una chulería extra en sus pasos.

“Bueno, bueno, bueno… mira lo que he encontrado”

Kendra se giró rápidamente sin expresión en su rostro mientras agarraba su estaca y se ponía en posición de lucha.

“Entonces… ¿ya estás lista para que una nueva cazadora sea llamada?” los ojos de Kendra se abrieron ligeramente y Spike rió “sí, sé lo que eres, y yo, soy un cazador de cazadoras, es el momento de añadir una nueva marca a mi cinturón” él enganchó sus pulgares en su cinturón y movió la lengua entre sus dientes, guiñando un ojo a Kendra con la intención de provocarla.

Funcionó. Aunque Kendra luchaba por no mostrar ninguna reacción durante ese encuentro tan poco ortodoxo corrió hacia Spike, intentando clavarle la estaca en su corazón. Sin embargo él la detuvo con facilidad y cada Nuevo golpe después de ese.

Apoyada sobre la pared del mausoleo Buffy observaba la batalla, maravillada ante Spike. Luchaba como el mejor de los depredadores y sin embargo solo estaba jugando con ella. Bloqueaba cada uno de sus movimientos con una sonrisa en su rostro, se veía en sus ojos que disfrutaba de la lucha.

Buffy no creía que pudiera haber algo más hermoso.

“Vamos ¿es lo mejor que puedes hacer? He matado a dos cazadoras y ambas fueron mayor desafío que tú. Esta lucha está siendo patética, ni siquiera puedo matarte aún. Sería una desilusión.”

La ira centelleaba a través del rostro de Kendra y volvió a atacar de nuevo, esta vez le dio a Spike una patada tan fuerte que lo hizo tambalearse hacia atrás. Él se rió de todas formas “¡Ahora lo has pillado!”

“Vas a morir esta noche, vampiro” dijo Kendra, dominada por la ira en aquel momento.

“Ya estoy muerto, luv” contestó Spike mientras le daba un buen golpe en la cara “¿Quieres unirte a mi?”

Buffy miró como Kendra atacaba de nuevo, Spike había conseguido destrozarle su fachada exterior de ira. Buffy podría decir por la sonrisa en la cara de su amante, que éste estaba disfrutando de la lucha, incluso cuando Kendra conseguía herirlo.

Spike amaba lo que era. Se deleitaba en ello. Era un vampiro hasta la médula. Existía para alimentarse, luchar y el sexo.

Buffy sentía orgullo femenino de poder estar junto a aquel hombre.

Como todo depredador, jugaba con su presa. Spike finalmente había llegado a un punto en el que estaba dispuesto a acabar con el juego. Kendra jadeó mientras él se acercaba con su velocidad superhumana, él la agarró por la muñeca haciendo que la estaca cayera al suelo.

Kendra trató de luchar pero Spike la mantuvo inmovilizada agarrándola por la cabeza. Descendió sus colmillos y los hundió en su garganta. Buffy veía como la Cazadora luchaba cada vez con menos fuerzas mientras él drenaba la sangre de su cuerpo.

Spike extrajo su cabeza, incluso aunque la chica respirara aún débilmente. Con su boca manchada de sangre buscó los ojos de Buffy “Vamos, luv. Bebe conmigo”

Buffy caminó lejos del mausoleo, hacia donde estaba Spike y su cena – cazadora.

Kendra parpadeó lentamente y frunció el ceño cuando vio a su hermana Cazadora.

“Buffy” dijo Kendra débilmente, con un hilo de voz.

Fue hasta la Cazadora y no mostró misericordia. Cerró su boca en el cuello de Kendra mientras que Spike volvía de nuevo a alimentarse. Juntos bebieron de ella.

EL cuerpo de Kendra cayó, utilizado, al suelo, mientras que Spike agarraba a Buffy y la lanzaba contra un árbol cercano. En un momento Buffy se había levantado la falda hasta la cintura y Spike se había bajado los pantalones para entrar en ella de un impulso.

Buffy gritó de placer cuando Spike estuvo dentro. La lucha y la sangre de la Cazadora corriendo por sus venas habían hecho que perdiera el control. Tembló de placer rodeándolo y gritó cuando Spike descargó dentro de ella, solo para seguir duro.

Con un gruñido Spike la llevó hasta el suelo y allí la montó otra vez, colocándose sobre ella que estaba a cuatro patas. Buffy clavó sus uñas en la tierra, con todo su cuerpo inundado en la gloria. Su mente solo podía concentrarse en el placer que Spike le proporcionaba al estar dentro de ella.

No supo cuanto tiempo estuvo así hasta que él dejó escapar un bramido, tirando de ella para morderla en el cuello mientras se derramaba dentro de su cuerpo. Se derrumbaron, jadeando con dificultad. Spike apoyó a Buffy sobre el árbol y la acurrucó entre sus brazos.

Spike jugaba con su pelo, notando como sus ojos se fijaban en el cuerpo de la Cazadora muerta. Se preguntaba si tal vez sería demasiado para ella, si ella sentiría algo por la Cazadora caída.

“¿Va todo bien, luv?” preguntó Spike suavemente mientras depositaba un beso en su sien.

“La enviaron a matarme” contestó Buffy “Sé que lo hicieron. Esa es la razón por la que estaba aquí”

“¿Ellos, quienes? ¿Tus antiguos amigos?”

“Ellos, el Consejo, todos ellos” Buffy miró a Spike con un brillo en sus ojos “Quiero darles un mensaje, que sepan con quien están tratando realmente”

“¿Tienes algún plan sobre como hacerlo?” preguntó Spike.

Buffy asintió, se puso en pie y arregló su falda “Ponte los pantalones y coge el cuerpo”

Sin dudarlo, Spike hizo lo que le pedía.

*** *** ***

Willow iba a ver a Giles en la biblioteca esa mañana, ansiosa por ayudar en algo, aunque solo fuera ordenando libros. Cuanto más tiempo pasaba desde que Buffy se había ido, más inútil se sentía y estaba dispuesta a hacer algo para aliviar ese sentimiento.

Escuchó a Giles gritar cuando estaba entrando. Willow se dio cuenta en que se había apresurado en la forma en que entró sin embargo actuó por instinto corriendo a su lado sin pensar.

Lo que vio le congeló la sangre.

Kendra colgaba de la pared de lo que parecían ser unos clavos de ferrocarril en sus manos, su pecho estaba abierto en dos y su corazón estaba bajo sus pies.

Y estaba atravesado con la propia estaca de Kendra.

Willow se giró y trató de correr, pero tropezó y se agarró al borde del mostrador. Se detuvo sintiendo como sus brazos le temblaban.

Recobró la compostura por un momento cuando Giles le pasó una mano por la espalda, entonces sus hombros cayeron “No puedo creer que Buffy hiciera algo así, ni siquiera como vampiro. Parece tan…” Willow se quedó trabada, no encontraba la palabra para describir la visión del cuerpo de Kendra.

“Lo sé. Ni siquiera estoy seguro de que lo hiciera ella”

Willow giró la cara hacia él, pero aún seguía apoyada sobre la mesa, no podía confiar en sus piernas para mantenerse de pie “¿Ah no?”

“Bueno, no estoy seguro. El uso de clavos de ferrocarril, sugiere, bueno, a Spike”

“Pero Buffy lo mató ¿no? Después de que intentara matar a Ángel para que Drusilla se recuperara”

“Se le cayó el órgano encima” contestó Giles “No es una de las tres maneras de matar a un vampiro. Quizás sea su manera de dejarnos claro que no se ha ido. Kendra era una Cazadora…” Giles tragó con dificultad. Sabía que incluso a pesar de los clavos de ferrocarril era muy probable que Buffy hubiera intervenido de alguna manera en la muerte de la Cazadora. Había leído sobre Spike cuando este llegó a Sunnydale y ninguna de las otras Cazadoras que había matado habían sido exhibidas de una forma tan horrible. Desde un punto de vista psicológico, sería lógico que Buffy se rebelase en contra de La Llamada de esa manera y ese pensamiento hizo que Giles se sintiera frío por dentro.

Si estaba implicado en esto, en todo este asunto, ella posiblemente hubiera hecho equipo con el Cazador de Cazadoras.

“No puedo más, Giles” dijo Willow llamando la atención del vigilante por un momento “No puedo estar sin saber que está haciendo, si está planeando algo… yo no puedo tener miedo de Buffy. Me siento tan desamparada”

“Lo sé” respondió simplemente Giles. No había nada más que decir. Lo sabía. Él se sentía de la misma manera.

“Tenía la esperanza de que Kendra la encontrara y la estacara” Willow sacudió su cabeza. Me siento horrible por desear esto pero realmente preferiría saber que Buffy por fin se ha ido que pensar que ella anda suelta por ahí como un monstruo”

Giles de apoderó del hombro de Willow “Sería lo mejor para ella. A ella no le gustaría ser así. Ella…”

“Era su peor pesadilla” dijo Willow tranquilamente.

“Sí, me acuerdo” dijo Giles y en silencio, para el mismo añadió “la mía también”

“Pienso en ella todo el tiempo” contestó Willow con lágrimas por sus mejillas “No quiero, no de esta forma. No puedo ayudarla. Ella es un monstruo, Giles, y ella no quería ser uno. Ella no quería. ¡No es justo!”

Cuando Willow comenzó a llorar más duramente, Giles la rodeó en un abrazo, intentando reconfortarla incluso cuando su propio dolor lo partía en dos.

*** *** ***

Después de ver el cuerpo de Kendra Willow pasó la mayor parte del día en la niebla. La policía llegó al instituto pero las clases aun no se habían cancelado. La muerte había pasado a ser desde hace tiempo una rutina en el instituto Sunnydale.

Después de que la última campana sonó, regresó a las aulas de informática, esperaba recoger los proyectos de los estudiantes y llevárselos tan pronto como pudiera. Los discos estaban sobre su escritorio, los recogió y maldijo cuando algunos de ellos se deslizaron entre sus dedos.

Willow se agachó bajo el escritorio recogiendo los discos caídos. Vio uno fuera de su alcance y se estiró todo lo que pudo hasta que consiguió tocarlo. Con una pequeña sonrisa de satisfacción Willow lo recogió, y frunció el ceño cuando lo vio.

La parte exterior del disco estaba en blanco, Willow suspiró “¿Quién había olvidado ponerle el nombre?” se preguntó el voz alta mientras metía el disco en la torre del ordenador.

En cuanto Willow vio los ficheros del disco, notó algo diferente. La tarea había que entregarla en un documento de PowerPoint y sin embargo no era eso lo que había en el disco. En vez de eso había un icono que ella no reconocía. La curiosidad le pudo e hizo clic sobre él.

Un programa se puso en marcha, una ventana negra apareció y se cubrió con extraños caracteres. El rostro de Willow cambió ante lo que veían sus ojos, entonces ella jadeó cuando supo lo que era.

¡Era eso! ¡Era la maldición!

Willow parpadeó, casi esperaba que desapareciera de su vista pero no fue así. Todo estaba ahí: los ingredientes para el hechizo, el hechizo, exactamente como hacerlo. La Señorita Calendar debió traducirlo antes de su muerte.

Con la esperanza dentro de ella por primera vez desde que Buffy apareció unas noches antes en su casa, Willow sacó el disco del ordenador, con sus manos temblando de forma tensa. Miró el reloj, aún había tiempo suficiente antes de que anocheciera para ir a la tienda de magia y luego a casa.

Olvidándose de los proyectos, Willow se apresuró a salir de la clase.

Ella podía hacer eso.

Podría hacer que las cosas fueran bien de nuevo.


12

Con la puesta de sol fuera de la cripta, Buffy despertó acurrucándose junto a Spike. Después de dejar a Kendra en la biblioteca, Spike la llevó de vuelta a casa, donde le había demostrado que la sangre de Cazadora era realmente un afrodisíaco.

A ella todavía le dolía todo y aún así había sido la mejor noche de su vida.

Buffy alzó la vista para ver a Spike sonriendo y ella le devolvió la sonrisa “Buenas noches, gatita” dijo con su voz grave que la hacía temblar.

Buffy se restregó contra él sonriendo cuando lo sintió reaccionar ante la proximidad de su cuerpo “lo de anoche fue increíble” dijo recorriendo el pecho de él con el dedo.

“Y que lo digas” respondió Spike con una sonrisa.

“Finalmente conseguiste tu tercera Cazadora ¿estás orgulloso de ti mismo?”

“Sí, lo estoy” respondió Spike honestamente “Aunque he encontrado algo mejor que matar a una Cazadora”

“Oh” preguntó Buffy arqueando su ceja “¿el qué?”

Los ojos de Spike se oscurecieron por la lujuria cuando él rodó dejándola debajo suya “tirármela”

Empujó hacia dentro haciendo que Buffy gritara de placer.

*** *** ***

Willow se sentó en su habitación, lo tenía todo listo para el hechizo. En la tienda de magia de Sunnydale acababa de tener lugar un momento crucial, había conseguido un raro ingrediente para la maldición, una esfera de Thesula. Cuando el vendedor le dijo a Willow que era una de las pocas que quedaban en el mundo se consideró afortunada de que estuviera allí para ella.

Su mano temblaba cuando recogía el pedazo de papel con la traducción impresa de Jenny Calendar.

“¿Estás segura de que no deberíamos avisar a Giles? Siento como si él debiera estar aquí para supervisar o algo” dijo Cordelia junto a Willow, mientras quemaba el incienso.

“No, no quiero decirle nada hasta ver que esto funciona” dijo Willow “ tú solo quema el incienso ¿vale?”

Además ella no quería que intentaran pararla, que nadie le dijera que no tenía que invocar este tipo de poderes. Willow sabía que podía hacerlo…

Tenía que hacerlo…

“Ni siquiera veo la razón por la que estamos haciendo esto” continuó Cordelia “quiero decir, mató a Xander, no deberíamos estacar….”

Willow se volvió hacia Cordelia con un flash en sus ojos lo que hizo que la morena dejara de hablar inmediatamente “Eso no es Buffy, es un demonio que está controlando su cuerpo. Tenemos que hacer que Buffy vuelva”

“Uh… una pregunta” dijo Oz al otro lado de Willow, levantando un poco una mano mientras que con la otra agarraba un viejo y grande libro “yo no sé latín ¿Será eso un problema?”

“No tienes que entenderlo, solo hay que leerlo” respondió Willow “vamos a hacer esto, Buffy necesita nuestra ayuda ahora”

La habitación se quedó en silencio un momento antes de que Oz recitara “Quod perditum est , invenietur ."

Willow hizo una gran inspiración calmándose así misma “Ni muertos ni vivos, espíritus del inframundo, yo os llamo…”

*** *** ***

Buffy saboreaba la sangre caliente que se deslizaba por su garganta, deleitándose en los sonidos que la chica hacía al llorar.

Su comida de esa noche se encontraba entre ella y Spike mientras se alimentaban, y Buffy extendió su brazo para aferrarse a su amante.

La muchacha hizo un último sonido, algo así entre un suspiro y un quejido antes de que su corazón se parara. Buffy lamía su cuello, disfrutando de las últimas gotas de sangre.

Entonces, algo sucedió…

Gritó, dando traspiés hacia atrás. Algo pasó por ella y la sacudió, un dolor insoportable que aumentaba.

Jadeó y parpadeó al ver como Spike soltaba a la chica y su cuerpo caía al mugriento callejón en cámara lenta.

Spike la llamó por su nombre pero la mente de Buffy apenas lo registró. Su mirada estaba clavada en el cuerpo, sobre los ojos abiertos que no pestañeaban.

La chica estaba muerta. La había matado ella.

Buffy saltó, luchando por huir mientras se sentía atrapada. Llena de repulsión, el horror de todo lo que había hecho estaba en su cabeza.

Y no solo era esa chica, habían sido otros. Algunos conocidos, otros no.

Kendra. Xander.

Oh Dios, había matado a su mejor amigo.

Miró hacia Spike y vio la preocupación en sus ojos, pero todo lo que podía pensar eran las atrocidades que habían cometido juntos. El quiso acercarse pero Buffy se apartó.

No podía soportarlo. Era demasiado.

Corrió.

Sus piernas se movían a una velocidad sobrehumana mientras corría a ciegas en la noche, sin pensar a donde iba. Sacudidas de disgusto amenazaban con hacerla caer, tropezó solo para volver a levantarse y seguir adelante.

De repente, ella tuvo que pararse, unos brazos fuertes la sujetaban. Luchó pero no pudo escapar, y finalmente ella se desplomó. Aún con lágrimas en sus mejillas se agitó mientras lloraba.

Spike la rodeó con sus brazos, sosteniéndola contra su pecho, intentando calmarla como podía. Sus sollozos disminuyeron y él no podía imaginar que es lo que iba mal en ella.

“¿Buffy? Háblame cariño, por favor”

Ella no dijo nada, incluso cuando él suplicó por segunda vez y luego una tercera. Finalmente Spike optó por llevarla hasta la cripta, acunándola contra su pecho.

Spike la dejó en la cama y luego se unió a ella, acercándola a él. Los únicos sonidos que se oían eran sus sollozos suaves y ahogados, y él endureció su abrazo lleno de preocupación.

*** *** ***

“Vale, eso ha sido raro”

Oz dio a Cordelia una rápida mirada antes de centrar su atención en Willow “¿Estás segura de que estás bien? La verdad es que parecía un poco extraño”

“Estoy bien” dijo Willow volviendo sus respiraciones a un ritmo normal “Estaba…” parpadeó y buscó a Oz “Sentí algo pasar a través de mi, antiguos poderes. Funcionó. Sé que funcionó. Puedo sentirlo”

“Entonces… ¿Qué hacemos ahora?” preguntó Oz, tendiendo su mano.

“Esperar que Buffy vuelva a casa” respondió Willow “con su alma, lo hará por sí misma, ella regresará” parpadeó y el mundo pareció girar “aunque en este momento creo que necesito descansar un poco…”

Willow empezó a caerse pero Oz la agarró y detuvo la caída “Fácil. Ve a la cama”

Mientras Oz ayudaba a Willow no podía evitar tener la sensación de que las cosas no serían tan fácil como su novia quería creer.

*** *** ***

Buffy no sabía cuanto tiempo había permanecido allí. Ella tenía la mirada vacía, los horrores que había cometido durante las últimas semanas pasaban ante sus ojos una y otra vez.

Ella era una asesina, un monstruo.

Un vampiro.

Hasta ahora no se había dado cuenta de porqué se sentía así por esas cosas. Tenía alma. Alguien debió encontrar la forma de recrear la maldición de Ángel sobre ella.

No podía seguir así. Sin su alma, ella sabía que había sido feliz. Se horrorizaba ser consciente de esto ahora, pero lo hecho, hecho estaba, y ella nunca podría volver a ser humana otra vez.

Si Buffy tenía que ser un vampiro, no quería que fuera así…

Se giró hacia Spike, sorprendiéndolo “¿Me amas?” le preguntó ella con sus ojos brillantes.

Frunció el ceño, confuso “¿Buffy? Por supuesto que te amo, pet. Yo…”

“¿Así que esto es real? ¿Lo que tenemos? Nosotros… ¿realmente nos amamos?”

“Sí ¿por qué…?”

Buffy lo silenció con un fuerte beso, sus dedo ya trabajaban para quitarle el cinturón y el cierre de sus pantalones. Spike se separó de su boca, agarrando sus manos con las suyas “Luv, me estás asustando. Dime qué va mal. Por favor…”

“Tenemos que tener sexo” respondió Buffy mientras se libraba de sus manos y conseguía liberar su miembro. El rugió, endureciéndose cuando ella comenzó a tocarlo. Su mente luchaba por controlarse.

“Buffy…” Spike lo intentó de nuevo solo para terminar con otro gemido cuando Buffy lo empujó dejándolo de espaldas y se montó a horcajadas sobre él librándose con rapidez de su falda para que él pudiera meterse dentro.

Ella establecía el ritmo de cogida, y Spike movía sus caderas, sin poder hacer nada salvo sentir el placer recorrer su cuerpo.

“Spike…” Buffy gimoteó mientras se movía sobre él “Hazme llegar. Por favor, lo necesito… por favor…”

Con un gruñido Spike los giró a los dos, embistiendo a Buffy lo bastante fuerte como para hacer crujir la cama. Buffy gritó, agarrándose a sus hombros mientras hacía que se encontraran sus caderas, rozando su pelvis con la de él en una desesperada necesidad de fricción.

Buffy lloriqueaba de frustración, el orgasmo quedaba fuera de su alcance. No podía concentrarse, no podía dejar de sentir aquella culpa. Cerró los ojos y sacudió su cabeza en un desesperado intento de hacer que se fuera.

Spike sentía la tensión debajo de él y estiró un brazo entre ellos para alcanzar su clítoris, lo frotó con rápidos círculos, sabiendo perfectamente que eso siempre la hacía llegar.

No fracasó esta vez. El placer la abrumó y Buffy sucumbió al mismo, llamando a Spike en un estado de éxtasis. Sintió a Spike liberarse dentro de ella y lo mantuvo dentro, esperando que su alma se fuera otra de nuevo.

Pero no lo hizo.

Spike se retiró y ella se arrastró a un lado, con la culpabilidad aún dentro de ella, aun mas ahora que había intentado librarse de ella. Empezó a entrarle el pánico, pero entonces, recordó algo: no fue algo inmediato con Ángel.

Ellos tuvieron algún tiempo después, con susurros y caricias. Y ella se durmió en sus brazos antes de que su alma lo abandonara. Quizás había un retraso, tenía que pasar un tiempo para que se rompiera la maldición.

Se acostó junto a Spike en la fría y húmeda cripta y esperó. Ella había hecho lo que tenía que hacer. Su alma debía salir ahora.

Pero no.

El tiempo pasaba y el alma seguía ahí. La desesperación aumentaba al darse cuenta de que no iba a ocurrir. El sexo con Spike no le había dado la verdadera felicidad. Buffy sabía que eso solo podía significar una cosa.

Que ellos realmente no estaban enamorados.

Nunca antes se había sentido tan sola, tan vacía. Había muerto y estaba atrapada dentro de su frío cadáver. La culpa de los pecados que había cometido amenazaba con romper su recién restaurada alma, y ahora ella no tenía la comodidad que había tenido justo después de haber sido convertida.

Se volvió hacia Spike, y se le rompió el corazón al darse cuenta de que lo que ellos tenían no era real. Era una especie de enfermedad entusiasmada entre demonios – nada mas.

El la miraba ahora con una preocupación en sus ojos que debía ser falsa, solo un eco de una emoción humana.

Spike no la amaba.

Saltó de la cama y corrió entre las sombras de la cripta, donde se derrumbó sin poder dejar de llorar. Spike se levantó y se puso sus pantalones antes de dirigirse hacia ella y se quedó de rodillas apoyando su mano sobre su hombro.

“¿Buffy? Pet ¿qué pasa? ¿Cuál es el problema?”

“No me toques” Buffy se levantó, empujándolo “no vuelvas a tocarme nunca más”

Spike retrocedió “Buffy ¿qué…?”

“Déjame sola”

Sin entender nada, Spike se retiró y se sentó en el borde de la cama, mirándola. Deseaba saber que hacer para que se sintiera mejor.

Se le rompía el corazón al verla llorar.



13


“La maldición. A Ángel le corresponde sufrir, no vivir como ser humano. Solo un momento de felicidad y de alegría, un momento en el que el alma que le dimos ya no le atormente más y esa alma le será arrebatada” Enyos, Inocencia.

*** *** ***

Ella nunca había conocido una angustia así. Solo unas horas antes, había sido más feliz de lo que nunca lo había sido. Había estado libre de las cargas del mundo y estaba plenamente convencida de que había encontrado el amor.

Ahora, todo eso se había ido. De golpe. El peso del mundo estaba sobre sus hombros ahora y sabía que el amor solo había sido una ilusión.

¿Cómo podría vivir la eternidad así? Solo había pasado un día y ya era demasiado.

La respuesta era simple: no podía. Quizás fuera débil, pero si iba a tener que estar así para siempre, entonces necesitaba poner fin a las cosas ¿Qué más daba?

Estaba muerta de todas formas.

Con calma, levantó sus pies y caminó hacia la escalera, llegando hasta el nivel superior de la cripta. Sus ojos se quedaron fijos en la puerta y cuando su mano agarró el pomo, no tembló.

Prefería ver el sol por última vez…

Respiró profundamente con sus inútiles pulmones y salió.

Sucedió tan rápidamente que no registró la acción hasta que la pesada puerta estuvo cerrada. Gritó asombrada adelantándose cuando Spike tiró de ella haciendo que regresara hacia la cripta, y corrió de nuevo hacia la puerta. Spike la interceptó a tiempo, agarrando a Buffy por la cintura y sosteniendo sus brazos a los lados.

Buffy pataleó mientras él la levantaba y gritó “¡Déjame ir! ¡Quiero ir!”

“¡No puedes! ¡Estamos a mitad del jodido día!” Spike gritó apretando su puño sobre ella “¡Maldita sea! ¿Qué diablos te pasa?”

Buffy volvió a gritar de rabia y en vano, furiosa con él mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Spike apretó la mandíbula y no dijo nada más mientras llevaba a Buffy de vuelta a su cama.

Ella no se dio cuenta de lo que estaba haciendo hasta que fue demasiado tarde y una esposa estuvo alrededor de su muñeca. Un momento más tarde la otra estuvo cerrada también. Gritó de frustración y luchó nuevamente.

“Lo siento, baby” le dijo Spike, con verdadero pesar en sus ojos, se sentó a su lado y le acarició la mejilla “No quiero hacer esto, pero me estas asustando. No puedo dejarte ir. Serías polvo”

“¡Eso es lo que quiero!” gritó Buffy sacudiéndose “¡Quiero que se acabe!”

Spike se echó hacia atrás, parpadeando “Buffy, cariño ¿qué es esto?”

“Yo no soy tu cariño” lloró Buffy “yo no soy tu nada” cuando se dio cuenta de que sus lágrimas volvían a salir hundió su cabeza entre sus manos y apartó la vista de Spike.

“Pet, yo no…” Spike empezó a llevar su mano hacia ella pero la detuvo dejándola caer. Sus ojos se abrieron y de nuevo quiso acercarse a ella mientras susurraba “Buffy… tu alma. Te devolvieron el alma”

Buffy se estremeció antes sus palabras “si, si” admitió suavemente dejando caer sus hombros. Ella se aventuró en echar un vistazo hacia él “Así que déjame ir Spike. Tu posiblemente no puedas quererme de todos modos, no así”

“Oh, gatita…” sus palabras, su tacto eran tan suave que cuando llegaron a Buffy no pudo sino venirse abajo y dejar que él la acunara en su pecho. Sabía que no era real, no podía ser real pero lo necesitaba de todas formas.

“Podemos arreglarlo, pet” dijo Spike descansando su mejilla en su cabello “Se puede deshacer ¿Cómo la perdió Ángel?”

Buffy tragó “Yo…” hizo una pausa cogiendo aire “Tuvimos relaciones sexuales… un momento de felicidad rompía la maldición. Nos amábamos, así que cuando tuvimos sexo… “ ella dejó la frase en el aire, no pudiendo decir nada más.

Spike se puso rígido, aunque sin liberarla de su abrazo. “Y cuando nosotros tuvimos sexo…”

“No se fue” concluyó Buffy, dando por supuesto que no había amor entre ellos.

Presionó sus labios contra su pelo, aspirando un momento antes de susurrarle “Te quiero, Buffy”

Negando con la cabeza Buffy respondió “No puedes”

“No, pet. Lo hago. Yo…”

Buffy lo empujó lejos de él y se arrastró hacia el cabezal de la cama todo lo que sus manos encadenadas le permitían. “Sólo vete”

Spike intentó volver alcanzarla pero ella se estremeció. Con un fuerte suspiro él se alejó.

*** *** ***

Buffy no se movió de su lugar en la cama. Podía oír a Spike moviéndose por toda la cripta, pero no lo veía y él no iba a verla. No hasta el anochecer cuando finalmente le quitó las cadenas. Ella se frotó sus muñecas un momento pero aún no se movía.

“¿Tienes hambre, gatita?”

Ante la pregunta de Spike, Buffy giró bruscamente la cabeza y lo miró enfurecida “¿Cómo te atreves a preguntarme eso? ¿Quieres que mate a alguien más? ¿Tienes alguna idea de cómo me siento ahora mismo? Oh, claro, no la tienes”

Spike cerró sus puños y tensó su mandíbula marcando sus músculos. Quería gritar, gritarle a ella, pero se resignó en su frustración. Él lo había pasado mucho peor con Dru y sus cambios de humor. Por otra parte, Buffy le estaba haciendo daño y por eso él quería hacérselo también.

“Sé que no quieres matar a nadie más, Buffy. He odio suficiente sobre las quejas de Angelus para saber como funciona esto del alma. Yo me estaba ofreciendo a conseguir algo para ti”

“Entonces qué ¿crees que voy a estar de acuerdo en que mates a alguien para mi?”

Spike dejó salir un fuerte suspiro “No, quise decir de la jodida carnicería ¿No es lo que bebía Ángel? ¿Sangre de cerdo?”

Buffy parpadeó asombrada, su enfado por Spike se transformó rápidamente en confusión “¿Qué… qué haces?”

“Estoy cuidando de ti. ¿Es necesario que te ponga las cadenas mientras voy a por la cena?”

“No” respondió Buffy agitando su cabeza antes de hundirse de nuevo contra la cama.

Spike pasó suavemente su mano por su cabello “Vuelvo enseguida, cariño. No quiero que las cosas empeoren porque estés débil por el hambre”

Buffy simplemente asintió, la calidez de Spike y su preocupación eran chocantes, tenía que haber algo más ¿por qué no la dejaba? ¿por qué le impidió salir al sol en vez de patear su trasero? Sabía lo que otros vampiros pensaban sobre las almas ¿podría ella manchar su reputación ahora?

Después de que dejara la cripta, Buffy decidió que él no iba a volver. Él probablemente temía que ella se volviera pegajosa y le suplicara que no la dejara sola, así que se le había ocurrido una excusa para marcharse. Ningún vampiro querría atarse a ella, especialmente uno tan despiadado como Spike.

Él no iba a volver, y ella vería el amanecer.

Por eso, cuando ella sintió que la cama se movía y vio que Spike le entregaba una taza con sangre, Buffy se sorprendió “¿Por qué has vuelto?” le preguntó ella suavemente.

“No puedo dejarte, pet. Necesitas a alguien que cuide de ti ahora mismo, y sé un poco sobre el cuidado de la gente ¿eh? Ahora bebe, amor”

Con sus manos temblorosas, Buffy sostuvo la taza y se la llevó a sus labios. Arrugó la nariz de disgusto, sin embargo, bebió de todos modos.

“Ugh, supongo que esta bazofia no me va a gustar demasiado”

Buffy miró a Spike por lo que dijo, dándose cuenta de que ella no iba a ser la única que bebería sangre de cerdo esa noche “¿Por qué tú estás bebiendo esto también?”

“¿Te molestaría que saliera y me alimentara para luego unirme a ti en nuestra cama?” Buffy arqueó la ceja como única respuesta y Spike siguió “mira, no sé como llevar esto, pero ahora mismo, no quiero empeorar las cosas para ti. Tú estás mal, cariño, y eso es un problema para mí, más de lo que creo que eres consciente. Por lo tanto, si tengo que conformarme con esto, entonces lo haré”

Buffy tragó con dificultad, obligando a que la sangre de cerdo pasara por su garganta “No entiendo porque estás haciendo todo esto”

“Porque te quiero, cariño. Puedes creerlo o no, pero lo hago. Me asustaste esta mañana cuando quisiste salir, me hizo pensar en como sería si te perdiera. Pasé más de un siglo buscándote, Buffy, y seré condenado de nuevo si te pierdo en un parpadeo”

“Ya no soy esa chica que tu crees que amas, Spike” dijo Buffy enterrando sus ojos en la taza vacía “No puedo serlo, no así”

“Sí, pet, lo eres” Spike dejó su propia taza antes de agarrar la de Buffy. Luego se levantó y la arropó con las mantas “Solo descansa, gatita” le dijo con un beso que rozó su frente “Es pronto, sí, pero puedo decir que estás agotada”

Las lágrimas brotaron de sus ojos ante su inesperada bondad, aunque sabía que no podía haber verdadero amor detrás. El alma en su interior golpeaba su pecho, amenazando con asfixiarla.

“Los maté”

“Lo sé, Buffy. Solo descansa ahora”

“Todavía están gritando, Spike. Puedo oírlos. Demasiado alto” Gimoteó llevando sus manos hasta sus orejas.

“Shh… no, baby. Está tranquilo aquí. Sólo estoy yo, cariño” Spike llevó su mano lejos de su oído y le acarició el pelo “Solo duérmete ahora. Tienes que dormir”

Buffy gimoteó de nuevo pero con sus ojos cerrados y estuvo así hasta que Spike supo que se había dormido. Alejó su mano de ella y un frío temor lo recorrió al pensar cómo se iba a resolver la situación.

“¿Qué sería de ellos ahora?”

*** *** ***

El sonido de las lágrimas de Buffy despertó a Spike. Estaba enrollada haciendo una bola y Spike la atrajo hacia él, acariciando suavemente su carne fresca.

Buffy lo golpeó, apartándolo de su lado y Spike no se movió para volver a atraerla. Escuchó sus gritos en la oscuridad, se la oía tan desamparada.

Le había dicho la verdad cuando le contó que se había asustado al verla ir al sol. Sabía que llevaban poco tiempo juntos, sobre todo teniendo en cuenta el número de años que llevaba en el mundo, pero ella le había llegado como ninguna otra mujer lo había hecho. Le había demostrado lo que era ser amado.

Spike sabía que podía perder eso ahora, sobre todo por su insistencia al decir que su amor por ella era falso. A pesar de los conceptos erróneos él estaba lejos de ser un hombre estúpido, y sabía que todo había cambiado para ellos en un instante. Ella ya no podría ser la misma clase de compañía que había sido en los días que habían pasado desde que acabó con Ángelus.

Sin embargo, ella aún era Buffy, con o sin alma, con esos ojos que lo miraban como si él lo fuera todo para ella. No podía darle la espalda, no cuando ella lo necesitaba. Se lo debía por todo lo que ella le había dado, incluso cuando él había perdido a su eterno amor.

Así que haría todo lo que fuera posible por mantenerla en calma, por mantenerla alejada del sol. Todo lo que podía hacer ahora era tomarse un respiro y Spike había vuelto a su comportamiento cuando Dru se encontraba peor. Él sabía que la situación era distinta, pero ella estaba inestable ahora, al igual que su sire lo había estado y él podía hacer frente a ese aspecto por lo menos. Tal vez con el tiempo, ella superara el shock de haber recuperado su alma y podrían seguir avanzando.

Hasta entonces, tendría que andarse con cuidado.

Sus lágrimas le llegaban a su inerte corazón y Spike no podía hacer otra cosa que llevarla hasta él y rodearla con sus brazos. Se agitaba intentando escapar de su abrazo pero Spike no la dejaba ir.

“Shh… es fácil ahora, pet. Me tienes aquí. No tiene porqué significar nada excepto que tu necesitas a alguien que te sostenga y yo tengo dos brazos ¿eh?”

Buffy dejó de luchar y Spike se aferró a ella tan fuerte como pudo.




14

Spike se despertó al oír como Buffy lloraba. Ella estaba en el otro lado de la cama y él se atrevió a tirar de su espalda. Había dormido poco, moviéndose entre la consciencia y el sueño poco profundo ya que ella no conseguía librarse de su inquietud.

El atardecer no trajo consigo mas respuestas. En todo caso, Spike se sentía aún más perdido que antes. La distancia física y emocional entre ellos estaba al borde del abismo ¿Y si ella no mejoraba? ¿Qué pasaría si esa maldita alma la mantenía lejos de la comida, haciendo que ella empeore hasta estar completamente destrozada?

Recordó como había sido cuando Drusilla estaba en su peor estado, la forma en que se había sentido preocupado constantemente por si ella seguía empeorando y finalmente la perdía. No estaba seguro de si podría soportar eso por segunda vez, aunque sabía que él sería un infeliz si dejaba a Buffy de lado.

Las lágrimas de Buffy eran constantes y sin embargo, cada una de ellas le desgarraba el corazón. No podía seguir escuchando como ella se rompía así, era más de lo que él podía soportar.

Spike volvió a tirar de Buffy rodeándola con fuerza con sus brazos cuando ella se resistió.

“Shh… solo quiero consolarte. No te parecía tan malo ayer por la noche ¿eh, pet? Deja que te consuele, cariño. Por favor…”

Sintió como ella se giraba para enterrar su cara contra su pecho. Seguía llorando pero al menos estaba llorando en sus brazos, Spike no se sentía tan inútil.

Spike acarició su pelo y su espalda y posó sus labios sobre su piel mientras le susurraba.

“Te quiero, Buffy”

*** *** ***

Willow había pensado que las cosas volverían a la normalidad de nuevo tan pronto como hizo el hechizo para restaurar el alma de Buffy. Había tenido la certeza de que Buffy volvía a ser buena, que ella había regresado y querría regresar a su antigua vida.

Sin embargo ya habían pasado dos días y Willow no había tenido noticias de Buffy. Ella apenas había dormido, tenía miedo de perderse el momento en que su amiga llegara, pero aún no había rastro de Buffy en ningún lugar.

Los nervios de Willow crecían de forma constante hasta convencerse así misma de que Buffy debía estar en algún tipo de problema. Era la única razón que podía imaginar por la cual Buffy no había regresado, llena de gratitud hacia Willow por haberla salvado.

Ángel nunca había permanecido con otros vampiros, eso lo sabía Willow. El alma, además hizo que el fuera un renegado para los de su especie. Con la maldición ahora sobre Buffy, seguramente ella estaría enfrentada a los vampiros de la misma manera, probablemente incluso más que cuando había sido La Cazadora. Buffy volvía a ser buena, por lo que sería, por supuesto, automáticamente el enemigo de todas las cosas malas.

Por otra parte, la muerte de Kendra y la forma en que su cuerpo había sido expuesto había llevado a creer a Giles que Spike seguía por los alrededores y Willow estaba de acuerdo con esto. Spike había querido matar a Buffy cuando ella era La Cazadora, por lo que seguramente le encantaría ir a por ella ahora que era un vampiro con alma.

Willow sabía que un vampiro cualquiera no sería capaz de herir a Buffy y Spike parecía la opción obvia no solo para intentarlo sino para lograr el éxito también. Tal vez incluso Angelus también, ya que Willow estaba segura de que ella se había quedado con él después de que la convirtiera. ¿Podría ver la maldición de Buffy de la misma manera que la que él una vez tuvo y hacerlo enfadar lo suficiente como para herirla?

En cuanto a la discusión actual, Willow se daba cuenta de que no había pensado bien su plan, así que tendría que hacer algo. Al adquirir su alma, Buffy estaba, bueno, estaba de nuevo posiblemente a merced de Spike y Angelus.

Cuanto mas pensaba acerca de ello mas se preocupaba Willow llegando a sentir verdadero miedo en su corazón. Ella debería haber encontrado una manera de proteger a Buffy antes de devolverle el alma, pero no lo había hecho y ahora su amiga probablemente sufría de nuevo incluso puede que se hubiera ido.

No, Willow decidió que no iba a creer eso. Buffy podía estar en problemas pero ella aún podía ayudarla. Es lo que hacían las mejores amigas.

Willow sabia que no debía perder más tiempo esperando. Necesitaba salvar a Buffy.

Ya era hora de decirle a Giles lo que había hecho.

*** *** ***

“Tienes que comer, baby”

Buffy se quedó de espaldas a Spike haciendo caso omiso de cómo él se encontraba al lado de la cama, con una taza con sangre de cerdo en la mano.

“Vamos, luv. Te debilitarás si no comes. Es sangre de animal, Buffy, igual que la de antes. Nadie salió herido en absoluto. Comeré contigo de nuevo si eso te ayuda. Vamos, venga”

“No”

Spike no iba a renunciar. No podía dejar que se hundiera, no podía dejar que su caída fuera tan profunda que no fuera capaz de llegar de nuevo hasta ella. Se sentó en la cama y llevó la taza con sangre cerca de Buffy con la esperanza de que se viera atraída por su olor “Vamos, luv. ¿Beberás por mi?”

“Has dicho que beberías conmigo”

Su cara y sus palabras eran tan lamentables, que Spike deseó poder aliviarle el dolor. Si uno de ellos tenía que sufrir así, prefería ser él. Ella no lo merecía… Él ahuecó se mejilla, regalándole una suave sonrisa. “Lo haré, luv. Dame un momento para ir arriba y conseguir algo para mi ¿eh?”

Buffy asintió y Spike se alegró de ver que ella no se alejaba de donde estaba su mano. Mostró interés y besó su frente antes de levantarse e ir a por su propia taza de sangre, lo hizo tan rápido como pudo para volver antes de que Buffy cambiara de opinión.

Ella todavía estaba sentada en la cama cuando él regresó de la parte superior, sus manos sostenían la taza aunque aún no había bebido nada de sangre. “¿Esperándome, luv?” preguntó Spike mientras se unía a ella.

“Sí” contestó Buff con suavidad.

“Bueno, ya estoy aquí” Spike aprovechó para chocar su taza con la de ella “Salud, pet”

Con una pequeña sonrisa que le llegó directamente al corazón Buffy plantó sus labios en la taza.

*** *** ***

“¿Qué hiciste qué? ¿En qué demonios estabas pensando?”

Willow se había imaginado distintas respuestas por parte de Giles al decirle que había restablecido el alma de Buffy. Ésta, sin embargo, no era una de ellas. Se tomó un momento para responder parpadeando sorprendida porque Giles no parecía comprender que ella había hecho lo que tenía que hacer “Yo estaba pensando en salvar a Buffy”

“¿Con la maldición? Willow, de todos los estudiantes del instituto pensaba que eras una de las que tienen más sentido común” Giles se levantó de la mesa de la biblioteca y comenzó a limpiar nerviosamente sus gafas como él solía hacer “incluso más allá de las consecuencias que esto pueda tener para Buffy el hecho es que estabas jugando con fuerzas con las que incluso una bruja experimentada tendría dificultades. Para una principiante como tú…”

Willow puso su espalda rígida, su confusión dejó paso a su orgullo herido. “Podía con ello, Giles”

Giles se detuvo, dando la vuelta para hacerle frente a Willow “No tienes idea de lo que has hecho. ¡No ves las consecuencias que tiene!”

“¡Tú eres el que no ve nada!” contrarrestó Willow “¡Esta era la única forma, Giles! Tenía que hacer que Buffy regresara”

“¡No volverá a ser Buffy!” gritó Giles haciendo que Willow diera un paso atrás “Es un vampiro. Nada puede cambiar eso. ¡Todo lo que has hecho es asegurarte de que ella sufre!”

Willow se negó a retirarse, incluso con la cara de ira de Giles. Sabía que había hecho lo que tenía que hacer para ayudar a su amiga. El alma era la diferencia entra Ángel y Angelus después de todo “No creo que tengas razón en esto, Giles. De hecho, creo que estás muy, muy equivocado”

Giles miró a Willow a los ojos, sosteniendo la mirada por un momento antes de retirarse “Entonces es que eres una chica muy estúpida”

Willow se enfadó “No, no lo soy. ¡Tú eres el único estúpido aquí! Giles he venido a ti porque creo que Buffy tiene problemas. Alguien debe haberle hecho daño. ¡Es la única razón por la que no ha vuelto a nosotros después de que le haya devuelto su alma!”

Esperaba suavizarlo así, esperando que la idea de que Buffy estuviera en peligro se interpusiera a cualquier otra en este momento. En vez de eso, él comenzó a reír, el extraño y triste sonido provocó una mueca de dolor en Willow “¿En problemas? ¿Eso es lo que piensas? ¿Que ella está metida en algún lio por lo que tú le has hecho?”

“¡No! Giles… creo que es Spike. Él debe tenerla. Tú dijiste que pensabas que había matado a Kendra”.

Una extraña mirada apareció en la cara de Giles “No, Willow, no creo que Buffy esté en peligro por Spike en absoluto”

“Pero… ¡ella no ha vuelto! Ella tiene que estar en problemas. Tenemos que hacer algo”

“Creo que ya has hecho suficiente” Giles se vino abajo “Vete a casa Willow”

“Pero…”

“¡He dicho que te vayas a casa!”

La mirada en su rostro y su tono de voz le pusieron los pelos de la nuca de punta. Agarró sus libros y salió corriendo de la biblioteca, Giles no iba a ser el apoyo que ella había pensado que sería.

Una vez que se hubo ido, Giles se dejó caer en una silla, y un llanto angustiado salió de él.

*** *** ***

Spike no podía decidir que era peor, escucharla gritar o verla mirando hacia la nada perdiendo en tiempo.

Ambas cosas le rompían el corazón.

Ella solo comía cuando él la empujaba a hacerlo, e incluso entonces no era suficiente. Había intentado persuadirla de que durmiera al principio, pero su sueño estaba tan plagado de pesadillas que Spike finalmente accedió y le permitió permanecer despierta.

El llanto era mejor que sus gritos ¿no?

No lo sabía.

En algún momento, ella dejó totalmente de hablar. Sus respuestas cada vez eran menos y más distanciadas, en ocasiones, Spike no creía que ella estuviera allí con él en absoluto.

La estaba perdiendo. Aquel pensamiento lo inundaba con terror, pero no cambiaba el hecho en cuestión. Buffy se iba más y más lejos, y desde que ella gritaba en sus sueños, Spike tenía miedo de que Buffy terminara directamente en la locura.

Podía hacer frente a una novia demente ya que era un hecho probado, pero no era lo que él quería para Buffy. Ella había sido tan dinámica, tan viva, incluso en la muerte. La estaba perdiendo justo en frente de él y Spike no podía hacer nada.

No es que no quisiera volver a jugar a la enfermera. Él lo haría sin dudarlo siquiera. No, no era por él.

Era por ella.

Buffy merecía algo mejor que esto.

Después de días vigilándola, Spike finalmente aceptó el hecho de que no podía hacerlo por su cuenta. Buffy claramente no aceptaba su amor y él no podía ayudarla, pero notaba que ella a veces permitía algún que otro acercamiento.

Necesitaba alguien en quien poder confiar y por mucho que le doliera admitirlo, Spike no creía que ese alguien fuera él.

Así que cuando Buffy cayó dormida en un sueño intranquilo, Spike se deslizó fuera de la cripta en busca de alguien que sí pudiera ayudarla.



15

Rupert Giles no se fue de la biblioteca, incluso después de que el instituto estuviera vacío y el sol hubiera aparecido en el horizonte. Sabía que debía irse a casa, pasar la noche en algún sitio donde la invitación era necesaria para cruzar el umbral y no correr así el mismo destino que su amada Jenny. Sin embargo, en vez de eso, cogió una botella de whisky escocés de su escritorio e intentó que eso lo reconfortara de alguna manera.

Fría.

No miró hacia arriba cuando vio a alguien cruzar la puerta de su despacho – el abrigo de cuero negro y su pelo platino fueron más que evidentes que si hubiera llamado – ante la aparición del vampiro Giles no intentó alcanzar su estaca. En vez de eso se hundió en la silla, resignado. No tenía nada por lo que vivir de todos modos.

“No voy a pelear. Todo lo que te pido es que tengas el suficiente respeto para que sea rápido”

La respuesta fue rápida, como si la hubiera estado pensando antes de que él hablara “No estoy aquí para matarte, Vigilante”

Ante la declaración de Spike Giles se sorprendió y luego se giró mirando el rostro del vampiro un momento antes de comprender lo que significaba “Oh ¿entonces vienes a convertirme?”

Spike negó como respuesta “Difícilmente. No te ofendas pero no me apetece estar toda la eternidad con un jodido vigilante. Estoy aquí para hablar”

Giles dejó la botella sobre el escritorio, preguntándose si tal vez tenía alucinaciones ¿Sobre qué tema podría Spike querer hablar…?

Buffy.

“No puedo romper la maldición, Spike”

“Lo sé”

Ante la respuesta de Spike, Giles se encontró aún más confuso y deseaba ahora no haber bebido tanto escocés. No tenía toda su claridad mental por eso “Pero tú estás aquí por Buffy”

“Sí” Spike se arrimó notando un casi imperceptible retroceso del vigilante mientras lo hacía. “Ella no está bien. Yo no…” hizo una pausa un momento para respirar y trató de no parecer tan vulnerable como se sentía “No sé que hacer para ayudarla”

Giles parpadeó por eso y se retiró más para sorpresa de Spike “¿Quieres ayudarla?”

“Por supuesto que sí” contestó Spike incapaz de ocultar su tono ofendido “la amo”

Aquello sí que resultaba raro… De todas las conversaciones que había tenido en su vida, Giles pensó que aquella era la más surrealista de todas “¿Y qué pasa con Angelus y Drusilla?” preguntó, las palabras salieron de su boca antes de que pudiera contemplar la posibilidad de que Spike se enfadara lo cual no quería que sucediera y menos con un vampiro, aunque el vampiro en cuestión no pareciera tener muchas ganas de matar en ese momento.

“Se fueron. Polvo”

“¿Y eso es Buffy para ti, una forma de aliviar esa pérdida?” Una vez más Giles hablaba sin considerar sus palabras, con un sentimiento de protección en su corazón por su antiguo cargo, incluso ahora.

Spike golpeó su mano contra la puerta, haciendo que Giles saltara de su silla. “¡No, maldición! Amo a Buffy. Es por eso que he venido a este jodido lugar. Y tú deberías alegrarte porque de lo contrario ya habría desgarrado tu cuello en vez de estar jugando a este ridículo juego de las veinte preguntas” Spike respiró hondo intentando calmar su ira. Racionalmente sabía que iba dirigida a algo más que al Vigilante – algo contra lo que él pudiera luchar con puños y colmillos de la forma en que él quería – pero podría haberse contentado con quien se interpusiera en su camino.

Desde luego ahora eso no ayudaría para nada estando Buffy como estaba, así que calmó su instinto de matar.

“Ya has mencionado la maldición, por lo que sabes que es lo que le pasó a Buffy” dijo Spike intentando mantener constantemente el control.

“Sí” respondió simplemente Giles.

Spike golpeó un lado de su cabeza al darse cuenta de algo “Tú fuiste quien lo hizo ¿no?”

Giles dejó salir una risa casi histérica “No, yo ni siquiera sabía esto hasta esta maldita tarde. Fue…” se detuvo, preguntándose si tal vez todo esto era un treta de Spike para saber la identidad del que había hecho la maldición y vengarse de alguna manera. Una pequeña parte de él dijo que aquello le serviría a Willow de lección por lo que le había hecho a Buffy, pero otra parte de él nunca permitiría que le pasara nada “sí, fui yo”

“No te creo” dijo Spike agitando su cabeza “Estoy bastante seguro además. Sé que nunca hemos tenido un mano a mano pero por lo que he visto de ti creo que tienes sentido común como para no hacer eso”

Giles surcó su frente “Sí, bastante”

“¿Así que fue la pelirroja entonces…?”

En ese momento Giles miró a Spike bruscamente. Si Spike quería venganza entonces acababa de conseguir el nombre de quien estaba protegiendo al darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Quizás solo debería haber hecho responsable a Willow y tratar de mantenerla a salvo.

“Deja de ser tan jodidamente retorcido, Vigilante. No voy a matar a la chica. Sólo estaba preguntándome quien pudo hacer algo así. Yo no habría pensado que ella tenía tanto poder”

“No, ni yo” respondió Giles con un triste sacudir de su cabeza.

En la distancia el reloj de la torre sonó, recordándole a Spike la hora “Mira, no tengo toda la noche para hablar de esto. No me gusta dejarla sola”

Giles miró al vampiro a los ojos por primera vez “Corta el rollo entonces ¿Qué quieres de mi?”

“Quiero que la ayudes”

Él, ayudar a Buffy… Giles casi se rió de nuevo, aunque dudo al ver el humor de Spike en aquella situación, y por tanto se controló. Era culpable del estado en que se encontraba ahora Buffy, su fracaso como vigilante para empezar había hecho que la convirtieran. Si ella no hubiera querido hacer lo correcto en lo concerniente a Jenny… “No veo que puedo hacer yo por ella ahora” respondió Giles.

“Solo habla con ella ¿vale? Tu fuiste su vigilante. Eso aún significa algo para ella. No me escucha, se ha cerrado a mi, pero tal vez tú puedas conseguir llegar a ella, lo suficiente como hacer que se de cuenta de que ella puede seguir así, que puede seguir adelante a pesar de la culpabilidad del alma”

Spike dio un paso para acercarse, la luz se colaba por las persianas como líneas blancas que chocaban en su figura “Por favor, Vigilante. Me pondré de rodillas y suplicaré si hace falta. No sé que hacer por ella y tú eres la única persona que conozco que puede ayudarla. Por favor”

Giles se sorprendió por la mezcla de desesperación y preocupación que había en la voz de Spike. Aunque Spike le había dicho lo que sentía por Buffy ya dos veces, sus palabras no significaron nada realmente para Giles, no hasta entonces. Había conocido vampiros que podían cuidar de otros, pero nunca se atrevió a pensar que podría haber algo así “Tú… Estas seguro de que la amas ¿no?” preguntó, dándose cuenta de que eso alteraba lo que él sabía.

“Lo suficiente como para venir a este lugar por ella”

Giles asintió solemnemente “Hablaré con ella. Pero si no te importa, prefiero ir cuando esté un poco más, bueno, menos, er…”

“¿Ebrio? “ respondió Spike, son una sonrisa maliciosa en su rostro.

“Sí”

“Reúnete conmigo en las puertas del cementerio Reslfield mañana al caer el sol”

“Allí estaré”

Con una mueca y ondeando su abrigo de cuero Spike se fue y dejó a Giles una vez más solo con su escocés.

*** *** ***

“¿Dónde estabas?”

Buffy preguntó suavemente pero su voz se elevó en la oscura cripta. Spike se apresuró en contestar “Pensé que estabas dormida, cariño”

“Me desperté. Me desperté y no estabas”

Spike caminó hasta la cama donde Buffy se encontraba sentada en el borde, su gran sentido de la vista le permitió verla incluso en la oscuridad “Lo siento, gatita. Había algo que tenía que hacer, es todo” Él fue a acariciarle el cabello pero ella se apartó, hiriendo el corazón de Spike cuando lo hizo “¿Qué tiene de malo?”

“¿Te alimentaste?”

Él casi se enfadó con ella, irritado porque tuviera tan poca fe en él después de haberle dicho que no lo haría, pero recuperó el control recordándose así mismo lo vulnerable que ella era ahora. “No, no lo hice. Si fuera así podrías oler la sangre en mi ¿no, pet?”

“Sí” reconoció Buffy “Supongo que podría”

Spike la rodeó con su brazo y se sintió aliviado cuando ella dejó descansar su cabeza en su hombro. “Yo no le hice daño a nadie, cariño. Te dije que no lo haría y no voy a romper mi palabra” La cercanía de su cuerpo llamaba a Spike incluso cuando él sabía que la naturaleza de la relación había cambiado, por esta vez, Spike se conformó con darle un beso sobre la cabeza, respirando el dulce y reconfortante aroma de su cabello de oro “Yo jamás haría algo que te hiciera tanto daño”

Por un momento Buffy calló y se relajó en sus brazos antes de ponerse rígida y retirarse “¿Por qué, Spike? Porque me dices cosas como esas, no consigo entenderlo ¿No quieres alimentarte?”

“Por supuesto que quiero. No te voy a mentir sobre eso. No puedo decir que me entusiasme la idea de renunciar a la caza, a matar. Pero la única cosa que me aterroriza más que el no alimentarme nunca más es herirte. Me preguntas porqué estoy haciendo esto y voy a decirte lo que te he estado diciendo, mi respuesta no va a cambiar, pase lo que pase. Te quiero. Total y absolutamente. Te amo. No me importa si me crees. Ni siquiera me importa si tú me quieres a mi. No tienes que corresponderme. Tú no tienes que darme ni una maldita cosa a cambio. La verdad sigue siendo la misma. Te amo”

Buffy se quedó mirándolo fijamente, sus palabras aún rondaban su mente. La cripta se cubrió de sombras, aún podía ver sus ojos, podía ver que él intentaba protegerla sin importar lo vulnerable que le hiciera eso. Sabía que su corazón aún le pertenecía a él, incluso cuando ella luchaba por lo que eso significaba. Todo su tiempo con Ángel, estaba ocupado por una idea; Ángel era el hombre que era – el hombre que ella amaba – porque tenía un alma. Pero ahora, todo estaba revuelto en su cabeza, la verdad a la que ella se había aferrado parecía ya no tener ningún sentido.

Cuando miraba a Spike podía sentir un salto en su corazón, el mismo que había tenido cuando no había tenido alma. Ella se protegía de su contacto, no porque lo rechazara sino porque sentía lo mismo que antes y no sabía que significaba eso. Si se trataba de amor ahora ¿fue amor entonces? Y si lo era ¿entonces lo que Spike sentía por ella también lo era?

Y si era amor ¿por qué no perdió su alma?

Todo era demasiado para ella. Aquellas preguntas, sus sentimientos, su pesada carga mezclado con la culpa que teñía su alma restaurada. No podía con ello. Ella había lamentado ser La Cazadora, pero mirando hacia atrás no parecía tan malo. Todo tenía sentido entonces. Ella era buena. Luchaba con demonios que eran malos. Era simple: era blanco o negro.

Spike había girado su mundo al gris.

Ella no dicho nada antes la última declaración de amor, pero Spike lo estuvo esperando. Al menos no negaba rotundamente sus sentimientos. La acarició con el pulgar en la mejilla, notando como se apoyaba en su contacto a pesar de que sabía que era muy probable que solo fuera una reacción involuntaria.

“Te ves cansada, pet”

“Lo estoy”

“Podemos dormir un rato ¿eh? ¿Me dejarás que te abrace?”

Buffy asintió, demasiado cansada para protestar por algo que realmente quería de todos modos. Allí, en la oscuridad de la cripta ¿qué más daba si permitía que Spike la abrazara si ella misma sentía que nada había cambiado? Ella se deslizó bajo las sábanas esperando a que Spike se deshiciera de sus pantalones. Luego subió a la cama para unirse a ella. Ella le dio la bienvenida con un silencioso abrazo cerrando sus ojos y vaciando su mente, esperando encontrar algo de calor en sus fríos brazos.

16

Estando solo ante las puertas del cementerio en Sunnydale después de anochecer Giles no pudo evitar sentirse nervioso, incluso llevando bien agarrada una estaca en su palma sudorosa. Toda esta situación lo superaba, por razones obvias estaba buscando la forma de romper la promesa que le había hecho a Spike la noche antes cuando lo visitó en la biblioteca.

Sabía que a Spike no le gustaría que fuera armado, pero Giles no iba a entrar en el juego sin tener una estaca a mano o una segunda estaca oculta dentro de su abrigo. No solo porque pudiera ser atacado en cualquier momento mientras esperaba si no porque aún seguía sin fiarse de Spike, faltaría más. Lo unico que sabía era que el vampiro había elaborado algún tipo de plan que podría no terminar bien para el Vigilante.

Por supuesto, desde que había visto el estilo de la lucha de Spike con Buffy que lo había incapacitado durante algún tiempo, el vampiro rubio no era de elaborar planes – al menos no unos que terminaran de la manera en que él hubiera querido. Pero saber eso no hizo que Giles estuviera más a gusto. No cuando habían tantas cosas que podían hacer de él un blanco fácil.

De repente, se dio cuenta de que no estaba solo y Giles saltó ligeramente, jadeando cuando sus ojos se cruzaron con la mirada azul de Spike. El vampiro sonrió con malicia, enseñando sus blancos dientes “¿un poco nervioso, vigilante?”

“¿Sabes que es de educación dejar que alguien sepa que te estás acercando antes de… aparecer?”

Spike jugó con la lengua entre sus dientes y sacudió ligeramente sus talones “Sí, pero asó no sería tan divertido como ahora” Tan rápidamente como su sonrisa apareció se esfumó, hasta llegar a una expresión mortalmente seria “Esa estaca no será para ella ¿verdad?”

Giles negó con la cabeza “No tengo ninguna intención de hacerle daño. Pero, honestamente, no puedes esperar que venga solo a un cementerio en la boca del infierno desarmado ¿no?”

“Supongo que no” cedió Spike, sin apartar la mirada de Giles “Aún así, estoy aquí ahora, por lo que no la necesitas. Dámela”

Cuando Giles hizo lo que dijo Spike, éste dejó caer la estaca al suelo y luego tendió su mano “Y la que tienes en el abrigo también, vigilante”

“Yo no…” comenzó Giles, pero antes de que pudiera terminar su frase, Spike alcanzó el abrigo en cuestión y le quitó una estaca y una daga, arrojó la segunda estaca al suelo delante de él pero giró la daga entre sus manos, inspeccionándola.

“Es… es bonita. Hicieron un buen trabajo con esta cosa” Spike deslizó la daga dentro de su abrigo “Así que… ¿vamos?”

Giles casi protestó por la pérdida de sus armas pero se contuvo ¿Qué diferencia habría? Había salido esta noche, armándose de valor, olvidando que su propia existencia significaba ya muy poco para él ¿Qué diferencia habría si algo lo degustaba esa noche?

Ninguna en absoluto…

Siguió a Spike a través del cementerio, los nervios que habían estado con él todo el tiempo iban creciendo a cada paso que daba. Reconocía ahora que no era la preocupación por su vida lo que le hacía sentirse de esa manera. Era el enfrentarse a su propio fracaso.

El miedo de ver en lo que su Cazadora se había convertido.

Spike se detuvo frente a una cripta y empujó la puerta abierta. Giles entró incapaz de detener el escalofrío que lo recorría mientras la pesada puerta se cerraba detrás de ellos,

Era obvio por lo que veía que había convertido aquella cripta donde descansaban los muertos en su hogar. Las velas iluminaban el lugar, bañándolo en un suave resplandor. Además del sarcófago de piedra había un desgastado sofá y un televisor a un lado, mientras que en el otro un viejo modelo de frigorífico y un microondas. Mirando de cerca, Giles vio cables de alimentación por el suelo, provenientes de algún lugar que no pudo identificar.

“Vamos. Ella está en la parte de abajo”

Ante esto Giles se preguntaba como llegarían a la supuesta parte de abajo cuando Spike se arrodilló y levantó una trampilla, el vampiro desapareció en ella y con un suspiro reacio, Giles lo siguió.

Estaba lejos de ser la cosa más brillante que había hecho en su vida.

Había velas esparcidas por la planta baja también, pero menos que en la parte superior de la cripta y sus ojos humanos necesitaron un momento para adaptarse. Aunque el suelo allí era de tierra, una gran variedad de alfombras lo revestían. Había varios muebles como un antiguo armario y unas cuantas sillas. En la parte central de la sala, sin embargo, había una gran cama de dosel negra, cubierta por sabanas de seda de color rojo sangre.

En el centro de la cama, estaba sentada Buffy. Estaba pálida, tan diferente de la chica californiana que había sido y sabía que su falta de color se debía a su reciente cambio.

Tan pronto como ella reconoció a Giles su mirada creció y se arrastró hacia atrás por la cama hasta dar con el cabezal. Allí enterró su mentón en sus rodillas y miró hacia abajo agitando la cabeza violentamente, haciendo que su pelo rubio ondeara delante de su cara.

“No… no puede estar aquí… no puede verme… no… no”

En un instante Spike estuvo con ella, tirando de sus brazos y hablándole con una ternura que sorprendió al vigilante. Spike colocó bien su pelo mientras intentaba calmarla “Shhh… baby, esta bien. Él está aquí para ayudar, eso es todo. Todo está bien”

“Él no puede verme… no puede” dijo Buffy una vez más sacudiéndose en los brazos de Spike “soy mala ahora… no puede verme. Es repugnante”

Viendo aquella escena delante de él Giles sintió un pellizco en su corazón. Sabía que Buffy no era la misma chica que había conocido. Con alma o no, era un vampiro ahora y él sabía las cosas que ella había hecho desde que la convirtieron. Pero eso no era suficiente como para querer herir a la chica que el amaba como una hija.

Buffy lo miró con sus grandes ojos llenos de lágrimas y su labio temblando “Yo soy… yo soy” Apartó la mirada de Giles una vez más, gritando cuando lo hizo “¡No me mires!”

Giles se acercó, dudando antes de poner una mano sobre el hombro de Spike para llamar su atención. Spike lo miró y se encontró con los ojos del vigilante y aunque dudó por un momento se levantó y de dejó que el otro hombre lo sustituyera. Después de todo, lo había llevado hasta allí para que intentara hablar con Buffy.

Giles se sentó en la cama donde había estado Spike y acarició el pelo de Buffy. Ella se resistió pero Giles no iba a moverse de donde estaba “Tú nunca podrías ser repugnante para mi, Buffy”

Buffy lo miró y sorbió por la nariz “Lo soy. Soy… soy…” se detuvo, incapaz de decir la palabra delante de Giles.

Por su parte, Giles hacía todo lo posible por no llorar con ella, aunque era imposible poner fin a las lágrimas que caían por sus mejillas. “Lo sé, pero está bien. Te prometo que está bien” ¿Cómo era posible culparla por lo que había pasado cuando ella se fue por él?”

“¿Por qué has venido aquí?” preguntó Buffy, con una débil voz. Luego, casi en un susurro, añadió “no quería que me viera…”

“Vine porque Spike me dijo que me necesitabas” Giles respondió con la verdad, manteniendo su voz lenta y constante. Podría decir que el estado mental de Buffy estaba al límite y no quería hacer nada que le hiciera caer en el abismo. Ya le había fallado una vez. Quizás pudiera hacer algo para enmendarlo, ayudándola a recuperar una parte de sí misma ahora.

“No debería haber hecho eso” dijo Buffy, agitando la cabeza para negar de nuevo “Debería haber sabido que no quiero que me usted me vea”

“Spike sólo se preocupa por ti, Buffy. Él no quiere que tú estés mal de ninguna manera, y pensó que yo podría ayudar” Giles hizo una pausa antes de añadir “te ama”

Por primera vez desde que había llegado a la cripta Buffy miró a los ojos de Giles “¿Lo hace…’”

Con toda honestidad, Giles no entendía la naturaleza de las emociones de un vampiro. Con todas las cosas que había aprendido sobre ellos durante su formación como Vigilante, nunca nadie se había molestado en poner eso en los textos. Sin embargo, era evidente la preocupación que Spike mostraba por la chica y sabía que Buffy necesitaba algo ahora que la mantuviera lejos de la locura. Spike podría ayudarla de una forma de la que Giles sabía que él nunca podría. “Sí, lo hace”

“Pensaba que no podía” respondió Buffy, su voz apenas era un susurro mientras bajaba de nuevo la mirada “No después… no sin… yo pensé que no podía”

“Lo hace” le aseguró Giles suavemente. Por mucho que deseaba poder darle la seguridad que necesitaba para estar a salvo, era un hombre lo suficientemente inteligente como para reconocer que la única posibilidad real que Buffy tenía ahora era que ella pudiera estar al menos junto a un miembro de su misma especie. Aunque Ángel había sido un ser solitario cuando lo habían maldecido, Giles se dio cuenta de que Buffy nunca lo sería. A pesar de que su naturaleza de Cazadora era estar sola, Buffy siempre había luchado contra eso, rodeándose de amigos y seres queridos. Giles no podía imaginar que pudiera sobrevivir de una forma distinta ahora, tampoco podía imaginarla contenta rodeada de seres humanos.

Para ella ya fue bastante difícil hacer frente al hecho de que ser la Cazadora la hacía diferente de los demás. Vivir una vida de oscuridad cuando todo el mundo a su alrededor estaba en la luz sería demasiado para ella.

Si era de verdad algo que se pudiera llamar “amor” Giles no lo sabía, aunque él tendría dificultades para encontrar otra palabra que definiera lo que sus ojos habían visto cuando Spike había hablado con Buffy. Por otra parte, Spike no había desatendido a la chica, de ser así ella sería ahora como mínimo un montón de polvo – ni la había abandonado en una cripta dejando que se volviera cada vez más y más loca.

En vez de eso, Spike se quedó al lado de Buffy, llegando incluso a ir a buscar a Giles para que tratara de ayudarla cuando él sintió que no podría hacerlo solo. Giles dudaba ahora si Buffy era mucho más que un socio de caza o una amante, ya que de acuerdo con los textos del consejo, eran las únicas razones por las que los vampiros se emparejaban o vivian en grupos. Spike continuó cuidando de Buffy y su bienestar en contra de todo lo que a Giles le habían enseñado.

Sin embargo, con todo el amor que sentía por los libros, sabía que muchas veces las cosas que veía con sus propios ojos tenían mucho más crédito que las escritas sobre una hoja de papel.

“Me siento tan perdida, Giles” dijo Buffy mientras lo miraba de nuevo, el sentimiento de lo que ella estaba admitiendo estaba claro en sus ojos “Duele, y yo… no sé que hacer ya”

Mirandola ahora, Giles sabía que nunca podría realmente ayudarla. Ella estaba fuera de su alcance, más allá de su ayuda.

Por mucho que a Giles no le gustara, todo lo que tenía era a Spike. Spike había ido a buscarlo para que ayudara a Buffy, pero Giles sabía que el vampiro era el único que podría darle a Buffy lo que necesitaba.

“Deja que Spike te lo muestre, Buffy” respondió Giles, aunque aquellas palabras lo lastimaran. No quería dejarla ir, no quería aceptar el hecho de que realmente la había perdido. Y sin embargo, sabía ahora, al visitarla en la cripta, que tenía que hacerlo.

Su piel era pálida y fría. Manchas de sangre empapaban la ropa que llevaba. Buffy estaba muerta. Y salvo atravesarle una estaca en el corazón no había otra cosa que pudiera hacer para que dejara de ser lo que era ahora.

“¿De verdad está bien, Giles?”

Giles le sonrió y puso su mano sobre su hombro, haciendo lo que pudo para transmitirle su autoridad “Sí, Buffy, está bien. Puedes dejar que Spike cuide de ti y todo irá bien” No sabía si estaba mintiendo o no, aunque probablemente lo estuviera haciendo. Pero ella necesitaba algo ahora, algo a lo que aferrarse y eso era todo lo que podía darle.

Con indecisión Buffy sonrió de nuevo y Giles cogió su pelo y lo metió por detrás de la oreja. Ella empezó a girar la cabeza para protegerse así misma de su mirada pero Giles no la dejó “Eres tan hermosa como siempre, Buffy”

“Gracias, Giles” contestó ella con la voz asfixiada por la emoción.

Se puso de pie y se sintió aliviado cuando Buffy no trató de detenerlo. Al salir de allí ya era suficientemente difícil como para que ella lo hiciera más “Dejaremos que Spike cuide de ti, Buffy” le dijo Giles una vez más “Él va a hacer las cosas bien”

La única respuesta de Buffy fue una pequeña afirmación con la cabeza mientras que Giles se daba la vuelta y regresaba a la parte superior de la cripta. Escuchó que Spike iba detrás de él pero no se giró hasta para hacerle frente hasta que estuvo casi en la puerta.

“Le dije que cuidarás de ella. No me dejes por mentiroso”

“No, Vigilante. Gracias”

Sin nada más que decir, Giles dejó la cripta.



17

No fue hasta la próxima noche cuando Spike vio los efectos de lo que Giles le había dicho a Buffy. Ella había seguido sentada en la cama después de que el vigilante se marchara, y aunque había estado calmada y descansando el resto de la noche, Spike temía que quizás simplemente estaba en un proceso que terminaría en una situación peor. Tenía que pensar en esa posibilidad, porque si lo de Giles no había funcionado, Spike necesitaría echar mano de otras ideas.

Despertó temprano en la noche con el sonido del agua corriente. Spike se tomó un momento para identificar de donde venía, pero hasta que no estuvo algo más despierto no se dio cuenta de que era la ducha. O más bien, la cañería que había manipulado para que sirviera como ducha. El lado de la cama de Buffy estaba vacío, y aunque Spike tenía la esperanza de que simplemente había decidido levantarse y darse una ducha – lo cual sería un buena señal de progreso – le preocupaba que el hablar con Giles hubiera tenido el efecto contrario a lo planeado y que Buffy estuviera ahora en la ducha tratando maniáticamente de “lavar su culpa” o algo igual de demencial.

Después de tantos años con Drusilla, Spike había llegado a esperar la locura.

Salió de la cama y caminó hacia la ducha, deteniendo su respiración como si eso supusiera una diferencia.

Volvió a respirar cuando la vio de pie bajo la tubería, aclarando el champú de su cabello. Su miembro se endureció ante la vista, su cuerpo recordaba lo que había sentido justo ahí, contra la pared, con el agua corriendo sobre sus cuerpos. Sin embargo, se obligó a controlar su deseo, no quería hacer nada que pudiera alterar a Buffy de nuevo. Ella no había hecho ninguna insinuación sexual hacia él desde aquel desesperado momento en que recuperó su alma. Spike se había resignado y le permitía a ella llevar su propio ritmo.

Ojalá que en algún momento ella decidiera darle la bienvenida de nuevo entre sus brazos.

Buffy terminó de lavar su cabello y abrió los ojos, fijando la mirada sobre Spike. Por un momento pensó que Spike la miraba con lujuria pero cuando ella giró la cabeza y volvió a mirar decidió que debía haberlo imaginado. Él se forzaba así mismo a no mirarla, respirando profundamente, intentando calmarse para escuchar algo más que el rugido de su demonio en su interior diciéndole que tomara lo que era suyo.

Pero si una cosa era segura, era que Spike podía hacer que el hombre dentro de él fuera más fuerte que su demonio y esta vez supo que tenía que hacerlo.

“Solo vine a asegurarme de que todo iba bien” dijo Spike, con sus ojos fijos en el suelo de la cripta.

“Está bien. Creo que estaba un poco sucia, no me había bañado durante días. Me sorprende que pudieras estar al lado mío. Empezaba a oler un poco”

A su pesar Spike sonrió “te querría incluso aunque olieras a cubo de basura, pet”

Buffy rió y el sonido fue suficiente para hacer que a Spike le retumbara el corazón en su pecho “Vaya, sabes como tratar a una chica. ¿Me pasas una toalla?”

Inmediatamente se movió para agarrar una toalla de la pila y se la entregó cuando ella cortó el agua. Ella le devolvió un suave “gracias” y él pudo oír el ruido que hacía al frotarse su piel. Un escalofrío involuntario le recorrió el cuerpo al imaginarse que la toalla tocaba las partes de su cuerpo que el querría tocar.

La escuchó moverse antes de sentir su mano sobre su brazo. Una vez más, tembló, su tacto lo abrasaba a pesar de su fría piel.

“Lo siento” le dijo Buffy, su voz apenas era un susurro “Sé que quieres pero… yo no puedo en este momento”

Respiró hondo con el fin de impulsar más abajo a su demonio, antes de volverse hacia ella, quitando su mano de su brazo y atrapándola entre las suyas “No te preocupes, luv. Puedo esperar hasta que vuelvas a estar preparada”

Buffy se mordió su labio, liberó su mano y sujetó la toalla que cubría su cuerpo “¿Y si eso es mucho tiempo, Spike?”

Él respondió con media sonrisa y un suave apretar de su mano “Voy a esperar”

Sus ojos bajaron tímidamente y Buffy puso su mano lejos de su alcance “tengo hambre ¿Podrías calentar algo de sangre para nosotros?”

“Por supuesto, cariño” contestó Spike sin vacilar, agradecido de apartarse de Buffy y su toalla mojada ya que sabía que no la podría tener de la forma en que quería. Tenía que luchar para hacer las cosas despacio, para evitar la distancia entre ellos, sabía que no podía hacer nada que hiciera que ella volviera a derrumbarse.

Tenía que evitar perderla para siempre…

Escuchó que subía las escaleras mientras calentaba la sangre y su cuerpo creció por un momento mientras oía como encendía la televisión. No sabía que esperar ahora, no sabía lo que significaba el que ella estuviera haciendo algo distinto a estar todo el tiempo en la cama. Estaba claro que ella aún no estaba del todo bien. Su rechazo a una relación física lo dejaba bastante claro. Sin embargo su comportamiento había cambiado definitivamente desde la visita de Giles ¿Estaba tratando de reconciliarse consigo misma? ¿O podría estar intentando algo de lo que no era capaz y eso la enviaría una vez más a las profundidades?

Las posibilidades hacían que Spike estuviera al borde de un ataque de nervios. En su opinión, cualquier movimiento que hiciera mal podría hacerle daño a Buffy de una forma imprevisible. Era difícil para él recordar que tenía que proceder con cautela todo el tiempo, su mente todavía estaba acostumbrada a pensar en ella como un ser fuerte, y no uno frágil como el que ella se había llegado a convertir en la actualidad.

Con dos tazas de sangre en las manos Spike caminó hasta el sofá y le dio la suya a Buffy antes de sentarse a su lado, con cuidado de no tocarla. Esperaba que ella quisiera mantener las distancias, esperaba que continuara rehuyendo de su contacto.

Se le conmovió el corazón cuando en vez de eso, ella acortó las distancias y deslizó su cuerpo sobre el suyo, descansando cómodamente su cabeza contra su pecho.

Por un momento no se movió para nada. Luego, con cuidado, todavía temiendo que ella saliera corriendo se cambió la taza de mano y la envolvió con su brazo.

Ella no lo empujó para que se apartara. En todo caso, parecía acercarse más.

Sus ojos nunca lo buscaron. Ella bebía su sangre y miró la serie de adolescente que daban en la tele, pero Spike no dejaba de mirarla. La televisión era blanco un ruido de fondo en las sombras, la innecesaria respiración de ella hacían eco en sus oídos.

Spike fingió beber con naturalidad de la sangre caliente de cerdo de su taza, preocupado por si ella se molestaría si no comía con ella, al igual que había hecho antes. Quería hacer que todo pareciera lo más normal posible, quería que ella sintiera que todo estaba bien.

La idea de que ella estuviera tan cerca de la normalidad solo para volver a perderla le aterraba.

Cuando terminó su comida, Buffy se inclinó hacia delante para poner la taza en el suelo, entonces volvió a su posición descansando la cabeza en el cuello de Spike. Dejó su propia taza entonces, moviéndose con cuidado para perturbarla lo menos posible. Con ambas manos libres ahora, la acercó más a él, apretujándola y moviendo su mano para acariciarle el cabello. Cuando ella no rechazó aquel gesto de cariño, sin dudarlo, sus dedos pasaron a jugar con sus rizos de oro.

Ella suspiró suavemente, casi como un sonido de placer. Spike cerró los ojos y aspiró su olor, saboreando el momento que casi parecía irreal después de los últimos días.

¿Podría ser así de simple? ¿Un poco de charla con su vigilante y ella ya estaba camino de estar bien?

Spike no iba a confiar en ello. El destino rara vez, por no decir nunca, se portaba bien con él. Pero no iba a dejar pasar esta oportunidad, no iba a hacer nada, solo saborear la sensación de tenerla entre sus brazos.

Ella se rio suavemente, casi a regañadientes, sea lo que sea que estuviera viendo el pequeño sonido fue suficiente para darle a Spike un poco más de esperanzas. No era algo que ella hubiera hecho recientemente.

Casi sin pensarlo, bajó los labios presionando suavemente contra su pelo. Ella se puso rígida y Spike tuvo miedo de haber llegado demasiado lejos, pero entonces se relajó aceptando su abrazo una vez más.

El deseo de decírselo fue casi abrumador. Quería profesar su amor, recitarle poesía, hacerle saber cuan profundamente él de verdad la amaba. Sin embargo eso acabaría queriéndoselo demostrar con algo más que palabras, por lo que luchó contra su propia naturaleza y se mantuvo en silencio, tratando de mantener sus sentimientos a raya, demostrándole lo que no se atrevía a decir con palabras con un rastro de sus dedos por su brazo desnudo.

Finalmente, ella se movió, inclinándose hacia delante y una nueva ola de pánico creció dentro de él hasta que Spike se dio cuenta de que simplemente ella iba a coger el mando a distancia. Buffy estuvo cambiando de canal hasta que encontró algo que le gustó, entonces dejó en mando a su lado y volvió a los brazos de Spike.

Cuanto más tiempo pasaba, más se cuestionaba Spike la normalidad de la noche. Buffy se comportaba como su fuera solo una chica joven que pasaba la noche viendo la televisión. Sin embargo él era dolorosamente consciente de que no era así, y sabía que ella también. Quería pedirle que le dijera que pasaba por su mente, si ella realmente sentía que podría regresar a su no–vida junto a él o simplemente se trataba de un intento que estaba destinado al fracaso dolorosamente. Aún con todas estas preguntas rondando su mente tenía que seguir utilizando toda su fuerza de voluntad para permanecer callado.

Conocía a su Buffy, sabía con qué facilidad cambiaba y no podía arriesgarse, ahora no. No cuando estaba consiguiendo algo como esto. Spike sabía que en cualquier momento podría regresar a como había estado, era consciente de que ella nunca podría sentir que todo estaba bien entre ellos.

Esta podría ser la última vez que tenía algo así y no iba a arruinarlo con preocupaciones.

En vez de eso, se calmó y la trajo más hacia sí, deleitándose en aquel momento robado.

*** *** ***

A pesar de que habían pasado varias horas desde que ella apagó la televisión y ellos habían bajado, Buffy sabía que Spike no estaba dormido. Estaba tenso detrás de ella, cubriéndola con el brazo no relajado alrededor de su cintura. Ella pensaba que no había tenido que dormir en mucho tiempo. En vez de eso, había estado velándola.

Se volvió en sus brazos y lo miró a los ojos. Suavemente localizando y tocando su mejilla, trazando los rasgos de su cara con sus dedos. “Está bien, baby. Puedes dormir. Estaré aquí cuando despiertes”

Su única respuesta fue un suave y casi desesperado susurro de su nombre, Buffy sintió como el corazón le daba un vuelco al darse cuenta de algo en lo que no había caído antes.

Lo necesitaba. Odiaba la idea de depender tanto de alguien pero sabía que lo necesitaba para poder seguir existiendo. Pero ahora, al verlo como estaba, tan vulnerable y abierto a ella en la oscuridad de su cripta, se dio cuenta de que quizás necesitaba que él estuviera bien. Porque él la necesitaba a ella, también. Se necesitaban el uno al otro…

Buffy no dudó cuando puso un suave beso en sus labios “Necesitas descansar. Todo está bien. Puedes cerrar los ojos que no voy a salir de casa”

Podría decir que empezó a protestar pero su cuerpo estaba agotado y dejó que sus ojos se cerraran. Buffy lo observó hasta que estuvo seguro que dormía, hasta que la tensión de su cuerpo agotado finalmente cedió. Se deslizó hasta que sus labios hicieron contacto con su frente, cerrando los ojos e inspirando el reconfortante y masculino aroma de su piel.

A regañadientes ella se separó aunque siguió junto a él, entrelazando sus dedos en sus blanqueados y desordenados rizos. Algo fuerte afloró dentro de ella, el simple acto de verlo dormir se convirtió de repente en algo abrumador. Era hermoso, y cuidaba de ella tanto que temía aceptar lo que él le estaba ofreciendo, porque sabía lo fácilmente que podría perderlo.

Solo que él no se iba. Se quedaba allí, desesperado por mantener lo que una vez habían compartido. No había dudado en su dedicación, ni una sola vez desde que la habían maldecido con el regreso de su alma. En todo caso es como si esto se hubiera hecho más fuerte. Cada reto al que se habían enfrentado en los últimos días, él le había hecho frente, nunca se había alejado de ella, nunca la rechazó porque ella no pudiera volver a ser lo que una vez había sido.

Entonces Buffy se dio cuenta de que él no amaba al demonio. La amaba a ella.

Una lágrima cayó por su pálida piel y Buffy se limpió sus ojos, consciente de que estaba llorando. Su cuerpo tembló y se inclinó hacia debajo de nuevo, posando sus labios sobre su frente mientras susurraba.

“También yo te amo aún”







18

Durante los próximos días la paz reinó en la cripta. Buffy aún no hablaba mucho pero parecía estar mejorando en vez de ir a peor, lo que Spike agradecía. Casi podría tener esperanzas de que fueran a conseguir superarlo.

Después de tres días de la visita del vigilante, Buffy hizo un anuncio que conmovió y encantó a Spike.

“Quiero salir”

Se volvió hacia ella con su ceja arqueada “¿Quieres?” preguntó tratando de mantener su voz tranquila y firme. Su principal preocupación últimamente había sido que al no hacer nada esto la llevara a una profunda depresión, y no podía creerse que, de su simple declaración, podía sacar la conclusión de que por fin podría relajarse.

“Sí. Quiero decir, no quiero matar a nadie ni nada…” Buffy agachó su cabeza mientras hablaba.

Spike se acercó a ella y puso una manos sobre su hombro “Lo se, gatita ¿Dónde quieres ir?”

Buffy lo miró con una mezcla de nerviosismo y esperanza en sus ojos. Aunque la idea de dejar la cripta y enfrentarse al mundo le aterrorizaba, había llegado a la conclusión que era algo que necesitaba hacer y cuanto antes mejor. Tan aterrador como era el hecho de abandonar la cripta, la idea de no dejarla nunca, de nunca poder aprender como salir de allí, era espantosa.

Ella no quería estar perdida ni derrumbada. Era difícil, pero sabía que ella era más fuerte que eso. A pesar de todo, parte de ella seguía siendo La Cazadora y había tomado la firme decisión de que no iba simplemente a dejar que se consumiera. Necesitaba encontrar de nuevo su lugar en el mundo.

Y Spike la necesitaba también.

Se sorprendió un poco por su forma de enfrentarse al mundo de nuevo. Aunque hablar con Giles le había servido de ayuda, el mayor beneficio había venido simplemente al enterarse de que Spike había llegado tan lejos como para ir a buscar a su Vigilante porque estaba preocupado por ella. Sabía que para un vampiro como Spike, por ejemplo, cada acción lo decía todo.

Le había demostrado cuanto la amaba y lo que estaba dispuesto a hacer por tal de ayudarla. Él necesitaba que mejorara y ella no iba a fallarle.

“¿El bronce?” sugirió Buffy “Yo solía… solía gustarme ir allí”

“Al Bronce entonces, gatita” contestó Spike “A cualquier sitio que quieras ir, allí iremos”

Buffy le contestó con una cálida sonrisa a lo que Spike respondió con una sonrisa propia “Voy a bajar a cambiarme ¿vale? Las sudaderas no son exactamente el atuendo para ir al Bronze”

“Esperaré aquí hasta entonces, princesa”

Con otra breve pero intensa sonrisa Buffy caminó hacia la parte inferior de la cripta y llegó hasta el armario que Spike había conseguido para guardar su ropa. Sus ojos se fijaron en un vestido corto rojo y se estremeció al recordar la noche en que lo había conseguido. No se lo había pensado dos veces antes de asesinar a la empleada de la tienda con tal de obtener lo que quería. No, ella disfrutó, sintiendo placer cuando lo hizo.

Buffy sacudió su cabeza, haciendo retroceder los recuerdos de esa noche. No podía detenerse en ellos ahora, no cuando no podía hacer nada para cambiarlos. Tenía que mirar hacia el futuro, ponerse así misma en la dirección correcta. Había cometido errores actuando como el demonio que era pero podía pasar por encima de eso, lo sabía. Solo necesitaba mirar al futuro, no permitiéndose ahogarse en el pasado. Su alma estaba claramente pegada a ella ya que la maldición no se había roto al igual que con Ángel. Ella no iba a herir a nadie más y se tomaría un tiempo para compensar las cosas que había hecho.

Calmándose así misma Buffy alcanzó el vestido del armario y lo sacó.

*** *** ***


Se había apoderado de Spike algo que ni siquiera sabía que poseía para poder mantener sus manos lejos de ella mientras ambos dejaban la cripta. Se había puesto un brillante vestido rojo y unas botas hasta la altura de las rodillas – una combinación que tenía los primeros puestos en su lista de favoritas. Su cabello dorado caía sobre sus hombros con suaves ondas y sus ojos verdes se pusieron de manifiesto con una línea negra.

Temblaba ante aquella visión, pero su contacto se había limitado a tomar su mano cuando ella se la había ofrecido.

Hicieron en viaje en silencio, ninguno dijo nada hasta que llegaron a la entrada del club, donde Buffy se paralizó. Spike intentó reforzar su valor acariciando su mano con el pulgar “¿Estas segura de que quieres hacer esto, luv?”

Armándose de valor Buffy asintió “Creó que es necesario. Me necesitas”

Ante eso, Spike frunció el ceño, su declaración no tenía sentido para él. La arrastró lejos de la multitud de adolescentes alejándose del club y adentrándose en las sombras, donde pudieran hablar solos “¿Te necesito? ¿Qué quieres decir cariño?” Tú no estás aquí esta noche solo por mi ¿no? Porque si no quieres…”

Buffy no lo dejó acabar colocando un dedo contra sus labios “No, Spike, no es así. Quiero decir, bueno…” bajó su mano y giró levemente la cabeza, mirando un charco que había junto a sus pies, sin ni siquiera darse cuenta de que no se reflejaba en él.

“Quiero hacer que lo nuestro funcione ¿vale? Yo… bueno, no quiero perderte. No quiero perder lo que tenemos. No puede ser como era antes pero es importante para mi tratar de avanzar contigo. Yo realmente no entiendo porque sigues pegado a mi, pero ahí estás, y yo no… no voy a dejarte ir”

“Yo nunca podría dejarte, Buffy, no importa lo que pase. Eres mi…” Spike se detuvo buscando la palabra. ¿Cómo podía una sola palabra englobar lo que Buffy se había convertido para él? Ella había puesto su mundo del revés, echando a bajo todo lo que nunca había conocido, y sin embargo, le había dado la vuelta a todo más de lo que nunca había creído posible.

“Eres mi todo, gatita”

Su tranquila declaración hizo que Buffy alzara la cabeza para volver a mirar a Spike. Sus ojos brillaban celebrando lo que acababa de oír y sonrió a pesar de sus propias lágrimas “Eres mi todo, también”

Había pasado demasiado tiempo desde que él la había saboreado y Spike no pudo ya volver a contenerse. Tiró de sus brazos, sus labios encontraron los suyos por instinto. Buffy no se apartó sino que lo rodeó con sus brazos, clavando sus dedos en su chaqueta de cuero mientras suspiraba contra su boca.

Eso era lo que ella había echado de menos estos últimos días. Cerró los ojos y dejó que los sentimientos del beso la inundaran, su cuerpo se aflojó mientras él la rodeaba son sus brazos, sujetándola.

Cuando ella se separó, los ojos de Spike estaban oscuros y jadeaba de la forma en que siempre hacía cuando ella lo besaba, dándole esa embriagadora sensación que llegaba sabiendo que podía afectar a un hombre como él. Ella le dedicó media sonrisa, incluso aunque se estuviera lamiendo los labios para captar el sabor que quedaba de él “Deberíamos entrar”

Por un momento, Spike parecía confundido y Buffy se rió tontamente al darse cuenta de que él estaba aún tratando de recordar donde tenían que ir. Luego, aclarando su garganta asintió “Bien. Dentro. El Bronze”

Buffy lo tomó por el brazo y lo llevó dentro, tirando de él hacia la pista de baile. Spike no estaba seguro de que era lo que ella esperaba, pero ciertamente no se decepcionó cuando Buffy se giró y empezó a moverse alrededor de él siguiendo el ritmo de la música.

No estaba dispuesto a rechazar cualquier cosa que ella estuviera dispuesta a ofrecer, Spike colocó sus manos sobre sus caderas y guiando sus movimientos mientras permanecía con un ritmo constante.

Buffy podía sentir su erección presionando contra ella bajo sus pantalones, podía sentir la piel de su abrigo ondeando sobre sus piernas mientras se movían juntos. Su cuerpo entero sucumbió ante el aroma de Spike que la rodeaba y respiró profundamente para llenarse de él.

Se dio cuenta en ese momento que ella no podría seguir sin él. Estaba bien cuando estaba con él. Lo que ellos tenía eran más que la violencia y el derramamiento de sangre. Tenían amor y Buffy sabía en su corazón que compartir eso no estaba mal. Trascendía a los demonios, trascendía incluso a los seres humanos. Era algo que no se buscaba, que nunca se esperaba, y sin embargo, allí estaba, más fuerte que cualquier otra cosa.

Empezó a girarse, las palabras que tanto miedo había tenido de decir estos días estaban dispuestas a salir de sus labios cuando ella sintió que Spike se quedó quieto. Antes de que pudiera preguntarle que estaba mal, miró a través dándose cuenta de lo que él estaba mirando.

Willow.

Detrás de ella, Spike dejó salir un gruñido grave de su garganta y Buffy colocó una mano sobre la suya, llamando su atención. Con una mirada de confusión y dolor en los ojos, Willow se desplazó hasta la joven rubia, mientras Oz trataba de detenerla.

Sintiendo que el conflicto iba a surgir, Buffy se giró rápidamente hacia Spike “Quiero hablar con ella ¿vale?”

La respuesta de Spike fue otro gruñido, pero no luchó contra ella, no la siguió cuando se adentró en la pista de baile. Sin embargo, ella aún lo sentía detrás, podía sentir la tensión en él y sabía que Spike explotaría en el momento en que fuera provocado.

Buffy observó curiosamente, que se sentía más cómoda de lo que habría podido pensar.

“¿Buffy?” ¿Qué haces aquí con él?” preguntó Willow una vez que estuvo lo suficientemente cerca para hablar, con un tono de haber sido traicionada en la voz.

La ironía de aquello fue demasiado para Buffy.

“Estoy con Spike, Willow” respondió Buffy con la amargura filtrándose en sus palabras. Por un momento trató de luchar contra ella hasta que se dio cuenta de que no era eso lo que quería “Es donde pertenezco”

“¡Buffy, no!” protestó Willow. “¡Tú debes estar con tus amigos, con tu familia!”

Buffy se puso rígida, enfadándose más por momentos “Ya estoy con mi familia, Willow. Estoy con Spike”.

Por un momento todo lo que Willow pudo hacer fue contener un gemido, abriendo y cerrando la boca varias veces antes de hablar “Pero… pero tu alma”

Buffy dejó escapar una risa desganada “Mi alma. Mi alma ¿Cómo te atreviste, Willow? ¿Cómo pudiste hacerme algo así a mi?”

Willow se enfadó golpeando la mano de Oz cuando este intento alejarla de la ex Cazadora. Buffy se dio cuenta de que en la otra mano Oz llevaba una estaca y aquella imagen sirvió para destacar aún más las diferencias entre su antigua vida y esta.

“¡Hice lo que tenía que hacer, Buffy! ¡Tú… tu estabas matando gente! ¡No podía dejar que siguieras haciendo eso!”

“¡Yo era feliz!” gritó Buffy “Y ahora me siento como…” se detuvo, agitando su cabeza “Sabes, desearía haberte matado para no haberte dado la oportunidad de hacerlo”

Willow parpadeó, las lágrimas se iban acumulando en sus ojos “¿Buffy…? ¿Cómo puedes decir eso? Soy tu amiga”

“¡No, no lo eres! ¿Entendiste, Willow? ¡Tu amiga está muerta! Soy… soy otra ahora”

Willow sacudió su cabeza rápidamente incluso aunque por fin aceptara el apoyo de la mano de Oz sobre ella. “No. No. No puede ser. Tu puedes…”

“¡No!” Haciendo caso omiso a cualquier atención que pudiera recaer sobre ella por estar en el Bronze, Buffy dejó ver su rostro demoníaco. “Esta soy yo ahora, Willow. Un demonio. Y gracias a ti tengo que lugar contra mi naturaleza y sufrir por las cosas que hice”

Al ver la verdadera cara de Buffy, Willow dio un paso atrás “¿Buffy?” preguntó con su voz cada vez más mansa.

“Esto es lo que soy, Willow. Podrías solo haberme dejado serlo”

Buffy sintió la mano de Spike en su brazo antes incluso que su piel hiciera contacto contra la suya, y dejó que su cara volviera a la normalidad. Por mucho que a Spike le gustara ver como la brujita sufría por lo que le había hecho a Buffy, no podía dejar que ella soportara otra muerte sobre su alma, y tal y como estaban las cosas, sabía que aquello podría fácilmente írsele de las manos.

Willow miró entre Buffy y Spike, agitando su cabeza “Esto no esta bien. No es como se supone que las cosas deben ser”

Su expresión se apretó, apenas bajo control, Spike contestó “No, pelirroja, no lo es. No lo es en absoluto”

Buffy se giró hacia Spike mirándolo con sus ojos llorosos “¿Me llevas a casa?”

Con un giro de su abrigo, Spike salió del club llevándose a Buffy, ignorando a Willow que seguía llamándolos.


19

El viaje desde el Bronze a la cripta se hizo en silencio, y cuanto más cerca estaban de la cripta, más se preocupaba Spike. Sabía que el enfrentamiento con Willow le había afectado, y no podía evitar sentir el temor de que ella podría volver a como lo hacía cuando acababa de obtener su alma.

Si él no hubiera temido perturbar a Buffy, Spike habría matado a Willow allí mismo por lo que le había hecho a su amada.

Cuando estuvieron en casa, Buffy le dijo a Spike que estaba lista para irse a la cama. Él la dejó con un suave beso en la frente, diciéndole que iba a salir a fumarse un cigarro. Necesitaba algo para calmar sus nervios.

Una vez fuera de la cripta, Spike sacudió su paquete para que saliera el cigarro y lo encendió. Poco a poco, dejó salir el humo viendo como ondulaba en el cielo nocturno. No sabía que hacer en el caso de que Buffy continuara como antes de haber hablado con Giles. Nada podría hacer que la dejara, eso era muy cierto. Pero llevando esa vida, teniendo que ver a la mujer que ama soportando ese dolor – no sabía cuanto tiempo podría permanecer cuerdo él mismo.

Se quedó hasta que del cigarro no quedó más que cenizas, y luego tiró la colilla al suelo, pisándola con la punta del zapato para apagarla. Suspiró profundamente y se fue para adentro, preparado para otra noche velando a Buffy con su sueño inquieto.

Sin embargo cuando llegó abajo, se encontró con una vista muy distinta de la que él esperaba. Parpadeó varias veces, esperando que fuera una alucinación y se desvaneciera, sin embargo, la tentadora imagen permanecía delante de él.

El nivel inferior de la cripta esta iluminado por suaves velas que rodeaban la cama. Y en la cama… Spike se lamió los labios, sus ojos se oscurecieron al tener frente a él la visión de Buffy con solo un conjunto de encaje rojo.

“Me estaba preguntando cuando ibas a mover tu bonito culo hasta aquí y te ibas a unir a mi” dijo Buffy con una sonrisa burlona que asomaba por sus labios.

“Si hubiera sabido que me estabas esperando así, lo habría movido mucho más rápido” contestó Spike mientras andaba sensualmente hacia la cama. Solo con su boca ya lo había puesto duro y palpitante, llevaba demasiado tiempo negándole el placer a su cuerpo. Se detuvo en el borde de la cama para quitarse las botas antes se gatear hasta que estuvo sobre Buffy.

Miró hacia abajo, atónito. “Eres tan hermosa…”

Buffy sonrió mientras colocaba una mano sobre su mejilla “Tanto como tú, sabes”

El cuerpo de Spike ardía en deseos de estar dentro de ella, para volver a sentir el placer que sabía que sentía cada vez que hacían el amor, y sin embargo, tenía que estar seguro de que esto era realmente lo que ella quería antes de ir más lejos. El enfrentamiento aquella noche había causado mucha angustia en ellos, aún se encontraba rondando su mente y sabía que tenía que estar en Buffy también. Si ella estaba haciendo esto por una razón muy distinta al simple hecho de desearlo, entonces necesitaba detenerla. Lo mejor para ella siempre prevalecería por encima de su propio deseo. Spike estaba seguro de eso, sin importar lo difícil que pudiera ser.

“¿Estas segura de esto, gatita?” preguntó apoyándose en su mano.

“Estás pensando que estoy disgustada por lo que sucedió con Willow ¿no?”

“Para empezar” admitió Spike.

Un suspiro escapó de los labios de Buffy mientras empujaba su pecho, y Spike ver como sus esperanzas se esfumaban mientras se sentaba en el borde de la cama.

“Hey, no me mires como un cachorrito degollado” dijo Buffy mientras se sentaba a su lado y lo rodeaba con sus brazos “Aún vas a recibir lo tuyo” Spike se volvió hacia ella con rapidez, arqueando su ceja y Buffy tuvo que reírse “Estoy bien, Spike. Quiero decir, sí, ver a Willow esta noche no era mi idea de diversión. Pero en parte me alegro de que sucediera”

Ante eso Spike frunció el ceño “¿ah si?”

“Me hizo darme cuenta de algo”

“¿Si? ¿de qué?”

“Es verdad que no pertenezco ya a su mundo – y no quiero formar parte de él. Cuando estábamos juntos antes de que esto sucediera, yo fui más feliz de lo que nunca he sido. Jamás. Más feliz incluso que antes de que mis padres se separaran y fuera llamada. Por primera vez, me sentía como si de verdad perteneciera a un lugar, que tenía todo lo que podía tener. Y entonces mi alma regresó de nuevo, y me sentía culpable, incluso por amarte”

Spike seguía con la frente surcada y abrió su boca para hablar, pero Buffy llevó su mano hasta él y lo silenció colocando un dedo en sus labios “Shh. Déjame acabar ¿vale? En estos últimos días me he dado cuenta de algo. Está bien para mí amarte, William”

Su expresión cambió a una de fascinación y mientras ella retiraba su dedo Spike susurró su nombre en forma de pregunta. Ella sonrió suavemente entrelazando su mano con la suya.

“No voy a negar que hay cosas de ti que me atraían entonces, pero no quiero pensar en eso ahora, porque más allá de que…” Buffy hizo una pausa un momento mirando hacia abajo la forma en que sus dedos estaban entrelazados “La relación que teníamos – que tenemos – es mucho más profunda que eso. Es…” Se detuvo intentando encontrar las palabras con las que poder describir lo que sentía por él.

Spike presionó su mano libre contra su mejilla, y Buffy lo miró a los ojos “Está bien, cariño. No tienes que explicármelo. Lo sé”

Buffy sonrió, derramando lágrimas una vez más, aunque estas eran diferentes a las que ella había arrojado en los últimos días “Lo sabes ¿no?”

El afirmó como respuesta “Nunca he tenido algo igual, pet”

“Cuando la vi esta noche, lo supe. No quería estar con ella, volver a lo que fui – y no solo era por lo de la maldición de mi alma por lo que estaba un poquito enfadada con ella” Spike rió ligeramente provocando una sonrisa en Buffy “creo que tal vez, así…” Buffy se detuvo de nuevo y suspiró “no sé, podría ser algo egoísta por mi parte decir esto, pero creo que quizás todo ha valido la pena. Porque así…”

Sus ojos bajaron otra vez mientras ella guardaba silencio y siguió con apenas un susurro “Nadie más podría nunca amarme como tu lo haces, Spike. Y tener la oportunidad de ser amada de esa forma…” de repente ella volvió a mirarlo “Te echo de menos. Te hecho tanto de menos. Simplemente… estar contigo. No quiero pasar otra noche como la que hemos estado teniendo. Te necesito. Cuando… cuando estás dentro, simplemente todo… encaja”

Spike tragó, sus palabras significaban para él más de lo que ella podía imaginar “Oh, Buffy…”

Antes de que pudiera terminar la frase, Buffy se había lanzado sobre él, uniendo su boca a la suya con desesperación. Todas las dudas se había ido, Spike dejó salir un gruñido grave y la recostó sobre la cama, con sus manos nadando sobre su cuerpo hasta llegar a su parte inferior descubriendo su tanga.

Buffy gimió en su boca, moviendo sus manos frenéticamente sobre él, quitándole la camiseta. Impaciente, se la arrancó del pecho dejando caer los restos a la cama. Spike gruñó apretando sus pechos con sus ásperas manos mientras sus ojos pasaban del azul al dorado. Rasgó sus labios, abriéndole una herida y degustando su sangre sobre su lengua.

El cuerpo de Buffy temblaba de necesidad, se arqueó sobre la cama jadeando cuando Spike llevó sus colmillos hasta su cuello apretando lo bastante fuerte como para romper su piel dejando un rastro. Se desplazó despacio hasta los tentadores montículos de carne cubiertos con el sujetador. Lamió la zona con su lengua antes de hundir sus colmillos, volteó los ojos de placer mientras saboreaba con ambrosía su boca llena.

Buffy gritó, levantando sus caderas bruscamente. Había echado de menos esto… Spike la conducía por caminos que ella nunca esperaría, hacía cosas que ella nunca podría haberse imaginado que fueran tan maravillosas.

Él rugía y ella temblaba, mordió la parte delantera de su sujetador cuya fina tela no soportaba sus afilados colmillos. Sus pechos quedaron expuestos ante él y Spike los atacó con una furia renovada, lamiendo sus pezones hasta que estuvieron tan sensibles que Buffy no estaba segura de poder soportarlo más.

Entonces se movió, mordiendo y lamiendo hacia su estómago, haciendo gritar a Buffy con cada contacto. Ella temblaba previendo que su boca se acercaba a su humedad, existía la suficiente como para que Spike se diera un festín.

Spike golpeó su clítoris con su nariz a través de su tanga, el áspero roce del encaje lo sensibilizaba. Ella jadeó, empujando sus caderas en un silencioso mensaje. Su sabor le había sido negado a Spike durante demasiado tiempo, sus tangas tuvieron la misma suerte que su sujetador, sus colmillos la desgarraron.

Con los primeros pasos de su lengua, Buffy empezó a temblar. Spike gruñó como respuesta a los jugos que llenaban su boca, y Buffy gritó mientras las vibraciones la recorrían desde su punto más sensible. Sin embargo él continuó con su festín hasta que ella sollozó de placer, su cuerpo se sacudía con cada toque de la lengua de Spike en su canal.

De repente, se apartó, pero antes de que Buffy pudiera recuperar sus sentidos tres de sus dedos entraban en ella mientras sus colmillos se hundían en la parte interior del muslo. Ella gritó de nuevo, el sonido se propagaba como un eco a través de las paredes de la cripta mientras el mundo alrededor a su alrededor giraba con destellos de luz.

Sentía las suaves vueltas de la lengua de Spike contra su mordedura fresca. Jadeando bruscamente, Buffy levantó sus piernas hasta tocar su cabeza, sus dedos se enredaron en los suaves rizos de su cabello.

Spike miró hacia arriba encontrándose con sus ojos y sonrió contra su piel. Buffy sonrió antes de doblar su dedo, diciéndole con señas que fuera hasta ella. Spike cumplió sin protestar, haciendo su camino hasta ella restregando su cuerpo. La tela de los vaqueros se frotaba contra su piel, con cada terminación nerviosa y ella gimió.

Buffy no se dio cuenta de que se había transformado hasta que Spike no estuvo sobre ella, besando los salientes de su frente. Él susurró una frase entre beso y beso, y Buffy sintió que se le formaba un nudo en la garganta.

“Te amo… te amo…”

Con lágrimas en los ojos Buffy se agarró con fuerza a los hombros desnudos de Spike “Spike, por favor… te deseo… te necesito…Oh…”

“Shh… lo sé, gatita. Lo sé” Spike se quitó sus pantalones y los deslizó hacia abajo, fuera de sus piernas antes de volver a cubrir de nuevo su cuerpo, besándola con sus labios donde pudiera alcanzarla. Su miembro estaba duro y preparado entre sus piernas, Buffy empujó sus caderas, desesperada por el sentimiento de estar completa que sólo él podía darle.

Spike no la hizo esperar. Sus ojos se encontraron mientras él movía su mano entre sus cuerpos, agarrando su miembro y haciéndolo entrar. Buffy volvió a empujar con sus caderas hacia delante, gritando al mismo tiempo. Él estaba dentro de ella una vez más.

Ambos temblaban, se quedaron quietos un momento para adaptarse a la sensación de volver a estar unidos “Te eché de menos” susurró Buffy con su voz ronca.

“Yo también” respondió Spike suavemente.

A continuación, se movieron, llevando un ritmo perfecto desde el principio. No necesitaban palabras, cada emoción de estar unidos hablaba por sí sola. Por instinto reunieron sus labios, sus colmillos y sus lenguas luchaban, chocaban, se fusionaban. El placer surgía como una espiral dentro de ellos, sin dejar espacio para el dolor de los últimos días.

De común acuerdo, sus labios se separaron y sus ojos se encontraron. Buffy gritó y mientras Spike sentía el movimiento de sus paredes internas alrededor de él, se dejó ir, rugiendo de placer cuando lo hizo.

*** *** ***

La cripta estaba aún en silencio, con los dos amantes unidos en la cama.

Algo pasó a través de ella, Buffy abrió los ojos de golpe. Un dolor la atravesó y jadeó, dando tumbos mientras salía de la cama y caía al suelo.

Detrás de ella podía oír ligeramente la voz de Spike que la llamaba, pero no podía responder, su cuerpo había tomado el control mientras ella luchaba poder respirar recordando tenuemente que no lo era necesario.

Y entonces se acabó. El mundo creció una vez más, y Buffy jadeó con la cabeza gacha mientras se apoyaba con las manos en el duro suelo de piedra.

Poco a poco, levantó la cabeza mientras una amplia sonrisa se propagaba por su cara.


FIN